Nuevas relaciones de la monarquia con el resto de poderes
Feudal o vasallática
Vínculo público
Identidad dinástica
Identidad proto nacional
Modelos de organización política
Monarquía centralizada: Castilla
Monarquía compuesta: Aragón
Modelos interpretativos "Crisis del s. XIV"
Malthusiana
Marxista
Escuela de Nueva Economia Institucional
Crisis del siglo XIV
Estancamiento demográfico
Castilla y Navarra
Conflictividad social
Aragón
Peste negra
Siglo XV
Recuperacion demográfica y económica
Redistribución de la población en el ambito agrario
Reconversión agraria
Importancia de la ciudad en la economía
Flexibilización del señorío rural
Agraria
Transformación del señorio
Cambios en el campesinado: aparición de labradores ricos
Reorientación ganadera y comercial de la explotación nobiliaria
Usurpacion de tierras por parte de los señores
Abandono explotación directa de la propiedad dominica
Impulso al señorio jurisdiccional
Agricultura
Regadio: Aragón
Secano: Castilla y Navarra
Ganaderia
Predominio de la ganaderia ovina
Creacion de la Mesta
La pesca
Industria
Transformación de productos ganaderos
Metalurgia
Economia
Urbana
Cambio en la representación del poder real
El ritual
Imagen simbólica
Imagen iconográfica
Artesania e industria
Castilla
Importante desarrollo a fines del XIV y XV
Siderometalúrgica: Vizcaya y Guipúzcoa
Naval: Bilbao y Sevilla
Aragón
Relevancia de la industria textil
Metalurgia y cerámica
Comercio
Mercados diarios y comarcales; Ferias
Aragón: Mediterraneo
Castilla: eje norte-sur
Origen en el ceremonial bizantino
Pequeña era glaciar
Escasez de fuentes;Desinteres historiográfico
Actividades agrarias
Mercado interior de caracter agrícola
Sociedad
Nobleza
Campesinado
Transformaciones sociales
Heterogeneidad y diversificación
Castilla: campesinado libre
Aragón: servidumbre
Marcos de sociablidad
Familia
Parroquia
Alto Aragón y Cataluña Vieja
Comunidad aldeana
Valle del Ebro y reino de Valencia
Señorio
Introducción de la riqueza
Aparición de terratenientes
Nobleza de privilegio frente a la nobleza de sangre
Salvador de Moxó
Extinción biológica de la antigua nobleza
Narciso Binayan
Continuación de la antigua nobleza con nueva denominación
Concepción Quintanilla
Antiguos linajes: desparecen, absorbidos o encumbrados
Jerarquización
Alta nobleza
Aragón: magnates
Navarra: los doce linajes
Castilla: grandes
Media y baja nobleza
Caballeros e hidalgos
Cultura y mentalidades
Ámbito económico
Transición al señorio jurisdiccional
Ámbito social
Preocupación por la virtud y la moral
Ámbito cultural
Cambios en los valores nobiliarios
Desarrollo cortes nobiliarias
Mentalidad caballeresca
Interes por el marco urbano y la corte
Enfasis en la noción de linaje
Patrilineal;Primogenitura
Alfonso X;Alfonso XI; Pedro I
"Partidas" de Alfonso X
Pedro III;Alfonso III;Jaime II
"Guerra de la unión" 1347-1348
Creada por Alfonso X
Impulsada por los pastores transhumantes
La mujer en la Edad Media La siguiente entrada trata de romper un poco con los esquemas que los numerosos productos culturales (películas, videojuegos, novelas…) nos han dado sobre el papel de la mujer en la Edad Media. Tales productos culturales, en su mayoría, nos dan una visión de la mujer como personaje pasivo. Si nos fijamos en el estatus social de estas féminas podemos encontrar un cierto dinamismo. Los personajes femeninos pertenecientes a las clases populares tienen un papel totalmente secundario, son las amadas del protagonista o en casos excepcionales, véase Juana de Arco, pueden ser las protagonistas, siempre y cuando actúen como un hombre. La representación de las damas nobles si que es más rica. Podemos encontrarnos desde la personificación de la virtud femenina hasta un ser lleno de odio y maldad debido a un pasado trágico. Esta caracterización de los personajes femeninos va ligado a la clásica visión de la Edad Media, ya que todas las fuentes de la época proceden en su mayoría de manos de hombres (Segura Graíño, 1995: 192). En época medieval podemos observar dos visiones contrapuestas de la mujer. Por un lado, era objeto de adoración y alabanza. Debian ser luchadoras y honradas, como la Virgen María. Por otro lado, tenemos el modelo de Eva, pecadora y culpable de las desgracias del hombre (Barco Cebrián, 2016: 240) Por lo tanto, sí que podemos decir que la mujer vivía en un sistema gobernado por hombres y condicionada por esta circunstancia. Para acercarnos a la figura femenina lo más idóneo es acercarnos a las fuentes documentales que poseemos de esa época. Debemos alejarnos de los documentos realizados por manos masculinas pues nos relatan una visión sesgada del momento. Leer a la mujer para conocer a la mujer. Obviamente estos escritos gozan de problemas: las escritoras pertenecían a las clases más pudientes y ellas mismas estaban influenciadas por su entorno sociocultural. A pesar de estos problemas, los escritos femeninos son la mejor manera de comprender a la mujer de la Edad Media.
Los documentos más destacados son la correspondencia y otros documentos a los que podemos catalogar como “diarios”. La correspondencia, principalmente entre mujeres, nos permite dilucidar como estas no se veían como las veían los hombres, rompiendo así con esa visión masculina. Las cartas que se escribían eran sinceras y nos dan una visión distinta del amor o incluso del ideal de belleza masculino (Segura Graíño, 1995: 197). Los “diarios” nos adentran en unas reflexiones muy profundas del género femenino sobre temas tan “masculinos” como la propia religiosidad. Las mujeres muestran un carácter transgresor con el dogma oficial: se adhieren a tendencias religiosas mal consideradas y desafían al poder solo por estar escribiendo sobre esos temas.
La mayoría de los personajes femeninos destacados son en su inmensa mayoría hijas de reyes o de los estamentos más elevados (Peláez Fernández, 2009: 170). Criadas con la intención de servir como moneda de cambio en las negociones políticas. A pesar de pertenecer a los más altos estamentos solo unas pocas mujeres consiguieron participar de manera activa en el panorama político activo de la época, por lo que tuvieron que poner sus energías en lo que podemos denominar como “política de trastienda” tales como las intrigas palaciegas. Pero también es cierto que existieron mujeres que fueron capaces de “romper” esas cadenas impuestas y tomar voluntad propia de sus decisiones. Numerosos ejemplos nos muestran el poder que llegó a alcanzar la mujer en determinadas ocasiones. Tenemos los casos de algunas reinas como Leonor de Aquitania o Isabel la Católica. O incluso figuras relevantes en la iglesia como Santa Juana de Valois o Inés Laynez. Todas estas mujeres desafiaron a los poderes masculinos de la época.
Bibliografía:
- Barco, L. 2016. “El poder de la dama noble en la Baja Edad Media: el caso de Leonor de Pimentel y Zúñiga, I duquesa de Plasencia”, Estudios Medievales Hispánicos, núm 5, pp. 233-262.
- Peláez, P. 2009. “Mujeres con poder en la Edad Media”, Cuadernos de estudios manchegos, núm 34, pp. 169-207.
- Segura, C. 1995. “La opinión de las mujeres sobre si mismas en el medievo”, Medievalismo, núm 5, pp. 191-200.