CONCEPTUALIZACION DE CULTURA
Se trata de la tradición
humanista y la tradición antropológica en la que se construye, ejerce y se disputa el poder. Configurando, reproduciendo, legitimando o contribuyendo a
transformar o acabar con relaciones de desigualdad. George Stocking (1968)
Este es un eje central de la reflexión de la
Antropología y al mismo tiempo una categoría problemática que comparte y
disputa con otras disciplinas tradiciones de pensamiento y el campo social más
amplio, que abarca:
Actores sociales
Educadores
Político
Funcionarios
Planificadores
Personas corrientes
Medios de comunicación
CONCEPCION HUMANISTA
Podemos identificar a la concepción humanista de cultura como
describiendo un proceso de desarrollo individual, un ejemplo claro es lo que significa una “persona culta”
para el sentido común
Esta concepción, cuando se traslada al uso común, conlleva la idea de
presencia o ausencia, como se puede notar en la expresión de:
“Tener o no tener
cultura”
Y de grados ser...
Alta cultura
Cultura de masas
Cultural popular
En terminos similares... La existencia de dos campos
Lo culto
Lo popular
“Más o menos culto"
Una idea interesante que acompañó esta manera
de identificar la cultura fue:
La confianza y el producto del optimismo iluminista en el
progreso y del ascenso de una nueva clase social "la burguesía" en la
capacidad de los hombres de hacerse a sí mismos, de producir su propia
historia
Sin embargo...
Por una parte esa capacidad de mejoramiento y
desarrollo fue referida exclusivamente a aquella sociedad occidental.
por otra, al identificar el campo de la cultura con la vida intelectual, las artes, las
humanidades tal como en Europa y en ciertos sectores sociales que se
desarrollaban, en estos se estableció una separación entre éste como un mundo
superior de “ideas” y la vida social material, reproduciendo, en el plano del
pensamiento
CONCEPCION ANTRPOLOGICA
conductas visibles
modos de comportamiento
costumbres
creencias
producciones
Relaciones estructurados en torno a sistemas de
símbolos significativos
En la tradición antropológica, el concepto ha transitado una historia de definiciones, redefiniciones y connotaciones muchas veces encontradas, más allá del general reconocimiento de sus aspectos básicos cuando, en particular, se la usa para comprender la especificidad de la naturaleza humana,
constituida por su capacidad simbólica.
Un modelo que abstrae para su comprensión tres variantes generales en los usos del significante “cultura”, las cuales, sobre todo en el caso de la última, abrevan también en otras tradiciones de pensamiento y disciplinas tales como:
La variante descriptiva. Cultura como descripción de características (conjunto de normas, creencias, costumbres, artefactos).
La clásica definición de Edward B. Tylor (1871), representante de la tradición
evolucionista, nos proporciona un ejemplo de esta variante:
La cultura o civilización en sentido etnográfico amplio, es aquel todo complejo que
incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres
y cualesquiera de los otros hábitos y capacidades adquiridas por el hombre en
cuanto miembro de la sociedad…” (Tylor 1977).
La variante simbólica. Cultura como conjunto de representaciones y
sentidos.
La concepción simbólica desplaza el interés hacia el simbolismo como capacidad/actividad eminentemente humana. En su perspectiva, los fenómenos culturales son fenómenos simbólicos y el estudio de la cultura se basa fundamentalmente en la interpretación de los símbolos y la acción simbólica.
La variante simbólico-crítica
Esta forma de conceptualizar la cultura -con múltiples variantes a su interior se desarrolla a partir del intento por correlacionar los símbolos y significados con las prácticas y relaciones sociales y la intervención de los primeros en los procesos
de reproducción y cambio social.
IDEOLOGIA.
"una concepción del mundo que se
manifiesta implícitamente en el arte, en el derecho, en la actividad económica,
en todas las actividades de vida individuales y colectivas" (Gramsci,1974:10-11).
En una sociedad determinada, en un momento determinado de la historia, coexisten en la misma una serie de ideologías- llamadas también por el autor visiones de mundo- que
no son equivalentes, sino que están bajo la dominancia de una y se manifiestan por distintos grados de articulación y elaboración, pudiendo aparecer bajo la forma de filosofía -una visión coherente y formal-; como sentido común (en tanto concepción establecida de lo “correcto” o “normal”), o como:
Folklore
Religión
HEGEMONIA
“Hegemonía” es un concepto que, a la vez, incluye -y va más allá de- los dos
poderosos conceptos anteriores: el de “cultura” como “proceso social total” en que los hombres definen y configuran sus vidas, y el de “ideología”, en cualquiera de
sus sentidos marxistas, en la que un sistema de significados y valores constituye
la expresión o proyección de un particular interés de clase.” (Williams1980:129)
Más que la imposición a nivel consciente de una serie de ideas o creencias sobre la legitimidad o el derecho de unos a hacer prevalecer sus modos de pensamiento y sus acciones o, en paralelo, la convicción sobre la posición subordinada de otros modos posibles de pensar y actuar, lo que importa aquí es cómo la organización cotidiana de la existencia, lo efectivamente vivido, es: “organizado prácticamente por significados y valores específicos y dominantes”
(Williams1980:130).
En este sentido las mismas pueden coexistir -y coexisten en la práctica- con visiones diferentes y con oposiciones existentes en la sociedad, que pueden organizarse potencialmente en forma de contra hegemonía o hegemonía alternativa.
CULTURA POPULAR.
La historia de la “asignación” o “reconocimiento” de una o unas “cultura/s” a los sectores populares (subalternos, de origen y tradición campesinos, no
“ilustrados”), se asocia a la apertura de ciertos límites impuestos por la variante humanista del concepto (traducida en la oposición “culto”/”inculto”), que acompañó el interés creciente de “anticuarios” y “románticos” (González
Sánchez, 1994) de los siglos XVII y XVIII por manifestaciones de la antigua
tradición campesina que hasta ese momento habían sido condenadas como
paganas, bárbaras inaceptables.
El movimiento romántico, durante parte del siglo XVIII y el XIX, en la búsqueda de lo “autentico”, lo “original”, lo “espontáneo” (todas expresiones que resultaban centrales a esta tradición de pensamiento) que representasen el “alma de un pueblo”, continuará el estudio de estos productos, pero agregándole una carga de valor positiva, lo cual también entrará a formar parte de búsquedas de caracterización delo "nacional”
“Lo que distingue al canto popular en el cuadro de una nación y su cultura no es el hecho artístico ni el origen histórico sino su modo de concebir el mundo y la vida en contraste con la sociedad oficial” (Gramsci,1974:10-11)
Por otra parte y en la tradición gramsciana el concepto remite al menos a dos
vertientes:
La cultura popular como lugar de creación, interpretación y reinterpretación colectiva de los sectores subalternos y, con un sentido más marcadamente político.
La cultura popular como par opuesto de la hegemónica, núcleo de resistencia simbólica ante su imposición, un lugar de disputa que continúa, a nivel de las ideas y los significados, las luchas económicas y políticas de los sectores subalternos