Dietas Modificadas en Consistencia:
Modificada en sodio
Una dieta modificada en sodio es un plan alimenticio diseñado para controlar la cantidad de sodio que se consume.
benéfica especialmente para las personas que tienen presión arterial alta, enfermedades cardíacas o problemas renales.
Modificada en potasio
Esta dieta es especialmente importante para las personas que tienen enfermedad renal crónica, ya que sus riñones pueden no eliminar el exceso de potasio de la sangre.
Controlada en fosforo
Plan alimenticio diseñado para limitar la cantidad de fósforo que se consume
Cuando los riñones no funcionan correctamente, pueden tener dificultades para eliminar el exceso de fósforo del cuerpo, lo que puede llevar a niveles altos de fósforo en la sangre.
Rica en calcio
Dietas que cumplan con la necesidad de 200 mg al día de calcio y los mayores de 6 meses hasta el año necesitan 260 mg.
Restringida en fibra y residuo
tipo de alimentación que limita la ingesta de alimentos que contienen fibra y otros componentes que estimulan el intestino. Esta dieta se puede recomendar en situaciones específicas, como después de una cirugía intestinal o durante un brote de una enfermedad celiaca.
Controlada en lactosa
El control de la lactosa en neonatos se refiere a la gestión de la ingesta de lactosa, que es un tipo de azúcar presente en la leche y otros productos lácteos.
La intolerancia a la lactosa en neonatos puede manifestarse con síntomas como diarrea, vómitos, distensión abdominal y malestar.
Alta densidad proteica y energetica
es aquella que incluye alimentos que son ricos en proteínas y proporcionan una cantidad significativa de energía. Estos alimentos son importantes para el crecimiento y desarrollo adecuado de los niños, así como para mantener una buena salud en general.
Libre de gluten
La dieta libre de gluten implica evitar alimentos como pan, pasta, galletas, pasteles y otros productos horneados que contienen trigo, cebada o centeno.
Esta dieta es esencial para las personas con enfermedad celíaca.
Controlada en grasa
En algunos casos, se puede recomendar una dieta baja en grasas para controlar el peso o prevenir enfermedades relacionadas con el consumo excesivo de grasas, como la obesidad o enfermedades cardiovasculares