Idea global:Este artículo de reflexión es un ejercicio exploratorio sobre las múltiples relaciones que construyen y transforman los sentidos de un objeto. Desde una perspectiva antropológica, analizo los efectos y respuestas que detonó la instalación del llamado “muro de paz”—un cerco metálico alrededor de la sede del poder ejecutivo mexicano— como medida de “seguridad” ante las protestas feministas previstas para el 8 de marzo del 2021.


Trabajo: Bleyk Ashton Gutierrez Castro
Texto : De muro de paz a muro de la vergüenza Prácticas artísticas populares feministas en México

Lectura literal
Ideas principales de
cada párrafo.

Parrafo 1: 5 de marzo del 2021 Ciudad de México, capital del país. Placas de metal de dos metros de altura rodean Palacio Nacional, sede del poder ejecutivo mexicano. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, declara en conferencia de prensa que las vallas fueron colocadas por precaución y para protección del patrimonio nacional debido a las protestas feministas convocadas en conmemoración del 8 de marzo, Día internacional de la mujer. El vocero presi-dencial, Jesús Ramírez, afirma por medio de un trino “es un muro de paz que garantiza la libertad y protege de provo-caciones” (2021)

Parrafo 2: El análisis de las transformaciones de estas “vallas metálicas” constituye un ejercicio exploratorio sobre las múltiples relaciones que construyen y transforman los sentidos de un objeto. En esta indagación doy segui-miento a las acciones y discursos en disputa que dislocan y reubican el objeto, resignificándolo y generando una experiencia estética.

Parrafo 3: Durante el siglo xx, al interior del campo artístico tuvo lugar cuestionamientos y discusiones que transformaron las nociones clásicas, por ejemplo: de la obra, los sentidos y procesos de producción. Un referente de principios de siglo es el dadaísmo, entendido como desafío a las convenciones sobre la obra, el artista y el público. ¿Para qué se crea? ¿Qué hace que un objeto se vuelva obra? ¿Quién está autorizado para producirla? ¿En qué lugar se exhibe? ¿Cómo participa el público? ¿Cuál debe ser su durabilidad y permanencia? Estas inquietudes, que buscaban resquebrajar la noción elitista del arte y su producción como correlato del poder, paulatinamente cobraron mayor fuerza; para mediados del siglo xx había prácticas artísticas abiertamente politizadas, por ejemplo: militantes, públicas y feministas (Antivilo, 2006; Szmulewicz, 2012).

Parrafo 4: A partir de estas praxis artísticas, las obras se conciben desde su producción como herramienta de transforma-ción social, con un fuerte compromiso político. Incluso dan lugar a la transformación en la performatividad de las y los artistas, pues se construyen a sí mismos en “agentes cultu-rales capaces de poner en crisis los valores vigentes en la sociedad a la que pertenecen y de contribuir a fundar un orden alternativo, y en tanto demuestran una voluntad de intervención en la escena pública” (Antivilo, 2006, p. 19).

Parrafo 5: Cimento mi argumento, del “muro” como obra, afianzada en estos posicionamientos artísticos. Considero que su transformación en memorial se debe a una prác-tica artística popular que adquiere densidad a partir de las relaciones políticas, sociales

Parrafo 6: En vísperas del 8M 2021, a través de redes sociales, colec-tivos feministas convocaron a actividades virtuales y presenciales, justamente para explicitar que, pese a las nuevas reglas sociales, la violencia contra las mujeres no se ha transformado. En Ciudad de México se convocó a una marcha que arribaría a la plancha del Zócalo, frente al Palacio Nacional, sede del poder ejecutivo. El 5 de marzo el inmueble ya estaba rodeado con placas de metal de dos metros de altura. La instalación de esta estructura descon-certó y se convirtió en noticia nacional e internacional, ya que ninguna administración anterior había implemen-tado una medida como esta.

Parrafo 7: Con motivo del nuevo aniversario del día de las mujeres, se ha desatado toda una campaña de desprestigio en contra del gobierno y de mi persona. La derecha está muy ofuscada, molesta, irritada... y se vuelven ambien-talistas o feministas, el propósito es atacar al gobierno.

Parrafo 8: Acerca de la declaración quiero apuntar los siguientes movimientos discursivos. El presidente cita “el aniversario del día de las mujeres” únicamente como un enmarca-miento a su pronunciamiento, pues rápidamente centra el discurso en sí mismo y su gobierno. Una vez que posiciona el discurso en el “yo” reconoce un “otro” que etiqueta de “derecha” y al que describe en estado de molestia. Dado que la administración obradorista se autonombra, y fue califi-cada en su momento, por analistas y medios de comuni-cación, como un gobierno de izquierda, la “derecha” es un recurso retórico constantemente empleado para referirse a la oposición. Mediante sujetos ocultos, es decir, sin una referencia clara de a quién se refiere, López Obrador crea discursivamente un “otro peligroso”.

Párrafo 9: Cuando el presidente dice “La derecha está muy ofus-cada, molesta, irritada y se vuelven ambientalistas o femi-nistas, el propósito es atacar al gobierno” sugiere que las protestas de ambientalistas y feministas son una manera de encubrir la intención de “atacarle” y no la preocupación por el ambiente o la violencia contra las mujeres, instancia discursiva que pone en cuestión la legitimidad de estas

Parrafo 10: Quiero decir, si bien en la oposición existen grupos e individuos que se asumen como de derecha, hay una diversidad de actores que no comulgan con la actual admi-nistración; individuos, colectivos y organizaciones que, en muchas ocasiones, no responden a una lógica política partidista y electoral; algunos de ellos: pueblos indígenas que pugnan por la autonomía, activistas ambientales, anar-quistas, feministas, entre otros.

Parrafo 11: En otro sentido, el discurso teje una relación triá-dica entre sí mismo, el gobierno y el inmueble. La valla constituye un límite, una barrera para proteger el prestigio del gobierno que encabeza y su prestigio personal de esos “otros/otras”; pero también adquiere cuerpo, territorial-mente hablando. Se trata de una territorialidad construida física y simbólicamente sobre la que se extienden proyectos políticos. La instalación metálica indica posiciones físicas y metafóricas entre un “nosotros Estatal”, incluso encarnado en la figura presidencial, frente a unas “otras”. La declara-ción presidencial e instalación de las vallas “despliega es un escenario de luchas de sentido de definición de distintos ́nosotros ́ y de competencia entre distintas memorias”

Parrafo 12:La voz del presidente frente a estos movimientos minoritarios —no partidistas— es domi-nante. Su discurso circula con autoridad en la esfera pública, es replicado en diversas plataformas: radio, televisión, prensa impresa, internet. El público4, quienes reciben y participan del discurso, es convocado tácitamente para tomar una posición entre el “nosotros” y “los otros”. El muro reitera la interrogante: ¿de qué lado del muro habrás de colocarte?

Párrafo 13: Para retomar la distinción entre el “nosotros” y los “otros” que el presidente señala mediante el discurso y el objeto conviene señalar que la construcción de amenazas no es novedosa, es una práctica pedagógica y política clásica útil para crear un juicio político (Bernstein, 2015; Bobbio, 1996; Bobbio y Bovero, 1990). La instalación metálica anuncia la identificación de la protesta feminista como amenaza. Bernstein (2015) explica que la construcción y reconocimiento de una “amenaza” permite al soberano crear “marcos de excepción” para ejercer su poder, amparado en la defensa “forma de vida” dominante. Entonces, me pregunto, ¿contra qué atenta el feminismo?

Parrafo 14: El arte feminista se caracteriza por ser una intervención crítica anclada en las vivencias de las mujeres; se trata de prácticas situadas en la intersección social, histórica y política de vivirse en un cuerpo subalternizado

Parrafo 15: La población nacional sortea cotidianamente problemáticas relacionadas con la pobreza, marginación, narcotráfico, trata de personas y otras formas de violencia. La vulnerabilidad a la que las personas se enfrentan se acrecienta o disminuye en relación con marcadores sociales como: etnia, edad, clase social y género. Las mujeres estamos mayormente expuestas a vivir violencia, en principio, a razón de nuestra apariencia y cuerpo; a tal grado que el país ha sido considerado como uno de los 20 lugares más peligrosos en el mundo para ser mujer5. Ante este complejo entramado social, el trabajo de activistas feministas ha sido clave para cuestionar la normalización de la violencia de género e impulsar cambios

Parrafo 16: Actualmente, el feminismo6 —como movimiento social— ha ganado terreno entre distintos estratos de la población7. Muestra de ello fue la concurrencia a la marcha del 8 de marzo de 2020 en Ciudad de México. En la plancha del Monumento a la Revolución, punto de partida del reco-rrido, nos congregamos más de 200 000 mujeres. La densa respuesta a la convocatoria estuvo marcada por los feminicidios8 de Ingrid Escamilla y Fátima Aldriguett9. La indignación creció ante la crueldad de sus asesinatos, la revictimización de ellas y sus familias por parte de los agentes del Estado encargados de investigar e impartir justicia.

Parrafo 17: Quedarse en casa ha tenido consecuencias diferen-ciadas para la población. Entre las mujeres la desequi-librada división del trabajo doméstico y de cuidados ha multiplicado el trabajo, pues existe una tendencia a femi-nizar las actividades de crianza, cuidado de los enfermos, labores educativas, limpieza, entre otras. En muchos casos, el confinamiento ha implicado para las mujeres el recrude-cimiento de la violencia económica, sexual, física y psicoló-gica

Párrafo 18: El muro como objeto no es inocuo, sino que emerge
en una trama simbólica y social. En este, es posible ver proyectadas relaciones sociopolíticas.

Párrafo 19: Se trata de un
conjunto de placas de metal negras y azules, unidas mediante otras piezas metálicas. La densidad del material
transmite dureza. ¿Cuál es el mensaje que se transmite con la imposición de esta pesada barrera que protege
el Palacio Nacional? No se puede obviar que el inmueble que “protege” tiene una densidad simbólica como
sede del poder ejecutivo, lugar en el que trabaja y reside el presidente, representante de México ante el mundo,
jefe de las fuerzas de seguridad, encargado de garantizar el “estado de derecho”.

Párrafo 20: Entre mediados de los ochenta y comienzos de los noventa las prácticas del arte público se volcaron
hacia los problemas políticos, sociales e identitarios que aquejaban a las grandes ciudades. En este
contexto tomaron un camino hacia formas y procedimientos menos ortodoxos. Sí también, la relación, el diálogo y el cruce frontal con la comunidad se hicieron parte esencial del arte público.

Párrafo 21: En este caso, considero que la instalación del muro desde su materialidad pretende bloquear la comunicación de los motivos que convocan la marcha, señalando y acusando como protagonista el potencial de daño de la protesta.

Párrafo 22:los sentidos nunca están cristalizados o inscriptos en la piedra del monumento o en el texto grabado
de las placas. Como ´vehículo de memoria´, la marca territorial no es más que un soporte, lleno de
ambigüedades para el trabajo subjetivo y para la acción colectiva, política y simbólica de actores específicos en escenarios y coyunturas dadas.(2002, p. 2)

Párrafo 23: Las intervenciones sobre las placas se convierten en una contramarca histórica que recolocan el mensaje y
enuncian los motivos que convocan la marcha: la violencia contra las mujeres, los asesinatos de miles y la deuda
de la justicia.

Párrafo 24: La noche del 6 de marzo activistas feministas escribieron con pintura blanca, bajo
la mirilla de las vallas, cientos de nombres: Elisa, Abigail, Bianca, Marta, Lesly,
Areli, Juana… encima de la mirilla se lee “Víctimas de Feminicidio” (Rompeviento tv, 2021).

Párrafo 25: Los nombres se agolpan uno tras otro, son cientos, tal vez miles, tal vez no
todos logran un lugar, tal vez no estaban todas “nuestras muertas”. Los nombres son una figura reiterativa de la impunidad y la violencia que se escribe sobre el muro —que viene a ser el discurso oficial—.

Párrafo 26: La pintura material líquido contrasta con la dureza del metal. El contraste se
reitera en la elección del color: blanco sobre vallas negras. No pretendo sugerir que pintar los nombres en blanco se trate de una decisión cautelosamente calculada. Mi reflexión ofrece un posible sentido de la experiencia estética. Es decir, ofrezco únicamente una interpretación e invito a las y los lectores a preguntarse a través de la ubicación de la red de relaciones que sostiene la intervención: ¿qué les hacen sentir el contraste de estos colores?

Párrafo 27: Durante el día 7 de marzo más mujeres y algunos hombres sumaron acciones.
Las placas metálicas se llenaron de flores, listones, telas, lonas con fotos de mujeres desaparecidas o asesinadas, cartulinas, dibujos.

Párrafo 28: el arte feminista, entonces, es la resignificación del espacio subalterno donde han expresado su producción artística y cultural las mujeres para convertirlo en un espacio de subversión política. Por ello toman como materia prima,
herramienta y medio de su arte al cuerpo

Párrafo 29: El cuerpo ha sido clave en las expresiones artísticas feministas. En este caso, los nombres,
imágenes y símbolos corporizan las vidas de las mujeres que han sido cegadas por la violencia.

Párrafo 30: De acuerdo con el trabajo de Janett Wolff, se trata de una “intervención cultural como
crítica política […] basada en un análisis particular de las desigualdades sociales” (2007, p. 103). En este caso, las acciones contravienen el discurso oficial que ha construido al movimiento feminista como amenaza

Párrafo 31: La instalación pensada como dispositivo de seguridad es transformada en una franca
disputa por la generación de sentidos. Mediante la intervención se subvierte el primer sentido del muro y convoca al público a resignificar el objeto. Los elementos con que se interviene hallan la necesidad de vencer al olvido, mediante la idea de acumulación y serialidad de la muerte e impunidad

Párrafo 32: Propongo entender el muro como dispositivo y obra, ambos sentidos con claras implicaciones políticas. Kandinsky plantea que una obra es “una composición orgánica y eficaz de las
tensiones” (1998, p. 188). Las intervenciones complejizan el contenido material y discursivo del muro, a través de índices sensoriales se muestran fracturas y disputas.

Párrafo 33: Comprender el muro como obra trastoca la tríada artista/ obra/ espectador; sin embargo,
nos permite atender a “el dominio en que los «objetos» se funden con las «personas» a causa de las relaciones sociales entre las personas y las cosas, y entre las personas y otras personas por medio de las cosas” (Gell, 2016, p. 43). Me he querido centrar en las relaciones entre el muro/ el Estado/ el movimiento feminista; no obstante, a través de este objeto se puede rastrear o dar seguimiento a otra serie de relaciones.

Párrafo 34: Las prácticas artísticas tienen un rol fundamental al generar espacios reflexivos y críticos
que permitan abordar desde diferentes costados la coyuntura presente y al cuestionar lugares comunes y proponer nuevas formas de ver, oír y sentir, a través de sus diferentes propuestas políticas, estéticas y éticas del tiempo y de las miradas. (2019, p. 23)

Párrafo 35: Encuentro resonancia en los hallazgos de esta autora con el caso que analizo. El objeto es
construido por el Estado y dispuesto en el espacio público, pero la acción popular —la intervención sin autoría concreta— lo resignifica

Párrafo 36: El muro de paz se convirtió en obra porque con su intervención se hizo posible pensar en una forma de “rehabitar los espacios y cuerpos tocados por la violencia, de
la puesta en escena de los duelos íntimos y colectivos, de
las prácticas del recordar, […] entendiéndolas a la luz de
las prácticas cotidianas de resistencia y de resignificación”
(Cortés, 2019, p. 18)

Párrafo 37: Mi acercamiento al muro como memorial dialoga con la noción de antimonumento, “piezas que al transgredir las reglas de los lugares donde se ubican, invitan a la reflexión, al tiempo que reclaman justicia” (Díaz Tovar y Ovalle 2018, p. 19).

Párrafo 38: son antigloriosos y antiheroicos, son heridas
abiertas y punzantes […] Toman forma de una numeralia de dolor y violencia que marca nuestra historia reciente, sin reducir los acontecimientos a una cifra, a un dato.

Párrafo 39: A diferencia de los antimonumentos13, el “muro de paz” no fue creado por familiares de víctimas o activistas
como una expresión visual para demandar justicia. Su particularidad es su carácter popular, es decir, la fusión
entre las categorías de autor@s/ público. El dispositivo de
seguridad fue asaltado por sorpresa.

Párrafo 40: Reconozco que mi aproximación a este objeto está motivada por la experiencia estética que genera en mí desde su instalación —como dispositivo de protección— y hasta el
día de hoy —como archivo: fotográfico y audiovisual—. Me he permitido dar cabida a mi propia experiencia como mujer, académica, activista, asistente a la marcha

Párrafo 41: Innegablemente, mi mirada está sesgada por mi
formación como antropóloga; sin embargo, he procurado crear un diálogo con el trabajo analítico de autoras y
autores del campo del arte.

Párrafo 42: Asistí a la marcha del 8M 2021 convocada, en parte, por el muro. La instalación de este objeto me provocó para salir a la calle. Mi intención era registrar en foto y video la intervención. No me fue posible hacerlo. Detrás del muro
salía un gas que molestaba mis ojos, nariz y garganta.

Párrafo 43: Unos días después, el muro fue retirado, el Palacio
intacto. Seguramente, el cuerpo de más de una mujer
—a ambos lados del muro (policías y manifestantes)—
conservó señales de la marcha. Mi piel estuvo irritada por
varios días. Las fotografías y videos en redes y archivos
personales quedan como medio para recordar, pues el
objeto ya no está

Párrafo 44: Adicionalmente, he pretendido con esta breve
reflexión aportar a las discusiones sobre la materialidad de
los objetos, sus transiciones y la matriz de relaciones en la
que se insertan. Atender a la obra desde una mirada antropológica enriquece el análisis de las múltiples dimensiones que conforman el “objeto” no solo material y discursivamente, sino sensorial y emocionalmente

Párrafo 45: Entiendo que las acciones sobre las planchas de metal son una apuesta por cambiar las narrativas del pasado que nos han invisibilizado, actuar en el presente para alterar
las estructuras de poder y hacia el futuro, produciendo materiales que permitan hacer una historia más completa de nuestro presente y creando vínculos con las nuevas generaciones. (Mónica Mayer, s.f.)

Párrafo 46: Compartir mi mirada sobre el muro pretende ser una provocación para seguir pensando en cómo se manifiesta el poder y cómo lo cuestionamos.

Lectura inferencial

Párrafo 1: Son mas importantes objetos del gobierno, mas que las vidas de las mujeres.

Párrafo 2: La intervención en los muros metálicos por el arte y las consignas feministas, generan un espacio no de un arte estático, sino que genera un arte que interactúa con el publico.

Párrafo 3: Se empieza a generar y expandir el arte y quienes lo pueden hacer, en donde, cuando y con que mensaje, ya no es algo que solo puede hacer algunos.

Párrafo 4: Aquel nuevo arte, se convierte en una herramienta y un medio para cambiar o luchar contra aquellas políticas u otros motivos de indignación.

Párrafo 5: Las vallas metálicas son trasformadas en un memorial el cual consigue tomar la forma de herramienta para mostrar las muertes de las mujeres, esto tomando fuerza porque genera un impacto social, político y estético.

Párrafo 6: El discurso sobre las vallas, generan un enemigo imaginario que esta en contra del gobierno, desprestigiando la marcha y las acciones, generando un '' el gobierno solo quiere estar seguro''

Párrafo 7: La instalación de las vallas, genera un mensaje de ''protección'' que realmente genera es un abismo para que quede la gente indignada al otro lado del abismo, sin afectarles en nada.

Párrafo 8: El discurso del presidente genera un aspecto de héroe que solo busca el bienestar, pero lo que genera es mostrar a las protestas como ataques que deben ser minimizados o callados.

Párrafo 9: El aumento masivo del movimiento feminista es la normalización de violencia hacia la mujer, esto genera un grado de indignación, lo cual lleva que usando el arte como herramienta para expresarse empiecen a generar obras que cuestionen esto.

Párrafo 10: La implementación de las vallas y su posterior transformación en una herramienta de comunicación al pueblo frente a todo lo sucedido.

Párrafo 11:La reinterpretación de las vallas a pizarras muestra también muchos símbolos del movimiento feminista, todo lo que genera un mensaje y como la suma de estos genera un mensaje en contra de las violencias.

Párrafo 12: La valla genero una obra en la cual se conectan no solo el artista, el espectador y el espacio sino que además nos muestran la realidad y como esta choca con el estado que no genera ninguna garantía.

Párrafo 13: La transformación del muro, es una obra publica, en donde se deja una parte de cada una, una parte que las involucra a todas.

Párrafo 14: Toda esta valla y el acto artístico que la involucro desde el momento en que inicio hasta que fue desmantelada nos deja ver el tiempo de las obras, como estas no quedan inertes solo en sus soportes sino que afectan mas allá de cada una y como lo sensible debe estar relacionado a esto.