Interpretación y las competencias básicas de un intérprete.
Consiste en dotar de significado, mediante un lenguaje significativo, ciertas cosas, signos, fórmulas o acontecimientos (objeto significado). De ahí que interpretar consista en un acto de significaciones, esto es, un acto por el cual se asigna un significado específico a ciertos hechos, signos, fórmulas o palabras.
La interpretación es la mediación de dos sistemas lingüísticos, dos culturas y dos sistemas conceptuales distintos. Dicha mediación es la que permite expresar el significado, es decir, la interpretación transmite sentidos, no palabras.
Competencias lingüísticas
El intérprete debe de tener un nivel de entendimiento y conocimiento en sus lenguas de trabajo bilingüe o prácticamente nativo, además de conocer también los distintos registros y variedades de estas, y debe ser capaz de comprender el mensaje en la lengua de partida y aplicar sus conocimientos para transmitir el mensaje de la manera más fiel y precisa posible en la lengua de llegada. Por supuesto, también debe dominar terminología de sus diversas áreas de trabajo.
Competencias interpretativas
Es la habilidad para interpretar un mensaje de una lengua a otra de manera pertinente, incluyendo también la evaluación y comprensión del mensaje original para transmitirlo a la lengua de llegada sin cometer ninguna omisión, añadido, tergiversación o errores. También es esencial que el intérprete conozca y sea consciente de su papel durante el encuentro con las partes con las que va a trabajar.
Habilidades interpersonales
Debe tener unas habilidades comunicativas muy buenas, debe ser respetuoso, educado, tener tacto, y, en estos casos, mostrar también cierta empatía hacia la víctima para que esta pueda sentirse mejor y más relajada. También debe tener capacidad de relacionarse bien con la gente, no juzgar a nadie y tener un comportamiento siempre ético y profesional.
Competencias oratorias
Tiene que tener también una buenas habilidades de oratoria y de expresión para saber expresar bien todas las ideas.
Conocimiento cultural
El intérprete debe conocer los rasgos característicos de la cultura de sus lenguas de trabajo, actuando así no solo de intérprete o mediador lingüísticos, sino también de mediador intercultural. De esta manera, el intérprete podrá entender y explicar a las partes involucradas en el proceso interpretativo las posibles diferencias culturales que puedan surgir durante el encuentro y evitar así posibles malentendidos o conflictos.
Competencias técnicas y de búsqueda
Los propios expertos reconocen la necesidad e importancia de que los intérpretes conozcan la terminología técnica y tengan conocimiento de la materia en los campos relevantes. Para ello, las competencias de búsqueda consisten en la habilidad para adquirir información lingüística adicional y el conocimiento especializado necesario para interpretar en casos específicos.