En el contexto de la radiología, la distancia entre la fuente de rayos X y el receptor de la imagen es crucial para determinar la intensidad de la radiación. La Ley del Cuadrado Inverso establece que la intensidad de la radiación es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia.
En la creación de una instalación donde irá colocado una radiología simple, queremos saber a que distancia debemos estar para tener la menor exposición a la radiación posible. Por lo que si a 20 metros, tenemos una intensidad de 0,3 mGya, a una distancia de 10 metros tendremos una intensidad de 1,2 mGya.
Si añadimos un filtro al tubo de Rx, reducimos la cantidad de Rx de baja calidad que emitimos, por lo que el paciente absorberá menos radiación, y la imágen tendrá mayor contraste.
Una placa de tórax requiere 60kVp y 20 mAs, produciendo una intensidad de RX de 0,4 mGya, si el valor de kVp incrementa un 15% (69kVp), el valor también se reduce a 10 mAs, (la mitad), con la finalidad de mantener la exposción del RI constante.
Una placa de tórax requiere 220kVp, 20 mAs, y produce una intensidad de Rx de 640 mGya. Si el valor de mAs disminuye a 10 mAs, la exposición se verá afectada y se reducira a 320 mGya.