Los trastornos del sueño son afecciones que alteran los patrones habituales de descanso y pueden tener un impacto significativo en la salud. Entre ellos, se encuentran el síndrome de las piernas inquietas, el jet lag, la narcolepsia, el terror nocturno, la apnea obstructiva del sueño, el insomnio y el sonambulismo.
La ansiedad es un estado emocional displacentero que se acompaña de cambios somáticos y psíquicos, que puede presentarse como una reacción adaptativa, o como un síntoma o síndrome que acompaña a diversos padecimientos médicos y psiquiátricos.
Se debe ofrecer terapia de exposición a los pacientes con presencia de fobia específica por sus resultados benéficos.
La terapia cognitiva conductual está indicada para:
- trastorno de ansiedad generalizada
- pánico
- fobia social
- trastornos de fobias específicas
- TOC
Para la mayoría de pacientes la terapia cognitiva conductual se realizará en sesiones semanales de 1 o 2 horas y deberá completarse en un plazo máximo de 4 meses, puede ser de forma individual o grupal.
Uso de benzodiazepinas (Alprazolam, lorazepam, Diazepam) en el inicio del tratamiento, en las reagudizaciones y en el tratamiento a corto plazo (8 a 12 semanas).
En el tratamiento a largo plazo y desde el inicio se recomienda el uso de inhibidores selectivos de la serotonina ISRS. Iniciar con paroxetina, sertralina o escitalopram, si no hay mejoría cambiar a venlafaxina o imipramina.
En pacientes con abusó de sustancias o medicamentos puede prescribirse buspirona.
TOC
Pensamientos excesivos (obsesiones) que llevan a comportamientos repetitivos (compulsiones).
El trastorno obsesivo compulsivo se caracteriza por los pensamientos irracionales y los temores (obsesiones) que provocan comportamientos compulsivos.
El TOC se caracteriza por la obsesión en asuntos como el miedo a los gérmenes o la necesidad de organizar ciertos objetos de una manera específica. Los síntomas pueden manifestarse gradualmente y variar a lo largo de los años.
Dependiendo de la gravedad del TOC, algunas personas pueden necesitar un tratamiento a largo plazo, continuo o más intensivo. Los dos tratamientos principales para el TOC son la psicoterapia y los medicamentos. A menudo, el tratamiento es más eficaz con una combinación de estos.
Psicoterapia
La terapia cognitivo conductual, un tipo de psicoterapia, es eficaz para muchas personas con trastorno obsesivo compulsivo. La exposición y prevención de la respuesta, un elemento de la terapia cognitivo conductual, implica exponerte progresivamente a un objeto temido o a una obsesión, como la suciedad, y enseñarte formas de resistir el impulso de hacer tus rituales compulsivos. La exposición y prevención de la respuesta lleva esfuerzo y práctica, pero es posible que consigas una mejor calidad de vida una vez que aprendas a manejar tus obsesiones y compulsiones.
Medicamentos
Ciertos medicamentos psiquiátricos pueden ayudar a controlar las obsesiones y compulsiones del trastorno obsesivo compulsivo. Lo más común es que se prueben primero los antidepresivos.
Entre los antidepresivos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar el trastorno obsesivo compulsivo se incluyen:
- Clomipramina (Anafranil) para adultos y niños a partir de los 10 años
- Fluoxetina (Prozac) para adultos y niños a partir de los 7 años
- Fluvoxamina para adultos y niños a partir de los 8 años
- Paroxetina (Paxil, Pexeva) solo para adultos
- Sertralina (Zoloft) para adultos y niños a partir de los 6 años
Trastorno del sueño
Cambios en los patrones o hábitos del sueño que afectan a la salud.
- Síndrome de las piernas inquietas: Trastorno que se caracteriza por una necesidad prácticamente irresistible de mover las piernas, generalmente durante la tarde o noche.
- Jet lag: Trastorno del sueño que puede afectar a las personas que viajan en varios husos horarios.
- Narcolepsia: Trastorno crónico del sueño que provoca somnolencia excesiva durante el día.
- Terror nocturno
- Apnea obstructiva del sueño: Obstrucción intermitente del flujo de aire durante el sueño.
- Insomnio: Problemas persistentes para dormirse y para permanecer dormido.
- Sonambulismo: Afección que implica levantarse y caminar dormido.
Los principios básicos de esta terapia son que la somnolencia requiere una desactivación física y cognitiva y una
adaptación favorable a los cambios del medio. En otras palabras, los insomnes han perdido el automatismo que
propicia el tránsito de la vigilia al sueño y la plasticidad psicológica que permite contrarrestar las circunstancias inoportunas o indeseables que perturban el sueño.
Relajación. En individuos ansiosos o tensos puede ser
pertinente propiciar el sosiego necesario que les prepare para el sueño. Diversas técnicas pueden promover la relajación física y mental: respiración abdominal, yoga, hipnosis, meditación, biofeedback, sugestión etc.
Estimulo control. Este proceso condicionante hace que los pacientes asocien los rituales pre sueño con aprensión y vigilancia en lugar de con relajación y somnolencia. Para conseguir una estrecha relación cama-sueño y disminuir el componente condicionante del insomnio.
Restricción de sueño. La disminución del número de
horas de sueño aumenta la presión del sueño. El tiempo
total de sueño que se permite es considerablemente menor que el que el paciente habitualmente emplea por la noche.
Los hipnóticos benzodiazepínicos son los más eficaces son agonistas no selectivos del receptor
GABA-A, con acciones hipnóticas, ansiolíticas, miorrelajantes y antiepilépticas. Acortan la latencia del sueño y aumentan la cantidad total de sueño.
Antidepresivos. Están indicados en el tratamiento del
insomnio asociado a depresión. Sus ventajas son que tiene menor riesgo de provocar dependencia y abuso.
Esta propiedad farmacológica les ha hecho atractivos para el tratamiento del insomnio crónico.
La melatonina es eficaz para contrarrestar el “jet lag”
y el síndrome de retraso de sueño, pero su posible eficacia hipnótica es controvertida. La dosis habitual es de 3-9 mg administrados una hora antes de acostarse. Probablemente es útil para mejorar el sueño en pacientes ancianos con niveles bajos de melatonina.
Trastorno Bipolar
Trastorno que provoca altibajos emocionales, que van desde trastornos de depresión hasta episodios maníacos.
Se desconoce la causa exacta del trastorno bipolar, pero es posible que tenga que ver con una combinación de factores genéticos y ambientales y de la alteración de las sustancias químicas y las estructuras del cerebro.
Grupo de apoyo
Foro para el asesoramiento de personas y el intercambio de experiencias entre pacientes con una afección o meta similar, como la depresión o la pérdida de peso.
Terapia cognitivo-conductual
Terapia verbal que se enfoca en la modificación de las respuestas emocionales, los pensamientos y los comportamientos negativos asociados con los trastornos psicológicos.
Psicoeducación
Educación sobre la salud mental que permite asistir, validar y fortalecer a los pacientes.
Terapia familiar
Asesoramiento psicológico que ayuda a las familias a resolver conflictos y comunicarse de manera más eficaz.
Psicoterapia
Tratamiento de los trastornos mentales o de comportamiento mediante la terapia conversacional.
El litio y algunos antiepilépticos han demostrado eficacia como estabilizadores del estado de ánimo, son considerados como tratamiento de primera elección tanto en fase aguda como de mantenimiento.
El 70% de los pacientes tratados con litio han mostrado una reducción parcial de la manía.
El valproato es una alternativa que ha mostrado tener efectividad en el tratamiento.
La lamotrigina es un anticonvulsivante que se ha aprobado para el manejo de episodios depresivos y de mantenimiento.
El tratamiento debe controlarse regularmente y su efecto debe ser evaluado después de las 3 y 6 semanas.
Trastorno Depresivo
Es un trastorno del estado de ánimo que causa síntomas de angustia, que afectan cómo se siente, piensa y coordina las actividades diarias, como dormir, comer o trabajar. Para recibir un diagnóstico de depresión, los síntomas deben estar presentes la mayor parte del día, casi todos los días, durante por lo menos dos semanas.
~ Técnicas de autoayuda.
~ Terapias psicológicas.
~ Terapia farmacológica.
La depresión leve puede mejorar por sí sola sin tratamiento o con asesoramiento sobre cómo afrontar los problemas. Resultan eficaces la autoayuda y las terapias psicológicas. Las terapias psicológicas incluyen counselling (consejo/orientación) y otras terapias específicas para la depresión. Los fármacos antidepresivos también ayudan en
algunos casos.
Algunas personas utilizan procedimientos alternativos o complementarios, como la acupuntura, el yoga, el masaje o ciertos suplementos alimentarios, aunque no hay pruebas firmes que permitan recomendarlos.
La elección del fármaco puede depender de la respuesta previa a un antidepresivo específico. De otra forma, los ISRS son los fármacos de primera elección. Aunque los distintos ISRS son igualmente eficaces en los casos típicos, ciertas propiedades los hacen más o menos apropiados para determinados pacientes.
La esquizofrenia es un trastorno psicótico grave. Los síntomas afectan a múltiples procesos psicológicos, como la percepción (alucinaciones), ideación, comprobación de la realidad (delirios), procesos de pensamiento (asociaciones laxas), sentimientos (afecto plano, afecto inapropiado), atención, concentración, motivación y juicio.
La intervención psicológica, como parte de los tratamientos en la esquizofrenia, pretende los siguientes objetivos:
- Reducir la vulnerabilidad del paciente.
- Disminuir el impacto de las situaciones y eventos estresantes.
- Aumentar la adherencia al tratamiento.
- Disminuir el estrés y la discapacidad para minimizar los síntomas.
- Reducir el riesgo de recaídas.
- Mejorar la comunicación y las habilidades de afrontamiento.
- Acoger a la familia y atender las situaciones emocionales que se producen en el desarrollo de la enfermedad.
Estas intervenciones presuponen que el paciente está tomando la medicación adecuada.
Pacientes que cursan con primer episodio, o bien con
recurrencia pero que alcanzan la remisión completa de su
sintomatología, el tiempo de toma de medicamentos debe ser de 12 a 24 meses.
En quienes han presentado varios episodios o no alcanzan la remisión, el uso del medicamento es por un mayor “lapso de tiempo” y eventualmente es de por vida. DOSIS:
• Mantener la dosis con la cual se alcanza la remisión,
cuando menos por un lapso de 3-6 meses, si bien algunos
autores recomiendan no hacer ajustes hasta un año después.
• La disminución de la dosis de mantenimiento no debe
exceder del 20% con la que se logró el control de los síntomas.
• Los ajustes deben hacerse en lapsos no menores a tres meses hasta identificar la dosis mínima adecuada para
mantener la remisión.
• Los ajustes hacia el incremento o disminución deben efectuarse de acuerdo a la evolución clínica. ÿ Cuando se toma esta decisión, se recomienda hacerlo con intervalos de dos semanas