El sector del transporte enfrenta diversos peligros y riesgos que afectan tanto a los trabajadores como al entorno. Entre los peligros principales se encuentran los biológicos, debido a la exposición a enfermedades contagiosas; los químicos, relacionados con el transporte y derrame de materiales peligrosos; los físicos, derivados de condiciones peligrosas en las vías y accidentes de tráfico; y los psicosociales, que incluyen la violencia en el transporte público y el estrés laboral.