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von AMANDA ESTEFANIA O�A PALLO Vor 4 Jahren

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SI NO HUBIERA EXISTIDO BORGES -Beatriz Sarlo.

Beatriz Sarlo explora un universo alternativo en el que Jorge Luis Borges nunca existió, analizando cómo esta ausencia habría influido en otros escritores argentinos. Adolfo Bioy Casares, sin la colaboración con Borges, quizás no habría alcanzado la misma relevancia, mientras que Silvina Ocampo podría haberse destacado más por su estilo único y rebelde.

SI NO HUBIERA EXISTIDO BORGES   -Beatriz Sarlo.

SI NO HUBIERA EXISTIDO BORGES -Beatriz Sarlo.

Sarlo escribió un ensayo, imaginando así la imposible inexistencia de Jorge Luis Borges.

Sin Borges, la teoría literaria no habría encontrado una obra que le permitiera alcanzar una autoconciencia argentina: pensar problemas teóricos con textos escritos acá, como si esos textos anticiparan aquellos problemas, los adivinaran y los dejaran abiertos. Y, aunque la lengua de Arlt y la de Saer llegan de geografías originales, sin Borges no se habría escrito en ese castellano rioplatense límpido, tan criollo como cosmopolita, que (al revés de los enigmas rebuscados pero banales) sólo muestra su dificultad magistral, su desafío a la inteligencia, una vez que el lector se ha acercado a comprenderla.

De conclusión

Para finalizar, Sin Borges no existieran obras literarias escritas en la lengua criolla, ni mucho menos en castellano, mismo que mostró diversos retos con la inteligencia de cada individuo.

Décimo párrafo
Sin Borges, la literatura argentina no habría tenido un capítulo “anti-Borges” donde se discutieron las implicaciones entre figuración literaria e ideología política. AntiBorges es el título de la recopilación, hecha por Martín Lafforgue, de esos debates. Aunque parezca una discusión vieja, no lo es tanto y, a veces, vuelve en el momento menos pensado (precisamente porque es el momento en que se piensa menos). Sin Borges, el escritor de literatura fantástica más citado habría sido Cortázar, que presenta pocos problemas ideológicos después de su conversión a la revolución cubana. La oposición fantástico-realista habría tenido como objeto sus relatos.

Plantea que sin la existencia de Borges, Cortázar habría sido un escritor reconocido hoy en día por sus grandiosas obras literarias y por sus grandes pensamientos, mismos que llegaron a proporcionar pocos problemas ideológicos.

Noveno párrafo
Sin Borges, ¿qué habría sido Saer? Su primer libro, de 1960, En la zona , es tan borgeano como un homenaje o una ironía. Después, Saer (lector de Borges, de los mejores) se dedica a lo suyo, como si En la zona hubiera sido el paso necesario para mostrar que cualquiera imita a Borges, en un momento de copia necesaria y de competencia temeraria que, una vez atravesado, abre un territorio original. Copiar para exorcizar; copiar para ausentar.

Expone que el gran resultado y éxito de la obra literaria de Saer fue gracias al intento y gran admiración a las obras por las que estaban compuestas las obras literarias de Borges, en dónde Saer no tiene ni fundamento ni criterio propio.

Octavo párrafo
Algunos escritores intocados por la ausencia de Borges: Leopoldo Marechal, por ejemplo. Poco habría cambiado. Adán Buenosayres está escrito en absoluta contemporaneidad con los grandes relatos de Borges, pero como si perteneciera a un sistema musical diferente, con otros tonos y escalas. La huella de Marechal habría sido probablemente la misma. Borges y Marechal no se escuchaban. Cortázar, en cambio, leía a Borges y declaró que quiso escribir en la lengua que Borges usaba. Como inventor de ficciones buscó lo que Borges rechazaba: el shock del surrealismo, el disparate de la patafísica. No estoy muy segura de que Borges le fuera indispensable del modo en que lo fue para Walsh o para Piglia. Lo fantástico de Cortázar no es una respuesta a Borges; es diferente.

En este párrafo la gran espontaneidad y originalidad que tenía Borges al escribir sus obras literarias, lograba conquistar a sus espectadores mismos que buscaban imitar sus obras literarias pero con las novelas que Borges rechazaba.

Séptimo párrafo
Probablemente Bioy no habría sido quien fue realmente sin Borges y a Silvina Ocampo se le reconocería una marca de originalidad muy fuerte. Ella no fue borgeana; su escritura tiene una turbiedad, una buscada imprecisión, una perversidad en el acople de palabras que no son borgeanas. Hay en Silvina Ocampo una especie de rebeldía a la racionalidad formal y a la trama bien compuesta, a la nitidez de lo complejo (la gran marca de Borges) que la coloca siempre como una outsider . Sin Borges, Silvina Ocampo habría sido una alternativa de primer plano, no una escritora extraña que, paradójicamente, estuvo cerca de Borges mucho tiempo.

Párrafo Descriptivo

Decimos que este párrafo es descriptivo porque, detalla y explica el porque y como es que Bioy y Ocampo son reconocidos por sus obras literarias, ya que Silvina es una escritora con carácter grotesco y argumentos poco complejos.

Sexto párrafo
Sin Borges, la forma más simple de ordenar la literatura de la primera mitad del siglo caería en pedazos. La servicial oposición en la que Borges fue lo que Arlt no pudo ser y viceversa le da un orden a los libros hasta 1950. Pero sin Borges, la originalidad de Arlt enlazaría directamente con la de Puig: dos escritores que escriben “desde afuera” de la literatura, aunque sea un mito sostener que no sabían literatura. Arlt escribe desde el periodismo, el folletín y la novela rusa (Borges detestaba la novela rusa y le gustaban, como una debilidad, sólo los folletines gauchescos); Puig escribe desde la novela sentimental y el imaginario del cine (Borges detestaba la novela sentimental, y le interesaba el cine, pero no a la manera de Puig: ponía sus distancias, hacía esguinces).

En este tipo de párrafo el razonamiento tiene un claro objetivo, mismo que busca convencer al lector, porque si bien es cierto, este párrafo está basado en que Arlt y Puig tenían diversos gustos por la escritura de diferentes novelas, tanto rusa como sentimental, mientras que Borges detestaba las novelas antes mencionadas.

Quinto párrafo
Martínez Estrada fue el gran escritor ideólogo; pero, sin Borges, no habría obstáculos para pensarlo, en soledad, como el gran ensayista del siglo. Por otra parte, sus relatos se correrían al centro del sistema. El prodigioso “Marta Riquelme”, por ejemplo, habría inventado un espacio original, fantástico, laberíntico, arbitrario y terrible. “La inundación” sería el tributo que la literatura argentina, en ausencia de Borges, rindió a Kafka, el escritor que Borges admiró de modo incondicional. Pero algo estaría faltando. Martínez Estrada no es citable como lo es Borges, y una literatura es, entre otras cosas, un sistema de citas y reconocimientos, rebotes, préstamos y deformaciones.
Por su contenido

Párrafo Expositivo

Sin la existencia de Borges, la literatura no tendría validez alguna, no habría motivo alguno para leer ni redactar una gran obra.

Cuarto párrafo
En cambio, se trata de olvidar que existió y reordenar lo que queda. Los libros inaugurales de lo nuevo habrían sido Veinte poemas para ser leídos en el tranvía (1922), Calcomanías (1925) y Espantapájaros (1932), de Oliverio Girondo, y no la serie Fervor de Buenos Aires (1923), Luna de enfrente (1925) y Cuaderno San Martín (1929). Probablemente nadie habría releído a Evaristo Carriego, como lo hizo Borges, y la poesía argentina tendría en su centro operaciones más “vanguardistas”, como las de Girondo. Y en lugar de las orillas porteñas, el barrio y las calles rectas hasta el horizonte, estaría el paisaje fluvial y fluyente de Juan L. Ortiz. En ausencia de Borges, probablemente ésas serían las dos grandes líneas poéticas de la primera mitad del siglo XX.

De desarrollo

Plantea posibles problemas que hubiera tenido la literatura llegando a ser innovadores y poco conocidos y sobre todo leídos en estos tiempos.

Tercer párrafo
¿Cómo habría sido la literatura hasta los años ochenta sin Borges? Es difícil imaginar a Bioy Casares sin ese prólogo a La invención de Morel que escribió Borges. Pero podemos imaginar otros que, probablemente, habrían dibujado una cartografía distinta, despojada del “centro Borges”. La pregunta permite pensar “en hueco”, no como si algo faltara sino intentando imaginar su radical inexistencia. Si se lo pensara como un simple faltante, el ejercicio no valdría la pena.

Párrafo Argumentativo

El autor plantea su punto de vista en base a su contenido, mismo que invita a pensar y explicar desde su perspectiva.

Segundo párrafo
Los lugares comunes algunas veces aciertan. Por ejemplo: es imposible pensarla literatura argentina sin Borges. Pieza maestra del siglo XX, a partir de él se cruzan o se dispersan todas las líneas. Esto vale hasta comienzos de 1980. Desde entonces pasan cosas diferentes que darían lugar a otra nota, cuyo título podría ser “La literatura argentina después de Borges”, cuando comenzó a funcionar de modo más “normal”, menos volcánico; sigue siendo el Gran Escritor con quien, sin embargo, ya no todos ajustan cuentas y se trazan diagonales que Borges no pisó. La culminación absoluta y el apaciguamiento.
Por su función

De introducción

Párrafo Narrativo

Personalmente, decimos que es de introducción, ya que este da inicio el texto que se va a leer y a su vez es un párrafo narrativo porque facilita y brinda una idea clara y precisa del tema que se va a tratar.

Primer párrafo