CÁNCER GINECOLÓGICO
NUESTRO CUERPO
Genitales femeninos
La vagina es un órgano elástico en forma de tubo cerrado con una profundidad de unos 6 ó 9 centímetros y rodeada de músculos muy fuertes, que podemos controlar de forma voluntaria cuando aprendemos a controlarlos.
El útero o matriz es un órgano hueco formado por tejido muscular que tiene la forma de una "pera" pequeña e invertida.
Los ovarios, tienen dos funciones definidas, activan todos los meses un óvulo y segregan las hormonas femeninas.
Los Pechos
Se desarrollan durante la pubertad de la chica. La forma y el tamaño varían de una mujer a otra y en la misma mujer cambian de un período a otro de su vida, en función de
la influencia hormonal que reciban
en cada momento y de otros factores. Por lo general un pecho es un
poco mayor que el otro.
EL AUTOCONOCIMIENTO
Autoexploración genital
Para conocer los genitales por fuera y
por dentro, se usa un espejo y un espéculo (instrumento que usa el personal sanitario para realizar la exploración genital). A ellos mismos le puede decir que le enseñen a usarlo, no es difícil.
Esta autoexploración se puede hacer
con cierta regularidad y permite reconocer algunos cambios con antelación y, acudir a los/as especialistas antes de que los cambios se hagan graves o más difíciles de tratar.
Autoexploración mamaria
Se trata de aprender a conocer las mamas y establecer comparaciones.
Percibir las diferencias que hay entre una y otra, o las pequeñas modificaciones que puedan aparecer, para que cuando se note algo "anormal" acuda al/la
médico/a.
Para realizar esta autoexploración, se debe situar de pie frente a un espejo. Con los brazos colgando, mirar ambos pechos, buscando si hay alguna asimetría no
habitual. Luego se levantan los brazos y se comprueba su movilidad y simetría.
Topic principal
FACTOR O FACTORES DE RIESGO
Se llaman a así a las causas que hace que aumenten las probabilidades de padecer una cierta enfermedad. Por ejemplo, un factor de riesgo para tener cáncer de
pulmón es fumar. Esto no quiere decir que, necesariamente, todas las personas
fumadoras vayan a tener un cáncer de pulmón, sino que en estas personas las
posibilidades de padecerlo serán superiores a las no fumadoras.
Con frecuencia, en los cánceres femeninos que trataremos en este cuaderno, un factor de riesgo es que existan casos en familiares directos, una mujer que su madre o su hermana hayan tenido un cáncer de mama tiene más riesgo.
EXÁMENES GINECOLÓGICOS
La citología
Consiste en obtener una muestra de las células superficiales de la vagina y el cuello del útero, por fuera y por dentro. Para ello, se coloca el espéculo y se raspa, suavemente, con una espátula las paredes vaginales y el cuello del útero. Las muestras que se obtienen se colocan en un cristal y se fijan con laca. Luego se analizan. Es una prueba totalmente indolora.
La colposcopia
El colposcopio es un aparato parecido a unos prismáticos, que permite ver las paredes vaginales y el cuello del útero con más detalle que a simple vista. Se utiliza si se sospecha que existe una lesión en el tejido del cuello uterino, principalmente, y también en la vagina y en la vulva.
La Ecografía Genital
La ecografía (ECO) es un método de diagnóstico cómodo, fiable e inocuo, es decir, no perjudica. Sirve para diagnosticar alteraciones de la forma o tamaño de los órganos que se observan. Con la ecografía ginecológica se puede ver si existe o no alteraciones en la forma y tamaño del útero, las trompas, los ovarios y las zonas que los rodean.
La ecografía mamaria
La ecografía de las mamas se suele utilizar para apoyar el diagnóstico de una enfermedad mamaria, previamente, realizado por palpación y/o mamografía. Muchas veces, se utiliza para ayudar a la mamografía a ver cosas que ésta no puede ver, como el estado sólido o líquido de un tumor, o la presencia de tumores en mamas muy densas -con mucho tejido- que son muy frecuentes en mujeres jóvenes.
La mamografía
Consiste en una radiografía especial con compresión de las mamas. Permite observar las alteraciones que presenta el tejido mamario. Se pueden distinguir tumores y otros cambios que diferencian las alteraciones benignas de las malignas.
La biopsia
Es una prueba sencilla pero un poco más agresiva que las explicadas hasta ahora. Se realiza extrayendo un pequeño trozo de tejido. Luego este tejido se analiza. Según el órgano que haya que analizar, esta prueba se realiza con anestesia general, local o sin anestesia. En el caso del cuello del útero, sirve para confirmar el diagnóstico en los casos en que, mediante la citología, se sospecha alguna alteración.
TIPOS
LOS TUMORES MALIGNOS FEMENINOS
El término tumor en lenguaje médico, se podría traducir de forma coloquial como bulto. Todo "bulto" anormal en el cuerpo humano se designaría como tumor. Los tumores pueden ser benignos o malignos. A los tumores malignos se le llama cáncer. Las células de los tejidos que forman el organismo, suelen estar en continuo recambio o transformación.
CÁNCER DE MAMA
Es el más habitual de los cánceres femeninos, aunque sólo representa el 10 % de las enfermedades de la mama. Es decir, nueve de cada diez son benignos. Su frecuencia está aumentando en los países con niveles de vida altos.
Factores de riesgo
Como ya hemos dicho, el factor de riesgo más importante para padecer un cáncer de mama es la edad. Otro factor de riesgo demostrado es la existencia de cáncer en familiares directos (madre, hermanas, hijas...), que será más importante, si el cáncer familiar aparece en más de una persona, si aparece antes de la menopausia o si aparece en las dos mamas.
Prevención secundaria o Diagnóstico precoz
Es difícil prevenir su aparición, ya que existen muchos factores que contribuyen a su desarrollo, sin embargo, se puede detectar a tiempo y con facilidad ya que el pecho se ve, se palpa y se radiografía sin problemas. Así, diagnosticarlo a tiempo, sería la verdadera prevención.
Tratamiento
Cuanto antes lo empecemos mejor. Actualmente, cuando el tumor es pequeño, se utilizan técnicas quirúrgicas menos agresivas que extirpan solamente el tumor, conservando la mama. Cuando esto no es posible, la cirugía plástica permite la reconstrucción de la mama.
CÁNCER DE VULVA
Este es un tumor de escasa frecuencia, propio de mujeres mayores de 65 años, pero de fácil diagnóstico y con algunas características particulares. Suele aparecer como una lesión en la vulva -labios mayores y/o menores- que produce picor.
DISPLASIA, CARCINOMA “IN SITU” Y CÁNCER DE CUELLO UTERINO
A veces, se pueden observar alteraciones celulares similares a las del cáncer en las capas más superficiales de un tejido, apareciendo las más profundas normales. Según el grado y la profundidad de la alteración, a estas alteraciones se les denomina "lesión intraepitelial de alto y de bajo grado" (antes displasia leve, moderada, grave y carcinoma "in situ").
Factores que favorecen el cáncer de cuello de útero
Desde hace muchos años, se sabe que la aparición de este cáncer, tiene que ver con el coito y con las enfermedades de transmisión sexual, debido a su rara aparición en mujeres que nunca han tenido coitos y a que la probabilidad de padecerlo aumenta cuanto más joven se han iniciado los coitos, con el número de parejas que se han tenido y con el número de parejas del compañero.
La prevención
La mejor prevención es el diagnóstico precoz que se realiza con una prueba sencilla; la citología. Realizándose esta prueba, periódicamente, la posibilidad de diagnosticarlo en las primeras fases es muy alta.
Tratamiento
Existen varias opciones para el tratamiento de las lesiones de bajo grado como: la simple vigilancia mediante citologías, los tratamientos con algunos fármacos, la criocoagulación (tratamiento mediante el frío), el láser y la extirpación del foco, todos ellos sencillos e indoloros.
CÁNCER DE ÚTERO
El cáncer de endometrio es, el más frecuente, de los cánceres de útero, pero cada vez se diagnostica más a tiempo y se cura más fácilmente. Además, la mortalidad por cáncer uterino, está disminuyendo en todos los grupos de edad y en todo el mundo.
Factores
No se conocen sus causas, pero los estudios señalan algunos factores que pue dan favorecer su aparición. Ya hemos visto que suele aparecer tras la menopausia en el noventa por ciento de los casos. Parece favorecer su aparición una vida reproductiva larga, es decir, una primera regla muy joven y una menopausia tardía. Aunque tener hijos disminuye la posibilidad.
El tratamiento
Una vez diagnosticado conviene tratarlo cuanto antes. El tratamiento en general es inicialmente quirúrgico e incluye la extirpación del útero, incluyendo el cuello, los ovarios y las trompas, por ser las zonas hacia las que puede extenderse la enfermedad.
CÁNCER DE OVARIO
Es el cuarto cáncer en orden de frecuencia en la mujer. Su incidencia ha ido aumentando en los países industrializados. Se presenta generalmente entre los 60 y 65 años.
Factores de riesgo y de protección
Se consideran factores de riesgo, aunque débiles, para padecer un cáncer de ovario los relacionados con factores reproductivos, entre ellos las mujeres que no han tenido hijos (nulíparas) de más de 45 años, también aquellas con la menopausia tardía o las que su primer embarazo fue después de los 30 años.
La prevención
Para diagnosticarlo, precozmente, son necesarias las revisiones ginecológicas periódicas, especialmente en mujeres que han pasado la menopausia y en las que se debe incluir la realización de una ecografía que explore los ovarios.
El tratamiento
Normalmente, cuando el tumor es maligno se extraen mediante cirugía los dos ovarios con sus trompas y el útero. A veces, según los casos, antes de operar se utiliza quimioterapia.
PREVENCION
La prevención es la mejor forma de actuar ante este tipo de problemas. Las revisiones periódicas, pueden evitar que se desarrollen la mayor parte de los cánceres ginecológicos y mamarios
APRENDER A VIVIR CON EL CÁNCER
Siempre pensamos en el cáncer como algo terrible, aunque la mayoría de nosotras conocemos a personas que lo han superado. Con frecuencia, muchas tratan de ocultarlo. Este tipo de prejuicios desaparecerá cuando aprendamos a hablar sobre esta enfermedad, a expresar nuestras experiencias y sentimientos.
Con respecto al cáncer cabe plantearnos tres fases en nuestras vidas: antes, durante y después del diagnóstico y el tratamiento. En el antes, lo más habitual es que, desde que aparece el primer síntoma de dolor o alguna molestia, dejemos pasar bastante tiempo antes de acudir a consultar. Son bastantes las personas que acuden demasiado tarde, o se demoran en hacerse las pruebas que el médico les pide, por miedo a enterarse de lo que tienen.