Desarrollo psicosocial de la adolescencia

de los 10 a los 13-14 años

Los procesos psíquicos de la adolescencia comienzan en general con la pubertad y los importantes cambios corporales que trae consigo.

de los 14-15 a los 16-17 años

El hecho central en este período es el distanciamiento afectivo de la familia y el acercamiento al grupo de pares.

de los 17-18 años en adelante

Esta es la última etapa del camino del joven hacia el logro de su identidad y autonomía.

Adquisición de destrezas vocacionales/laborales que permitirán avanzar en el camino que llevará más temprano o más tarde a hacerse autosuficiente financieramente.

Aceptación del propio cuerpo, el conocimiento objetivo y la aceptación de la propia personalidad, la identidad sexual, la identidad vocacional.

Capacidad de manejar o autorregular las emociones y adquirir la habilidad para relacionarse efectivamente con otros.

Etapa del desarrollo ubicada entre la infancia y la adultez, en la que ocurre un proceso creciente de maduración física, psicológica y social que lleva al ser humano a transformarse en un adulto.

Según la OMS, este período comprende entre los 10-19 años.

El término adolescencia deriva del latín «adolescere» que significa «crecer hacia la adultez»

Existen diferencias y especificidades derivadas de factores como el sexo y etnia del joven, y del ambiente en que se produce (urbano o rural, nivel socioeconómico y educacional, tipo de cultura, etc.) que no permiten que ningún esquema de desarrollo psicosocial pueda aplicarse a todo joven.

Egocentrismo, adolescente centrado en su físico, conducta y cambios personales. Asume que otros tienen perspectivas y valores idénticos a los suyos.

Comienzo del surgimiento de pensamiento abstracto o formal, la toma de decisiones involucra habilidades más complejas esenciales para la creatividad y el buen rendimiento académico.

Aumenta el deseo de independencia y disminuye el interés por las actividades familiares. Las amistades se vuelven más importantes.

Preocupación por su físico, inseguridad respecto a su apariencia y comparación con otros jóvenes y esteriotipos culturales. Se intensifican los impulsos de naturaleza sexual.

Desiciones basadas en el interés propio, en el temor al castigo y en la anticipación de recompensas o beneficios. Preocupación por satisfacer las expectativas sociales.

La autoimagen es muy dependiente de la opinión de terceros. El joven tiende al aislamiento y pasa más tiempo solo. Tiene tendencia a la impulsividad.

El joven ya no acepta la norma, sino hasta conocer el principio que la rige. Incremento en razonamiento, creatividad y expectativas académicas.

El joven se involucra en la subcultura de su círculo social. Las amistades son extremadamente importantes. Desafía los valores y la autoridad de los padres.

Aumenta la aceptación del propio cuerpo, se concientiza acerca de la orientación sexual, se involucra en relaciones de pareja lo que aumenta el experimento de conductas sexuales.

Gerenalmente, tiende a ser convencional al igual que el de la mayoría de los adultos.

La autoimagen depende del propio adolescente, encuentra su identidad y se adquiere la actitud para tomar decisiones propias. Consciente de las limitaciones personales.

Aumenta la habilidad para reconocer consecuencias y la capacidad para resolver los problemas. Pensamiento abstracto firmemente establecido.

Disminución de la influencia del grupo de pares. Se convierte en una entidad separa de su familia. Relación padres-hijo alcanza nuevas dimensiones intensificando el respeto y el valor de las diferencias.

Acpetación de los cambios y la imagen corporal. Aumenta la inclinación hacia relaciones de parejas siendo más íntimas y estables basadas en interéses y valores similares, además de un cuidado mutuo.

Preocupación de los principios morales escogidos. Acercamiento a los problemas morales. Dependencia de los principios autónomos.