EL IMPERIO CAROLINGIO

DEL REINO FRANCO AL IMPERIO CAROLINGIO

Los francos fueron un pueblo de origen germano que se estableció en la Galia romana en el siglo V. Los francos contaban con una monarquía débil, lo que fortaleció al grupo social de la nobleza. Consiguió que su hijo Pipino, llamado el Breve, fuera proclamado rey de los francos en el año 751. Así pues, la Iglesia católica desempeñó un importante papel en el proceso de expansión y consolidación del Imperio carolingio y viceversa.

Europa con el objetivo de restablecer el antiguo Imperio romano de Occidente. Occidente y el Imperio bizantino.

e1

Añada su texto

LA ORGANIZACIÓN DEL IMPERIO

Carlomagno fijó la capital del Imperio en
Aquisgrán (actual Aachen, en Alemania),
donde residía la corte.
El máximo representante del poder político y militar era el emperador. Era esta una
monarquía de derecho divino, es decir, se
consideraba que el rey era mandatario por
la gracia de Dios.

e1

EL INICIO DE LAS RELACIONES FEUDALES

Debido a la extensión del Imperio, fue necesario crear una eficaz administración y dividir el territorio en condados y marcas, delegando cierto poder en la nobleza.

LA MARCA : Era un territorio defensivo, localizado en las zonas fronterizas del Imperio.
Lo gobernaba un marqués.

Imperio para vigilar la actuación de condes y marqueses.
Para pagar los servicios de tantos funcionarios, el emperador asignó a dichos nobles numerosas tierras, llamadas feudos. A cambio, los nobles debían jurar fidelidad al rey y ofrecerle sus servicios en el ejército cuando este los reclamara.

EL CONADO: Era un territorio gobernado por un conde en nombre del rey

ECONIMIA

e1

A diferencia del Imperio romano, el Imperio carolingio adquirió un carácter esencialmente rural: la tierra era la principal fuente de riqueza y la población vivía dispersa en villas o en pequeños núcleos.

DECADENCIA

El Imperio carolingio perduró durante el reinado de Carlomagno, pues su sucesor, Luis el Piadoso, era un rey débil que no supo mantener el Imperio unido.sus
hijos acordaron dividir, definitivamente, el
Imperio en tres unidades políticas: Francia,
Lotaringia y Germania.
Las dos últimas fueron unificadas en el siglo
X, formando el Imperio germánico