EMPRESA FAMILIAR

Las empresas familiares son aquellas en las que la propiedad, el control y la gestión están en manos de una o varias familias. Estas empresas pueden ser pequeñas o grandes y abarcan todo tipo de industrias, desde comercios locales hasta grandes corporaciones multinacionales.

Para que una empresa se considere familiar, la familia o uno de sus miembros debe tener al menos un 20% de derechos de voto y mayor porcentaje de acciones que el resto de los inversores. Así, las decisiones familiares tendrían el mayor peso posible en la empresa, y la tendencia general sería a incorporar miembros de la familia en puestos clave de control y decisión.

Valores familiares: Los valores, cultura y visión de la familia suelen reflejarse en la forma en que la empresa se maneja.

Gestión familiar: En muchas ocasiones, los miembros de la familia ocupan roles clave en la gestión y dirección de la empresa.

Longevidad: Las empresas familiares tienden a ser más longevas, ya que muchas tienen un enfoque a largo plazo, buscando la continuidad de la familia a través de generaciones.

Propiedad familiar: Generalmente, la familia posee la mayoría o la totalidad de las acciones de la empresa.

Walmart. Esta colosal cadena estadounidense de tiendas de descuento fue fundada en los años 60 por Sam Walton, y hasta el día de hoy la familia Walton controla alrededor del 48% de las acciones de la empresa.

Ford. La mítica empresa automotriz de Henry Ford, el genio creador del modelo de producción en masa, es todavía administrada por sus descendientes, que administran el 40% de las acciones totales de la empresa.

Toyota. Esta empresa automotriz nipona pertenece a la familia Toyoda, y durante décadas ella ocupó la totalidad de sus acciones. Desde 1993 no es así, pero su presidente y CEO actual es Akio Toyoda, descendiente del fundador.

Grupo Bimbo: Una de las empresas de alimentos más grandes del mundo, fundada por la familia Servitje en México.

Las desventajas más comunes de una empresa familiar tienen que ver con los conflictos de intereses dentro de la familia en cuestión. Dado el nexo emocional que necesariamente se da entre los integrantes de una familia, es común que existan rencillas, mitos familiares o presiones adicionales (que relacionan el éxito empresarial con el lugar afectivo dentro de la familia) cuyo impacto en el desempeño empresarial puede ser considerable.

Conflictos familiares: La mezcla de familia y negocio puede generar tensiones, especialmente si existen diferencias en la toma de decisiones o la visión a futuro.

Problemas de sucesión: El proceso de transmitir la empresa de una generación a otra puede ser complicado y generar conflictos sobre quién debe asumir el liderazgo.

Falta de profesionalización: A veces, la empresa no contrata a profesionales capacitados fuera de la familia, lo que puede limitar su crecimiento.

Dependencia de pocas personas: Si la empresa depende demasiado de un miembro clave de la familia, su partida puede tener consecuencias negativas.

Las ventajas de toda empresa familiar apuntan al control que se tiene sobre la empresa y a la continuidad que se le da al mismo a lo largo de las generaciones. Una empresa familiar rara vez dejará de serlo, excepto en casos de crisis económica que obligue a la venta o a la quiebra o situaciones similares.

Toma de decisiones ágil: Debido a que la propiedad y la gestión están concentradas en un grupo pequeño, las decisiones pueden tomarse más rápidamente.

Flexibilidad: Las empresas familiares pueden adaptarse mejor a cambios en el mercado, ya que no están tan presionadas por accionistas externos.

Visión a largo plazo: A menudo, las empresas familiares están menos enfocadas en resultados inmediatos y pueden hacer inversiones a largo plazo para asegurar el futuro.

Estabilidad y lealtad: La empresa puede experimentar una mayor estabilidad financiera, ya que los miembros de la familia suelen ser muy leales y comprometidos con el éxito de la empresa.

Profesionalización de la gestión: Incorporar a personas externas con experiencia para asumir roles de gestión puede ayudar a la empresa a crecer de manera más estructurada.

Planificación de la sucesión: Es importante establecer un plan claro para la sucesión, identificando a los futuros líderes y asegurándose de que estén preparados.

Comunicación abierta: Mantener un canal de comunicación claro entre los miembros de la familia es crucial para evitar conflictos y malentendidos.