La genealogía de la moral
Tratado primero: «bueno y malo»,
«bueno y malvado»
prescindiendo en la insostenibilidad
histórica de aquella hipótesis sobre la procedencia
del juicio de valor.
«bueno»
éste establece que el concepto
«bueno» es esencialmente idéntico al concepto.
«útil»
, «conveniente»,
el matiz básico en razón del cual los nobles se sentían
precisamente hombres de rango superior
«los poderosos», los «señores», «los que mandan»
«los ricos», «los propietarios»
La rebelión de los esclavos en la moral comienza cuando el
resentimiento mismo se vuelve creador y engendra valores
el resentimiento
la reacción de la acción,
desquitan
únicamente con una venganza imaginaria.
¡Esos «instrumentos de la cultura» son una vergüenza del hombre y representan
más bien una sospecha, un contraargumento contra
la «cultura» en cuanto tal!
«bueno y
malo», «bueno y malvado»
han sostenido en la tierra una
lucha terrible, que ha durado milenios
la lucha ha sido llevada
cada vez más hacia arriba y que, precisamente por ello, se ha
vuelto cada vez más profunda.
cada vez mas espiritual
hasta
ahora no ha habido acontecimiento más grande que esta lucha,
que este planteamiento del problema.
Tratado segundo: «culpa», «mala conciencia»
y similares
Tratado tercero: ¿qué significan los
ideales ascéticos?
se refiere aquí a
los psicólogos ingleses. Nietzsche se burla suavemente de ellos,
de esas ranas viejas, frías, aburridas, que chapotean en la cié
naga humana.
Y por fin viene la nueva verdad de este primer tratado: la
psicología del cristianismo.
la religión del amor
la religión
del odio más profundo contra los buenos
También aquí el comienzo es frío y sereno.
Pero la culpa no es nada que tenga que ver con la
responsabilidad moral, sino que es una deuda (Schuld).
una relación entre un acreedor y un deudor.
Nietzsche considera asimismo que los dioses deben su origen
a este sentimiento de deuda
Este tratado, el más amplio e importante de todos,
comienza
con burlas e ironías dolorosas sobre los artistas y, más en concreto,
contra Wagner y su Parsifal
Después vienen algunos «relámpagos»; ¿por qué los filósofos
se han sentido atraídos por el ideal ascético? Porque en él
se encuentran insinuados ciertos puentes hacia la independencia.
Este es el gran problema y, sin duda alguna, el centro de
todo este tratado. La respuesta de Nietzsche es negativa.
nos ofrecen un enigma
nada pequeño; lo confieso, justo por tal cosa, por ser enigmas
de carne y hueso.
La chatedad de su genealogía de la moral aparece ya
en el mismo comienzo
la procedencia del concepto y el juicio «bueno».
procedencia del concepto y el juicio «bueno».
acciones no egoístas fueron alabadas y
llamadas buenas por aquellos a quienes se tributaban.