Las etapas del desarrollo psicosocial de Erikson Las etapas del desarrollo psicosocial de Erikson responden a una teoría psicoanalítica integral que identifica una serie etapas por las que un individuo sano pasa a lo largo de su historia vital.

Etapa 5. Identidad vs Difusión de Identidad(13-21 años)

los niños se convierten en adolescentes. Encuentran su identidad sexual y empiezan diseñar una imagen de esa persona futura a la que quieren parecerse, a medida que crecen, intentan encontrar sus propósitos y roles en la sociedad, así como solidificar su identidad única. En esta etapa los jóvenes también deben tratar de discernir qué actividades son adecuadas para su edad y cuáles se consideran ‘infantiles’. Para Erikson completar esta etapa con éxito supone terminar de edificar una base sólida y saludable para la vida adulta.

Etapa 6. Intimidad Vs Aislamiento (21-39 años)

Se vuelven capaces de formar relaciones íntimas y recíprocas, y voluntariamente hacen los sacrificios y compromisos que tales relaciones requieren. Si durante esta etapa las personas no encuentran un compañero, es posible que se sientan aisladas o solas.

Etapa 7. Generatividad Vs Estancamiento (40-65 años)

Durante la edad adulta, continuamos construyendo nuestras vidas, enfocándonos en nuestra carrera y nuestra familia. Generatividad significa cuidar a las personas más allá de sus seres queridos directos. La generatividad no es necesaria para que los adultos vivan. Sin embargo, la falta de ella puede robar a una persona un mayor sentido de logro.

Etapa 8. Integridad del ego vs Desesperación (65 años en adelante)

En la última etapa de las etapas propuestas por Erikson, las personas pueden elegir la desesperación o la integridad. La desesperación y la nostalgia en forma de niebla o, por el contrario, la sensación de que la huellas dejadas, lo compartido y lo logrado, ha merecido la pena. Las personas que alcanzan una visión íntegra de sus vidas no tienen problemas a la hora de reconciliarse con aquella persona del pasado que quizás en algún momento no supo estar a la altura. Reafirman el valor de su existencia y reconocen su importancia, no solo para ellos mismos, sino también para otras personas.

Etapa 1. Confianza vs Desconfianza (0-18 meses)

Los niños aprenden a confiar -o no confiar- en los demás. La confianza tiene mucho que ver con el apego, la gestión de relaciones y la medida en la que el pequeño espere que los demás cubran sus necesidades. Si los padres no brindan un entorno seguro y no satisfacen las necesidades básicas del niño, este probablemente aprenderá a no esperar nada de los demás. El desarrollo de la desconfianza puede llevar a sentimientos de frustración, sospecha o insensibilidad por lo que ocurre en un entorno del que esperan poco o nada.

Etapa 2. Autonomía Vs Vergüenza y duda (18 meses-3 años)

Los niños adquieren cierto grado de control sobre su cuerpo, lo que a su vez hace que su autonomía crezca, al permitir que los niños tomen decisiones y ganen en control, los padres y cuidadores pueden ayudar a los niños a desarrollar un sentido de autonomía. Erikson creía que lograr un equilibrio entre autonomía, vergüenza y duda llevaría a la voluntad, que es la creencia de que los niños pueden actuar con intención, dentro de la razón y los límites.

Etapa 3. Iniciativa Vs Culpa (3-5 años)

Los niños comienzan a afianzar su poder, control y logran un equilibrio ideal de iniciativa individual y la voluntad de trabajar con otros, surge la cualidad del ego conocida como propósito.
Los niños que tienen éxito en esta etapa se sienten capaces y confiados para guiar a otros. La culpa excesiva e inmerecida puede hacer que el niño descarte desafíos por no sentirse capaz de afrontarlos: el sentimiento de culpa no deja de ser uno de los nutrientes más ricos del miedo.

Etapa 4. Laboriosidad Vs Inferioridad (5-13 años)

El cerebro alcanza un grado de madurez alto, lo que les permite empezar a manejar abstracciones. El éxito en la búsqueda de un equilibrio en esta etapa del desarrollo psicosocial nos lleva a hablar de competencia: los niños desarrollan una confianza en sus habilidades. Si los niños que no pueden desempeñarse tan bien como desean, a menudo aparece el sentimiento de inferioridad. Si este eco de inferioridad no se aborda adecuadamente y el niño no recibe una ayuda para la gestión emocional de sus fracasos, puede optar por descartar cualquier tarea que sea difícil por miedo a volver a vivir esa sensación.