Marco Teórico-Conceptual
Introduction
En este estudio se aborda uno de los temas educativos de mayor relevancia social y cultural en nuestro país: la educación indígena. El trabajo nace a partir de la reflexión de la situación actual de la educación en contextos indígenas, que se caracteriza en general por ser una educación que no ha logrado responder a las necesidades específicas de la población que atiende. La educación ambiental forma parte primordial de la diversidad cultural que presentan las comunidades indígenas y que está íntimamente relacionada con la diversidad cultural pues la diversidad cultural no es una reserva inerte de curiosidades que necesita ser preservada: es el centro de un diálogo permanente y abierto a todas y cada una de las expresiones de la identidad; es el reconocimiento de que este diálogo constante constituye el principio motor, que debe afirmarse y preservarse. Entre la diversidad y el diálogo existe, pues, una relación recíproca (UNESCO) (2002).
En México, por su posición geográfica, la variedad de climas y su compleja topografía presenta diferentes ecosistemas los cuales albergan una gran diversidad biológica, lo cual ha influido en la domesticación de especies las cuales la gente conserva por medio de su siembra, ciclo tras ciclo bajo diferentes sistemas de cultivo, así, el cultivo de maíz en milpa se relaciona con la cultura de quienes lo siembran, en el Estado de México, encontramos siembra de la milpa por diferentes culturas, como la mazahua, como parte de las culturas mesoamericanas (Toledo y Alarcón-Chaires, 2012).
La educación indígena en México tuvo sus orígenes en la conquista del Nuevo Mundo (siglo XVI), pues a través de la instauración de una marcada jerarquía de diferentes estratos sociales según la raza, así como del proceso de evangelización, iniciaron los esfuerzos por incorporar a los indios de diferentes pueblos a la sociedad colonial, lo que implicó su disminución o exterminio, y con ello, la sus lenguas, costumbres y su producción cultural (transculturización).
Pueblos y comunidades indígenas
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (última reforma publicada en 2021) en su artículo 2do. reconoce que la nación mexicana es pluricultural y se sustentada originalmente en sus pueblos indígenas, que son aquéllos que descienden de las poblaciones que habitaban en el territorio de lo que hoy se conoce como México al iniciarse la colonización y que cualquiera que sea su situación jurídica, conservan su libre determinación, así como sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas. Categoriza a los pueblos indígenas como aquellas entidades jurídicas que conservan instituciones culturales y políticas particulares, y a las comunidades indígenas segundas como la unidad social, económica y cultural asentada en un determinado territorio
Lo intercultural supone una interacción, un intercambio, en su acepción más generalizada hace referencia a la interrelación entre culturas. La UNESCO señala que “la educación multicultural recurre al aprendizaje sobre otras culturas para lograr la aceptación o, por lo menos, la tolerancia para con esas culturas. La educación intercultural se propone ir más allá de la coexistencia pasiva, y lograr un modo de convivencia evolutivo y sostenible en sociedades multiculturales, propiciando la instauración del conocimiento mutuo, el respeto y el diálogo entre los diferentes grupos culturales”. (UNESCO, 2006: 18 en Viveros-Márquez & Moreno-Olivos, 2014)
El término globalización fue usado por primera vez en el año 1961 y puede definirse de manera sencilla como un fenómeno de integración económico, tecnológico, político, social y cultural a escala mundial; tal como menciona Mittelman la concibe como una fase del capitalismo e que de alguna manera ha unido a distintas sociedades en un mismo sistema económico.
Globalización
Conocimiento tradicional
Son todos aquellos saberes, habilidades y técnicas, que hacen parte de la cosmovisión de un pueblo.
Conocimientos tradicionales asociados a los recursos biológicos
Son los saberes y prácticas (acerca del origen e historia, nombres, colores, formas, usos y procedimientos, etc.) de las comunidades indígenas asociados a los recursos biológicos, la base de la relación con el ambiente y el territorio, misma que les permite satisfacer necesidades: alimentarias, espirituales, salubres, materiales, culturales, entre otras.
La milpa
La milpa es un .sistema agrícola en el que se aprovecha la tierra para el cultivo de maíz en asociación con otras especies, como frijol y calabaza, entre muchas otras, principalmente para satisfacer las necesidades alimentarias cotidianas. No obstante, también se relaciona a aspectos ambientales, nutricionales, económicos, culturales y tradicionales: creencias, rituales y celebraciones (Vásquez González, Chávez Mejía, Herrera Tapia y Carreño Meléndez, 2016).
Educación ambiental
La educación ambiental es la herramienta elemental para que todas las personas adquieran conciencia de la importancia de preservar su entorno y sean capaces de realizar cambios en sus valores, conducta y estilos de vida, así como ampliar sus conocimientos para impulsarlos a la acción mediante la prevención y mitigación de los problemas existentes y futuros; por ello, “concebimos y practicamos la educación ambiental desde las corrientes resolutiva y práctica” (Hernández y Tílbury, 2006; Parker, 2007; Velásquez, 2009).
Cultura y educación ambiental
En su forma más básica, la cultura se define, particularmente, como la forma de ser y de hacer las cosas, a partir de un conjunto de valores, creencias, ritos y costumbres que configuran el modo de vida de las personas, es decir, la cultura permea todo nuestro quehacer y cosmovisión de lo que somos y queremos ser, mientras que el lenguaje, como elemento básico de la educación y la cultura, configura las relaciones sociales de convivencia humana (Álvarez y Vega, 2009; Flores, 2014). Una cultura surge cuando en una comunidad humana se conserva, de manera intergeneracional, una red particular de conversaciones como modo de vida. Para cambiarla, se requiere comenzar con las nuevas generaciones. “El cambio inicia con el reconocimiento de quiénes somos y de la concepción qué queremos como individuos, como comunidad y como especie” (Cartagena, 2005; González et al., 2008).