Este texto aborda diversos principios éticos fundamentales en la práctica de la enfermería. La justicia se destaca como un valor esencial que asegura equidad en el tratamiento de los pacientes, sin discriminación.
DOBLE EFECTO: Este principio orienta el razonamiento ético cuando al realizar un acto bueno se derivan consecuencias buenas y malas.
TERAPEUTICO DE TOTALIDAD: A nivel individual debe reconocerse que cada parte del cuerpo humano tiene un valor y está ordenado por el bien de todo el cuerpo y ahí radica la razón de su ser su bien y por tanto su perfección.
CONFIABILIDAD: Este principio se refiere a que el personal de enfermería se hace merecedor de confianza y respeto por sus conocimientos y su honestidad al trasmitir información.
TOLERANCIA: Este principio hace referencia a admitir las diferencias personales, sin caer en la complacencia de errores en las decisiones y actuaciones incorrectas
VERACIDAD: Se define como el principio ineludible de no mentir o engañar a la persona.
SOLIDARIDAD: Es un principio indeclinable de convivencia humana, es compartir intereses, derechos y obligaciones
FIDELIDAD: Entendida como el compromiso de cumplir las promesas y no violar las confidencias que hace una persona.
PRIVACIDAD: El fundamento de este principio es no permitir que se conozca la intimidad corporal o la información confidencial de la vida y salud de la persona.
BENEFICIENCIA Y NO MALEFICIENCIA: Se entiende como la obligación de hacer el bien y evitar el mal.
VALOR FUNDAMENTAL DE LA VIDA HUMANA: Este principio se refiere a la inviolabilidad de la vida humana, es decir la imposibilidad de toda acción dirigida de un modo deliberado y directo a la supresión de un ser humano o al abandono de la vida.
AUTONOMIA: Este principio reconoce el deber de respetar la libertad individual que tiene cada persona para determinar sus propias acciones.
JUSTICIA: Es un valor que permite ser equitativo en el actuar para la satisfacción de las necesidades sin distinción de la persona.