por Carolina Escobar hace 4 años
233
Ver más
El reingreso de metabolitos tóxicos en la circulación determina disfunción metabólica sistémica, denominada “síndrome metabólico mionefropático”, que se caracteriza por acidosis metabólica, hipercaliemia, mioglobulinemia, mioglobinuria e insuficiencia renal. Paradójicamente, la liberación del torniquete se asocia con actividad trombolítica, anoxia que promueve la activación de las vías de antitrombina III y proteína C, que pueden estar implicadas en lahemorragia postorniquete.
Se considera que dos horas son relativamente seguras para la cirugía del miembro superior.
La norma establecida en la actualidad para regular la presión del torniquete sobre la base de la presión de oclusión del miembro es que se suma un margen de seguridad adicional a la presión de oclusión del miembro medida para tener en cuenta las variaciones fisiológicas y otros cambios previsibles que ocurren normalmente durante un procedimiento quirúrgico.
La presión de oclusión del miembro tiene en cuenta, inherentemente, variables como la presión sistólica, el diseño del manguito del torniquete, el método de aplicación del manguito, la circunferencia y la forma del miembro, y las características del tejido en el sitio del manguito.
Algunos sistemas de torniquete quirúrgico avanzados incluyen medios para medir en forma automática la presión de oclusión del miembro. Después de medirla, la presión del torniquete se suele regular sumando a la presión de oclusión del miembro un margen de seguridad de presión adicional que es mayor que la magnitud de cualquier aumento de la presión de oclusión del miembro normalmente previsible durante la operación.
McLaren y Rorabeck midieron la distribución de presiones tisulares bajo torniquetes neumáticos en miembros de caninos. La presión pico, que era del 97% de la presión de insuflación del manguito, correspondía al tejido subcutáneo inmediatamente proximal a la posición media en el ancho del torniquete. Las presiones tisulares disminuían en forma progresiva a medida que se acercaban a los bordes del manguito, con una reducción de alrededor del 90% desde el punto medio del ancho del manguito al borde del manguito. Asimismo, las presiones eran más bajas en los tejidos más profundos, pero la disminución desde la superficie hasta el centro del miembro era sólo de alrededor del 2%. En el punto medio del ancho del manguito, la presión en los tejidos superficiales era del 95% de la presión de insuflación del manguito.
La distribución de las presiones perineurales bajo el manguito se representa mediante una curva parabólica, con niveles pico en el punto medio del manguito y presiones mucho más bajas en los bordes proximal y distal. La diferencia entre las presiones de las partes blandas en el punto medio del manguito y aquellas en los bordes del manguito aumenta con niveles más altos de insuflación del manguito, lo que establece una relación directa entre el nivel de presión de insuflación del manguito y el gradiente de presión en las partes blandas subyacentes.
Las anormalidades electromiográficas se correlacionaban con alteración de la función postoperatoria y recuperación diferida, lo que sugiere que la neuropatía inducida por torniquete desempeñaba un papel etológico en el trastorno de rehabilitación
Paresia por torniquete, las lesiones nerviosas de este tipo varían de una pérdida transitoria, leve, de la función a daño permanente, irreversible, y son una posible fuente de litigio. Para minimizar el riesgo y el litigio potencial, es importante conocer tanto los mecanismos de lesión como las posibles medidas preventivas.
la mayoría de los casos de daño nervioso se limitaban a la porción del nervio localizada por debajo de los bordes del manguito y próxima a éstos. Observaron que la causa de base de la parálisis por torniquete era la neurapraxia compresiva, y no la neuropatía isquémica o el daño muscular, y demostraron que la compresión de las grandes fibras mielínicas implicaba un desplazamiento del nodo de Ranvier respecto de su posición habitual bajo la unión Schwann-célula. Esto se acompañaba de estiramiento de la mielina paranodal a un lado del nodo y de invaginación de la mielina paranodal, del otro.
Un regulador de presión controlado por microcomputadora suele mantener la presión del manguito dentro del 1% de la presión establecida, lo que permite usar de manera segura y fiable presiones más bajas del torniquete, y un cronómetro automático suministra un registro exacto del tiempo de insuflación del torniquete.
A menudo, se incluyen alarmas audiovisuales para advertir al cirujano en caso de presiones peligrosamente altas o bajas del manguito.
Con frecuencia, se incorpora la detección automática de filtración de aire potencialmente riesgosa de manguitos de torniquete presurizados, así como capacidad de autoprueba que posibilita verificaciones automáticas de calibración, alarmas audiovisuales, e integridad del hadware y el software cada vez que se comienza a usar el instrumento. Se suele incluir una fuente de energía de seguridad para que estos instrumentos continúen funcionando normalmente durante un corte de energía imprevisto.
La mayoría de los sistemas modernos de torniquete incluyen ahora la estimación automática de la presión de oclusión del miembro de cada paciente, lo que permite una regulación individualizada de presiones más seguras del torniquete