por Ricardo Torres hace 3 años
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propone redefinir el concepto de evaluación como el "proceso mediante el cual se proporciona información útil para la toma de decisiones" y plantea el modelo CIPP (Contexto-entrada-proceso- producto)
Se mencionan algunos aspectos relevantes en las cuatro fases del modelo de evaluación de Stufflebeam y Shinkfield (1995):
Evaluación del producto.
Evaluación del proceso
Evaluación de entrada (input).
Evaluación del contexto
Los estudios basados en el consumidor
juzga los valores relativos de los bienes y servicios alternativos y, como consecuencia, ayudar a los contribuyentes y clientes a tener criterios para elegir y adquirir esos bienes y servicios
Los estudios políticos.
Los métodos usados incluyen la Técnica Delphi, la planificación experimental y cuasiexperimental, los guiones, los pronósticos y los procedimientos judiciales. La principal ventaja de este estilo de evaluación es que “...resultan esenciales como guía de las instituciones y de la sociedad"
Los estudios centrados en el cliente.
Se centran principalmente en ayudar a quienes realizan un servicio cotidiano tendiente a valorar y perfeccionar sus contribuciones. Los problemas planteados proceden de la comunidad, de grupos locales y de expertos ajenos al caso.
Los estudios para la toma de decisiones
En la evaluación para la toma de decisiones la principal característica es “utilizar la evaluación continúa y sistemática para planificar y llevar a cabo los servicios que satisfacen las necesidades del cliente”
Los estudios basados en la experimentación
Este modelo se ha clasificado dentro de los tipos de cuasievaluación, dado que incluye metodologías que permiten “el juicio de valores" (Stufflebeam y Shinkfield, 1995, p. 71). Se destacan la exposición de problemas, la hipótesis y el estudio de las cuestiones y también Su principal fin es determinar o demostrar vínculos causales entre ciertas variables
Los estudios basados en objetivos
Se parte de objetivos fijados por las personas interesadas o por el conjunto de participantes en el proceso. El propósito más común es determinar si los objetivos se han cumplido.
Los estudios basados en las relaciones públicas cuya intención es ayudar al cliente a crear una imagen positiva del objeto evaluado.
Las investigaciones encubiertas donde la intención del cliente es obtener, mantener o incrementar una esfera de influencia, poder o dinero.