Impacto de las actividades humanas
sobre el medio ambiente
El desarrollo de las actividades humanas (actividades antropogénicas) sean simples o complejas ocasionan, sin duda alguna, algún tipo de degradación de los recursos de la tierra del mundo, los cuales constituyen la base de los procesos productivos, pero especialmente de la seguridad alimentaria.
El consumo de los recursos crece todos los años y con ello aquellas naciones se distancian cada vez más de los países de menor desarrollo, en los que viven poco más de dos tercios de los habitantes del globo, cuyo punto de partida es de grave deterioro ambiental, baja productividad y escasa capacidad para alcanzar niveles medios de bienestar que garanticen normas de convivencia humana internacionalmente acordadas.
Un tercio de la superficie terrestre, es decir, más de 4 000 millones de hectáreas, está amenazada por la desertificación. Este desastre natural afecta directamente a más de 250 millones de personas y amenaza la vida de unos 1 200 millones de personas en 110 países que figuran entre los más pobres del mundo y cuya población depende de la tierra para la mayoría de sus necesidades.
1.1 Conceptos básicos de ecología
y medio ambiente
¿Por qué hay que estudiar ecología? porque los
profesionales de cualquier disciplina trabajan, directa o indirectamente, modificando el ambiente. Lo menos que puede pasar es que sin un conocimiento de ese medio que se modifica, difícilmente esto se hará con propiedad y responsabilidad.
¿Qué es la ecología? El término ecología comenzó a utilizarse durante la segunda mitad del siglo xix. Sin embargo, un siglo antes, en el siglo xviii, varios filósofos y naturalistas, en función de sus observaciones de la naturaleza, formularon algunas definiciones generales que servirían de base para la fundamentación moderna del concepto
George-Louis Leclerc de Buff on en su obra, publicada en treinta y seis tomos durante los años 1749 y 1788, la Histoire Naturelle, Généralle et Particulaire, argumentó que la especie no es un conjunto de individuos similares, sino el conjunto de animales capaces de reproducirse entre sí.
Independientemente de coincidir con cualquiera de estas definiciones, es importante hacer notar, como así lo señala E. Odum, que la palabra ecología procede de la misma raíz que la palabra economía, cuyo sentido es la administración del trabajo del hombre. La extensión del concepto permite abordar los principios de la contabilidad económica de costos e incluir al medio ambiente, así como a los sistemas y progresos creados por el hombre. Esta apertura es un paso importante para remediar los graves desequilibrios entre estos dos componentes necesarios del medio ambiente total del hombre.
1.1.1 La ecología y ciencias afines
Las disciplinas biológicas vinculadas estrechamente con la ecología son cuatro: genética, evolución, fisiología y conducta, por lo que se podría representar gráficamente a
la definición de ecología
Durante la década de los años sesenta la ecología fue considerada, en círculos
académicos, como una rama de la biología, que junto con la biología molecular, la genética, la biología del desarrollo y la evolución, se incluyó a menudo en un paquete curricular para biología avanzada. En este contexto, se consideró a la ecología como una “biología del medio ambiente”. Así, la ecología ha avanzado de una visión de las ciencias biológicas hasta ser una ciencia principal interdisciplinaria que agrupa a las ciencias biológicas, físicas y sociales (Odum, 1998).
1.1.2 Ecosistemas
El ecosistema es la unidad de trabajo, estudio e investigación de la ecología. Es un sistema complejo en el que interactúan los seres vivos entre sí y con el conjunto de factores no vivos que forman el ambiente: temperatura, sustancias químicas presentes, clima, características geológicas, etc. (Echarrí, 1998).
Para que funcionen, todos los ecosistemas necesitan una fuente de energía que, fluyendo a través de los distintos componentes del mismo, mantiene la vida y moviliza el agua, los minerales y otros componentes físicos del ecosistema. Dos son las fuentes sustantivas de energía de las que depende el funcionamiento del ecosistema: 1) la energía solar y 2) la energía producida por combustibles químicos, de tal modo que es posible distinguir entre sistemas impulsados por el sol e impulsados por combustibles
El ecosistema se clasifica en:
1. Ecosistemas naturales no subsidiados impulsados por energía solar. Ejem-plos: el piélago, bosques de zonas altas.
2. Subsidiados impulsados por ecosistemas naturales por energía solar. Ejemplos: estuario de marea, algunas selvas tropicales.
3. Ecosistemas humanos subsidiados, impulsados por energía solar. Ejemplos:
agricultura, acuicultura.
4. Sistemas urbanos-industriales, impulsados por combustible. Ejemplos: ciudades, ciudades satélites, parques industriales.
El bosque como ecosistema
El bosque es un ejemplo de ecosistema, pues se compone de aire, suelo, agua, nutrientes y especies particulares de animales, pájaros, insectos, microorganismos, árboles y otras plantas. Si se cortan algunos árboles, el resto de los elementos se afectará. Los animales y los pájaros pueden perder su hábitat, el suelo erosionarse, los nutrientes ser desplazados y el curso de las vías fluviales cambiar, entre otras consecuencias.
¿Por qué es importante comprender
el concepto ecosistema?
El concepto de ecosistema ofrece una de las claves de la ciencia de la ecología: todo se
relaciona con todo. La percepción diaria muestra que el mundo se compone de distintas unidades: árboles, rocas, animales, edificios, etc. Sin embargo, todos estos fragmentos aparentemente desconectados son, de hecho, parte de un sistema; todos los componentes están interrelacionados y esa interrelación es esencial para la vida. Debido a que no existe una pieza independientemente de otra, ninguna puede ser modificada sin afectar a las otras. Es esta idea la que subyace en el término “ecosistema.”