Los lóbulos cerebrales

Funhciones

El lóbulo frontal es una gran parte del cerebro, siendo uno de los lóbulos más grandes. Se encuentran directamente detrás de la frente, siendo la región más propensa a sufrir una lesión cerebral traumática.

El lóbulo frontal controla una amplia gama de funciones que incluyen funciones ejecutivas, habilidades sociales y emocionales, función motora, lenguaje, creatividad y pensamiento racional.

funcines

Función motora: En la parte posterior del lóbulo frontal existe una región llamada Banda motora, esta se encarga controlar y dirigir los movimientos corporales deliberados.

El lado izquierdo de la banda del motor controla el lado derecho del cuerpo. El lado derecho de la banda del motor controla el lado izquierdo del cuerpo.

Habilidades sociales y emocionales: El lóbulo frontal es responsable de la toma de decisiones y el autocontrol. A su vez ayuda a regular las emociones.

Gestiona las interacciones sociales.

Regula el comportamiento y permite saber qué es socialmente aceptable y qué no.

Las funciones ejecutivas: colección de habilidades cognitivas que incluyen la capacidad de planificar, organizar, iniciar, autocontrolar y controlar las propias respuestas para lograr una meta.

Lenguaje, pensamiento, razonamiento e imaginación: El lóbulo frontal controla el pensamiento de alto nivel y la resolución de problemas. También te ayuda a prestar atención.

Daños/lesiones

Si la parte central del lóbulo frontal está lesionada, las personas pueden llegar a presentar apatía, falta de atención y desmotivación. El pensamiento se ralentiza y las respuestas a las preguntas son muy lentas.

Si se daña la parte posterior media del lóbulo frontal izquierdo (área de Broca), las personas pueden tener dificultades para expresarse con palabras; se trata de una alteración llamada afasia de Broca (o afasia expresiva).

Si la lesión afecta la parte anterior del lóbulo frontal, puede ocurrir lo siguiente:

• Dificultad para mantener temporalmente la información disponible para su procesamiento (denominada memoria de trabajo).
• Reducción en la fluidez del habla.
• Apatía (falta de emoción, interés y preocupación).
• Falta de atención.
• Respuestas tardías a las preguntas.
• Una sorprendente falta de inhibición, que incluye un comportamiento social inapropiado.

Funciones

Daños/lesiones

El daño al lóbulo parietal izquierdo puede resultar en lo que se llama "síndrome de Gerstmann". Incluye confusión derecha-izquierda, dificultad con la escritura (agrafia) y dificultad con las matemáticas (acalculia). También puede producir trastornos del lenguaje (afasia) e incapacidad para percibir los objetos con normalidad (agnosia).

En el cerebro, el lóbulo parietal se encuentra detrás del lóbulo frontal. Un límite llamado surco central separa los dos lóbulos. El lóbulo parietal también se encuentra por encima del lóbulo temporal, con la fisura de Silvio, o surco lateral, que los separa. Este lóbulo es particularmente importante para integrar información de los sentidos del cuerpo para permitirnos construir una imagen coherente del mundo que nos rodea.

Navegación y control: El lóbulo parietal también desempeña un papel en funciones como la navegación y el control del cuerpo, así como en la comprensión de la orientación y dirección espacial.

Corteza somatosensorial: La corteza somatosensorial en la parte frontal del lóbulo parietal reside en dos áreas: la circunvolución postcentral y el lóbulo paracentral posterior. Ayuda a procesar e interpretar las sensaciones táctiles y ayuda a discriminar entre ellas. Por ejemplo, ayuda a diferenciar entre algo frío y algo doloroso.

El daño en el lóbulo parietal derecho puede resultar en descuidar parte del cuerpo o el espacio (negligencia contralateral), lo que puede afectar muchas habilidades de cuidado personal como vestirse y lavarse. El daño del lado derecho también puede causar dificultad para hacer cosas (apraxia constructiva), negación de déficits (anosagnosia) y habilidad para dibujar.

El daño bilateral (lesiones grandes en ambos lados) puede causar el "síndrome de Balint", un síndrome de atención visual y motor. Esto se caracteriza por la incapacidad de controlar voluntariamente la mirada (apraxia ocular), la incapacidad de integrar componentes de una escena visual (simultanagnosia) y la incapacidad de alcanzar con precisión un objeto con guía visual (ataxia óptica).

funciones

Podemos ubicarlo en la parte posterior del cerebro detrás de los lóbulos temporales y parietales y debajo del hueso occipital del cráneo.

El lóbulo occipital esencialmente recibe información sensorial de las retinas de los ojos, de la cual luego se codifica en diferentes datos visuales, como el color, la orientación y el movimiento. Los lóbulos occipitales transmiten información visual a los lóbulos temporales, lo que ayuda a dar significado a la información visual, almacenar recuerdos y responder a los estímulos externos del mundo.

Mapeo del mundo visual, que ayuda tanto con el razonamiento espacial como con la memoria visual. La mayor parte de la visión implica algún tipo de memoria, ya que escanear el campo visual requiere que recuerde lo que vio hace apenas un segundo.

Determinación de las propiedades del color de los elementos en el campo visual.

Evaluación de distancia, tamaño y profundidad

Identificar estímulos visuales, particularmente caras y objetos familiares

Transmitir información visual a otras regiones del cerebro para que esos lóbulos cerebrales puedan codificar recuerdos, asignar significado, crear respuestas motoras y lingüísticas apropiadas y responder continuamente a la información del mundo circundante.

Recibir datos visuales sin procesar de sensores perceptivos en la retina ocular.

Daños/lesiones

Si se lesionan ambos lados del lóbulo occipital, la persona afectada no puede reconocer objetos con la vista aunque sus ojos funcionen con normalidad. Este trastorno se llama ceguera cortical. Algunas personas con ceguera cortical no se dan cuenta de que no pueden ver. En lugar de reconocerlo, con frecuencia elaboran descripciones de lo que ven (lo que se denomina confabulación). Este trastorno se denomina síndrome de Anton.

Un trastorno convulsivo que afecte el lóbulo occipital puede provocar alucinaciones en la visión. Por ejemplo, pueden verse líneas de color cuando se mira en una dirección determinada.

Funciones

Los lóbulos temporales se encuentran detrás de las orejas y son el segundo lóbulo más grande. Se asocian más comúnmente con el procesamiento de información auditiva y con la codificación de la memoria.

El lóbulo temporal izquierdo, que suele ser el más dominante en las personas, está asociado con la comprensión del lenguaje, el aprendizaje, la memorización, la formación del habla y el recuerdo de información verbal.

El lóbulo temporal derecho, que suele ser el menos dominante en las personas, está asociado con el aprendizaje y la memorización de información no verbal, el reconocimiento de información y la determinación de expresiones faciales.

Daños/ lesiones

Cambios en la autoimagen y la autopercepción: debido a que el lóbulo temporal alberga muchos de nuestros recuerdos, las alteraciones o la pérdida de la memoria autobiográfica pueden producir cambios de personalidad, así como cambios en el sentido de sí mismo de una persona.

Cambios en la navegación espacial y el razonamiento espacial. El daño al lóbulo frontal impide la memoria y el razonamiento espacial (incluida la conducción) depende en gran medida de la memoria. Por lo tanto, algunas personas con daño en el lóbulo temporal pueden experimentar dificultades para conducir, prestar atención a las direcciones físicas o navegar por el mundo