Un Pavo Real en el Mundo de los Pingüinos
Priscila del Cisne Reyes Vásquez
MENSAJE: No tenemos que cambiar lo que somos para salir en adelante, siempre abra un lugar donde seremos aceptados por nuestras virtudes y defectos.
Pedro partio hacia el Reino de La Oportunidad donde fue aceptado tal y como era. Se decia que se se necesitaban toda clase de aves para poder triunfar en el
competitivo y turbulento Mar de las Empresas. Y sabían que para triunfar en una empresa son
indispensables la aceptación y la confianza.
Jefes, se sentían a gusto estando solo entre ellos.
Guiaban a los menores por el camino del éxito.
Los Pingüinos creían que las aves eran inconstantes, informales. Debían aceptar las reglas.
Se esmeraban por parecerse a ellos.
Ofrecían cursos de capacitación sobre el comportamiento del buen Pingüino.
Un día los Pingüinos recorrieron otros lugares encontraron unas aves muy interesantes.
Pedro, el pavo real, llegó al Reino de los Pingüinos. Era muy popular y querido en su tierra.
Quería que lo tomaran en serio y tener éxito
El lema del Reino del Aprendizaje era: Imagina, Intenta, Prueba, ¡Realiza!.
Pedro y sus amigos partieron por voluntad propia u obligados por los mayores; todas las aves que se fueron
tenían una cosa en común: el dolor y la confusión de ser distintas, y la tristeza y la decepción de no ser
aceptadas por lo que eran.
Pedro no era el único que se empezó a sentir incomodo en el mundo de los Pingüinos, también otras aves tenían el mismo problema.
