En un mundo ideal, el pensamiento crítico de las niñas y los niños sería una parte desarrollada integralmente desde el principio hasta el final de la escolarización, independientemente de la materia; realmente, esto no sucede así.
Preguntas, preguntas, preguntas
Proporcionar apoyos para la conversación
Modelar nuestras espectativas y/de acuerdo a sus intervenciones
Cuestionar adecuadamente es el núcleo del pensamiento crítico: se fomenta la curiosidad animando al alumnado a hacer preguntas. Integrar un flujo de preguntas durante una parte - importante - del desarrollo de la clase, en gran foro, es una estrategia clave.
Sobre todo en la E.S.O.: plantea una cuestión polémica, llamativa,d desafiante o, por el contrario, plantéala de un modo dogmático y anímales a romperla, clarificar y definit.
No dejes de apoyar las intervenciones con guías, tipo "estoy de acuerdo en esto" o "estoy en desacuerdo en esto"; también, "¿puedes aclarar lo que entiendes por
Haz demostraciones y ejemplos sobre cómo entrar en un debate, establecer diferencias, estructurar la intervención, cómo disertar, cómo hacer resúmenes analíticos y, también, cómo guardar las formas y el (mero y puro) civismo, diferenciando las personas de las ideas.
Los debates suelen formarse porque hay perspectivas diferentes en las aulas y, precisamente, suelen acabar en el caos más absoluto. Algunos/as docentes utilizan métodos como el "abogado del diablo", que consiste en darle una tarjeta en secreto antes del debate con los puntos de vista opuestos respecto a un tema polémico.
Y, en última instancia, en etapas elementales, escógelos tú: ¿Qué temas son relevantes y qué deben conocer para poder iniciar el debate? Saber hacer una buena selección de contenidos te facilitará las cosas realmente
Mira la entrada de Wikipedia donde abordan el Elenchos. El debate socrático supone un verdadero desafío intelectual y el docente queda en un segundo plano, limitándose a la observación y, en todo caso, a la mediación (tus alumnos y alumnas son, como mucho, en el ¿mejor? de los casos, adolescentes)
Evaluar el pensamieno crítico es muy complicado e, incluso, según algunas voces, innecesario (suponemos que se refieren a "calificar" y no tanto a "evaluar", pero no olvidemos que son dos cosas diferentes y no deberíamos mezclarlas).
La verdad es que, dependiendo de los grupos, esto puede no ser nada recomendable; en esos casos, la autoevaluación - de nuevo, dependiendo del alumnado que tengamos - puede ser alternativa a una evaluación mutua, que podría arrojar valoraciones totalmente injustas
Puede ser difícil para ti soltar las riendas y dejar que los y las estudiantes dispongan de cotas cada vez más altas de libertad; obviamente, no lo podrás (ni lo podrán) hacer de un día para otro, pero la incómoda autonomía también os dará nuevas direcciones de trabajo, más "relevantes" para ambas partes y, por ello, más fáciles de continuar.