El mayor obstáculo para escuchar es no poder silenciar nuestro parloteo interior, cuando lo logramos, vemos de nuevo el mundo
Nuestro mayor impedimento para oír, es nuestro impulso de hablar más que de escuchar.
El alejarse y calmarse, mejoro la capacidad de oírse los unos a los otros, y de percibir la situación y lo que esta les exigía.
Para las grandes decisiones de la vida, debemos explorar las regiones mas profundas de la conciencia.
El resultado del silencioso retiro da como fruto, conversaciones inusitadamente francas, honestas, fluidas y cargadas de propósito.
Una salida coherente para entender el problema, es apartarse y de esa manera la solución aparecerá.
Serenar la mente, aislar la agitación ayuda a alejar las preocupación y algunas ideas.
La verdadera innovación, no es solo trabajar en un problema
Para escuchar es necesario dejar de hablar.
El grupo logró una nueva comprensión de su problema y fácilmente ponerse de acuerdo para afrontarlo con una serie de iniciativas.
El tomar decisiones, no es solo decidir, sino dejar actuar y surgir nuestra, sabiduría interior.
Inesperadamente, brotan nuevas y oportunas ideas del que hacer, después de tomarse un tiempo de 3 días en la montaña, alejados de todo tipo de situación y tecnología.