El aprendizaje autorregulado se refiere a la capacidad de un estudiante para gestionar de manera deliberada los procesos cognitivos y emocionales involucrados en su aprendizaje. Esto implica seleccionar estrategias eficientes, regular el estado emocional y organizarse para alcanzar metas académicas. Barry Zimmerman, un investigador destacado en este campo, describe la autorregulación no como una habilidad mental o sinónimo de rendimiento académico, sino como un proceso de autodirección que permite transformar habilidades mentales en académicas. Los estudiantes que practican la autorregulación aprenden a identificar sus errores y a enfocarse en cómo corregirlos para mejorar sus debilidades.
Las estrategias autocognitivas, también conocidas como estrategias metacognitivas, son técnicas que utilizamos para guiar nuestro propio aprendizaje. Estas estrategias involucran una reflexión consciente sobre nuestra forma de pensar y aprender, permitiéndonos ser más eficientes y eficaces en el proceso.
Factores
Estrategias de aprendizaje:
Elaboración: Se refiere a la expansión de la información que se está aprendiendo, relacionándola con otros conocimientos o creando conexiones significativas. Por ejemplo, se puede elaborar una frase o hacer una analogía para comprender mejor un concepto.
Repetición: Es una técnica que implica revisar la información de manera repetida para reforzar las conexiones neuronales y mejorar la retención a largo plazo. La repetición espaciada, que consiste en repasar la información en intervalos de tiempo crecientes, es especialmente efectiva.
Organización: ayuda a estructurar el pensamiento y facilita el recuerdo y la aplicación de la información.
Evaluación: La evaluación es la fase final en la que los estudiantes reflexionan sobre su desempeño y los resultados obtenidos. Evalúan si han alcanzado las metas y estándares previstos y consideran las razones de sus éxitos o fracasos. Esta fase es crucial para el aprendizaje futuro, ya que permite a los estudiantes ajustar sus estrategias y enfoques basándose en la experiencia adquirida.
Monitoreo: Durante la fase de monitoreo, los estudiantes supervisan activamente su progreso hacia las metas establecidas. Esto implica estar conscientes de su comprensión y rendimiento, y ser capaces de identificar cuándo es necesario hacer ajustes en sus estrategias de aprendizaje.
Planificación: Se refiere a la fase inicial donde los estudiantes establecen metas y estándares que desean alcanzar en una tarea o curso. Incluye la selección de estrategias y recursos necesarios para lograr estas metas, así como la temporalización de las actividades.
Los aspectos motivacionales se refieren a los factores que influyen en la motivación de una persona, es decir, lo que impulsa y mantiene las conductas orientadas a lograr un objetivo o a satisfacer una necesidad.
Factores:
Estrategias de aprendizaje.
Autorreflexión: Es el proceso mediante el cual los estudiantes piensan y evalúan su experiencia de aprendizaje. Esto incluye reflexionar sobre la retroalimentación recibida y almacenar mentalmente ideas y conceptos para usar en el aprendizaje futuro1. La autorreflexión permite a los estudiantes ser conscientes de sus fortalezas y debilidades, y cómo estas afectan su aprendizaje.
Meditación: Aunque no se menciona explícitamente en el contexto del aprendizaje autorregulado en los resultados de la búsqueda, la meditación puede interpretarse como una práctica que ayuda a regular las emociones y la atención. Esto puede ser beneficioso para el aprendizaje autorregulado, ya que un estado emocional equilibrado y una atención enfocada son esenciales para gestionar y dirigir el propio aprendizaje de manera efectiva.
Autoevaluación: Es un componente importante en los modelos de aprendizaje autorregulado, ya que permite a los estudiantes asumir un papel más activo en su propio aprendizaje. Implica establecer metas, seleccionar estrategias para alcanzar esas metas, monitorear el progreso, y adaptar métodos futuros basados en lo que se ha aprendido. La autoevaluación ayuda a los estudiantes a mejorar y a transferir lo aprendido a nuevas situaciones.
Según autores:
Zimmerman (2000) plantea que la autorregulación se considera como un conjunto de habilidades de automanejo de contingencias ambientales, pero también incluye el conocimiento y el sentido de control personal para ejecutar estas habilidades en contextos relevantes.
Meece (1994) considera que el aprendizaje autorregulado hace referencia sobre todo al proceso mediante el cual los alumnos ejercen el control sobre su propio pensamiento, el afecto y la conducta durante la adquisición de conocimientos o destrezas.
Metas y objetivos: Es el proceso mediante el cual los estudiantes piensan y evalúan su experiencia de aprendizaje. Esto incluye reflexionar sobre la retroalimentación recibida y almacenar mentalmente ideas y conceptos para usar en el aprendizaje futuro. La autorreflexión permite a los estudiantes ser conscientes de sus fortalezas y debilidades, y cómo estas afectan su aprendizaje.
Regulación emocional: Se refieren a la creencia de los estudiantes en su capacidad para tener éxito en tareas específicas. Las expectativas de éxito son importantes porque pueden influir en la motivación y el esfuerzo que los estudiantes ponen en sus actividades de aprendizaje.
Expectativas de éxito: Es la capacidad de los estudiantes para manejar y responder a sus emociones de manera efectiva. Esto es crucial en el aprendizaje autorregulado, ya que las emociones pueden afectar la motivación y la concentración. Los estudiantes que regulan bien sus emociones pueden mantener una actitud positiva y superar la frustración durante el aprendizaje.
Autoeficacia: Es la creencia en la propia capacidad para organizar y ejecutar las acciones necesarias para manejar situaciones prospectivas. En el contexto del aprendizaje autorregulado, la autoeficacia se relaciona con la confianza del estudiante en su capacidad para utilizar estrategias de aprendizaje efectivas y alcanzar sus metas de aprendizaje.