TIPOS DE PARÁSITOS.

HELMINTOS.

Son grandes organismos multicelulares que, por lo general, se pueden ver a simple vista en sus etapas adultas.

Los helmintos no pueden multiplicarse dentro del cuerpo humano.

Uno de los principales grupos de helmintos es el de los gusanos planos, así denominados porque tienen el cuerpo blando y aplanado.

Su cavidad digestiva presenta una única abertura para la ingestión y eliminación de alimentos.

La transmisión de una persona a otra se produce por la ruta fecal oral.

Los síntomas incluyen, entre otros, diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso y debilitamiento.

ECTOPARÁSITOS.

Se refiere, por lo general, a organismos como garrapatas, pulgas, piojos y ácaros que pueden adherirse a la piel o escarbar en ella y permanecer allí durante largos períodos.

La sarna o escabiosis, una enfermedad contagiosa de la piel caracterizada por picor y pequeñas protuberancias rojas, es causada por el arador de la sarna.

La sarna se propaga normalmente mediante el contacto frecuente y directo con la piel.

PROTOZOOS.

Son diminutos organismos unicelulares que se multiplican dentro del cuerpo humano.

El protozoo Giardia tiene un ciclo de vida clásico de dos etapas.

En la primera etapa, denominada trofozoíto, el parásito se dedica a nadar y consumir nutrientes del intestino delgado. En la segunda etapa se convierte en un quiste inmóvil.

La giardiosis puede conllevar síntomas como diarrea grave o crónica, cólicos abdominales, fatiga, debilitamiento y pérdida de peso, entre otros.

El Plasmodium se desarrolla en los mosquitos, y los mosquitos infectados transmiten el parásito a los seres humanos al picarlos.

Destruye los glóbulos rojos, lo que afecta al funcionamiento de los órganos y causa la enfermedad conocida como malaria o paludismo.