par LIZETH GOMEZ ORTEGA Il y a 2 années
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El cardiocentrismo predomina también en la antigua cultura india
Mesopotamia se opta por una división de funciones, que atribuye al corazón la sede del intelecto, al hígado la de las emociones, al estómago la de la astucia y al útero la de la compasión. La cultura china se inclinó también por distribuir las funciones menta les en los órganos internos del cuerpo
Se consolida la idea de que el cerebro, en lugar del corazón o del diafragma, constituye el órgano de las facultades superiores de la persona
Conviene que la gente sepa que nuestros placeres, gozos, risas y juegos no proceden de otro lugar sino de ahí (del cerebro), y lo mismo las penas y amarguras, sinsabores y llantos.
Procede del griego epílepsis, que significa «ataque», si bien constituye una denominación tardía, Se le solía llamar «he hierè kaleomene».
Se pensaba que el enfermo había sido poseído por entidades sobrenaturales de cuyo influjo era preciso liberarlo para restituirle la salud
Considera el cerebro como la fuente del placer y del dolor, del pensamiento y de la percepción, de la locura y del temor, en una perspectiva netamente encefalocéntrica
Tesis de que el cerebro controla la sensación, el movimiento y la cognición, lo encontramos en Alcmaeón de Crotona (c. 450 a.C.).
El cerebro se encargaría de «sintetizar» las sensaciones, porque todos los sentidos se hallan conectados con él
El «sentir» (aisthanesthai) y el «entender» (xyniénai) son dos operacio nes distintas: mientras que la primera la encontramos en todos los animales, la segunda es exclusiva del hombre y radica en el cerebro
Como sede de las emociones y del pensamiento ha quedado reflejada en la etimología del término que empleamos para designar este órgano, procedente del griego «hai phrenes», del verbo phroneo, que significa «pensar, meditar».