par Marily Rodríguez Il y a 4 années
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la proliferación de empresas de actividades en el medio natural con una mayor dimensión profesional y comercial.
La accesibilidad a la práctica deportiva en el medio natural de toda la población
La protección de los espacios naturales, reglamentación del uso y disfrute de estos
El aumento de los medios para el desarrollo de una educación ambiental.
El desarrollo del concepto de ecología deportiva.
La importancia del ocio activo
La crisis del modelo de ciudad moderna.
La mayor afluencia de población al medio natural.
Aumento de la velocidad del flujo de aire que entra en los pulmones y que transporta los contaminantes a mayor profundidad dentro del sistema respiratorio.
Multiplicación de la fracción de aire que se inhala a través de la boca, eludiendo así el mecanismo filtrante que proporciona la nariz.
Incremento de la ventilación por minuto, lo que puede conllevar un aumento en la frecuencia de la respiración o en su profundidad, provocando que la cantidad de contaminantes inhalados sea también mayor.
Esta situación puede derivar en complicaciones en nuestro sistema cardiovascular, como un debilitamiento del corazón, las arterias, una mala circulación y, en un largo plazo, un infarto o cualquier otra clase de patología cardiaca.
se fuerzan a filtrar un aire de mala calidad, desgastándose gradualmente por el acopio de metales pesados presentes en la atmósfera.
Puede determinar enfermedades como:
Cancer
Bronquitis
Edema pukmonar
Sistema respiratorio
Sistema Cardiovascular
Los perjuicios de las sustancias contaminantes se multiplican durante la actividad física en ambientes contaminados, por la generación de radicales libres nocivos para la salud.
Estos aros de plástico atrapan animales como peces y tortugas, ocasionándoles mutilaciones, malformaciones o, incluso, la muerte.
Contienen mercurio —uno de los metales más tóxicos del mundo—, tardan entre 500 y 1.000 años en desaparecer y una sola de estas baterías puede contaminar hasta 3.000 litros de agua.
Resulta peligroso, en mayor medida, para las aves, los peces y otros animales marinos que pueden asfixiarse si los ingieren por error.
Estos productos no se deshacen como el papel higiénico y causan la gran mayoría de los atascos en las depuradoras y los alcantarillados.
Ocupan el primer puesto del ranking de residuos más numerosos en las costas, tardan hasta 10 años en degradarse y desprenden metales contaminantes.
Las enormes plantaciones intensivas dedicadas a la obtención de este ingrediente contribuyen a la deforestación de las selvas tropicales.
La Universidad Estatal de Carolina del Norte (EE. UU.) calcula que podríamos ahorrar más de 1.400 litros mensuales de agua por persona solo con cerrar el grifo al lavarnos las manos y los dientes.
La goma de mascar se compone, sobre todo, de plástico neutro y, además de ensuciar las calles, puede matar por asfixia a muchas aves si la confunden con alimento.
Este tipo de recipientes tardan 500 años en descomponerse y liberan micropartículas perjudiciales para la salud.
Los sprays dañan la calidad del aire, aunque, según publicó la revista científica Nature Communications en 2018, sus efectos sobre la temperatura varían en función de la zona del mundo donde se utilizan.