Averías generales del sistema
El sistema se queda totalmente bloqueado
o se resetea automáticamente sin intención del usuario
Por lo general, esto ocurre cuando hay un problema de software, generalmente relacionado con virus, errores en los drivers, o por corrupción de un archivo de inicio. Los protocolos que se deben llevar a cabo varían en función del problema real del equipo, por lo que a continuación se proponen algunas posibles soluciones:
Otra opción posible es la reinstalación del sistema operativo, ya que puede haberse corrompido el archivo de inicio. En este caso, deberá procederse según el tipo de sistema operativo.
En caso contrario, el problema puede deberse a algún fallo en algún driver del sistema, por lo que si es posible, se debe arrancar el equipo en el modo a prueba de fallos y restaurar el sistema.
Si el equipo lo permite, se debe rastrear por completo en busca de virus, gusanos u otro malware.
En ocasiones, este tipo de problemas los produce la memoria RAM, por lo que también deberá comprobarse su correcto funcionamiento.
Al igual que en el caso anterior, puede ser un problema de sobrecalentamiento de los componentes pasado un tiempo, lo que provoca el apagado o incluso el reinicio del sistema.
El equipo se enciende pero la pantalla permanece negra. El ventilador no se enciende y el disco duro no gira
El problema puede proceder de distintos emplazamientos:
En caso contrario, el problema proviene de la fuente de alimentación, por lo que procederemos a cambiarla.
Si el ventilador sigue sin funcionar, desconectaremos la placa base del equipo y conectaremos a la fuente de alimentación el disco duro; si el ventilador funciona, el problema está en la placa base.
Se realizan las comprobaciones de alimentación descritas en el primer caso (El sistema se encuentra completamente parado); durante la conexión, uno a uno, de los distintos dispositivos, comprobaremos si se activa el ventilador y cuándo; de esta manera detectaremos cuál es el dispositivo que produce cortocircuito.
El sistema arranca correctamente y se para después de un determinado tiempo funcionando
Cuando se da esta situación puede tratarse de un problema como el del caso anterior, por lo que debemos seguir dicho protocolo de actuación. No obstante, en la mayoría de los casos el problema suele deberse a un exceso de temperatura, por lo que antes de llevar a cabo el proceso anterior se deben realizar las siguientes acciones:
Comprobar si la frecuencia de trabajo del microprocesador es la correcta.
Comprobar que la temperatura del equipo no excede los valores recomendados. En caso contrario, se debe comprobar el funcionamiento de los ventiladores, y si fuese necesario, proceder a cambiar el sistema de refrigeración por uno más eficaz.
El sistema arranca correctamente y seguidamente se para
En este caso, el problema también suele provenir de la alimentación eléctrica. El protocolo sería el siguiente:
Al igual que en el caso anterior, comprobaremos que el cable de alimentación no se haya desconectado o que el interruptor se haya apagado accidentalmente.
Seguidamente, comprobaremos las tensiones de salida y la alimentación del equipo mediante un polímetro.
Si el sistema sigue sin funcionar, procederemos a realizar el proceso citado anteriormente en el apartado del punto anterior, para comprobar si el problema proviene de una sobrecarga, o bien la fuente de alimentación no es lo suficientemente potente como para soportar todos los dispositivos que se encuentran conectados al equipo.
El sistema se encuentra completamente parado
Cuando se produce este tipo de situación, el problema suele estar relacionado con la alimentación eléctrica.
En primer lugar comprobamos que haya tensión en la línea de corriente, conectando otro aparato a ella y asegurándonos de que funciona.
Desconectamos todas las unidades de disco y las tarjetas de expansión que se encuentran conectadas a la placa base. Posteriormente, comprobamos las tensiones, para averiguar si el problema puede deberse a una sobrecarga que haya producido un cortocircuito.
Si el ordenador ya no se encuentra en garantía, podemos comprobar si los fusibles están en buen estado.
Mediante un polímetro, nos aseguramos de que el conector de la placa base funciona.
Comprobamos igualmente que el cable se encuentra conectado al equipo, y que el interruptor, en caso de que disponga de él, está en estado de encendido.