En el ámbito educativo, se destacan diversas funciones y roles que los profesionales deben asumir para adaptarse a los cambios y necesidades del proceso de enseñanza. Entre estos roles se encuentran los de tutor, orientador y evaluador, cada uno con sus competencias específicas como la supervisión de necesidades, la búsqueda de información, la facilitación de aulas virtuales y la coordinación de grupos.