Cirugía menor: La cirugía menor incluye todas aquellas intervenciones cuyo riesgo no es vital para la vida del paciente. El abordaje se realiza habitualmente de forma ambulatoria, refiriéndose a que no requiere de hospitalización pre y posoperatoria. La anestesia que se utiliza es local, aunque en algunos casos puede ser general dependiendo de diversos factores.
Cirugías externas: tratan la zona de la piel y los tejidos adyacentes a la misma y en este tipo de cirugía podemos incluir las cirugías plásticas. Sin embargo, esto no implica que sean cirugías menores puesto que existen cirugías plásticas que se pueden considerar cirugía mayor.
Cirugía curativa: su objetivo es curar al paciente de la afección que presenta. Se realiza la retirada de una zona, tejidos o partes afectadas. Una apendicectomía entra dentro de este tipo de cirugías. Se aplica en ciertos tipos de cáncer para lograr por sí misma o con tratamientos coadyuvantes la curación.
Cirugía paliativa: cuyo objetivo es reducir los síntomas de un proceso patológico o enfermedad sin llegar a la curación. El alargamiento de la vida y el aumento de la calidad de vida del paciente suelen justificar suficientemente su uso médico. En esta cirugía se debe sopesar los riesgos y los beneficios. Esta cirugía puede, en muchos casos, reducir el dolor del paciente, lo cual la justifica suficientemente.
Cirugía de emergencia: es una cirugía que se ha de tratar con rapidez y con suficiente precaución. Es una situación crítica para el paciente si no se actúa con la suficiente inmediatez.
Cirugía electiva: se realiza por decisión del paciente o por recomendación médica pero con tiempo suficiente para sopesar los riesgos y los beneficios. Esta cirugía se programa en base a varios criterios como si va a ser ambulatoria o con hospitalización, el posible tiempo de recuperación o la disponibilidad del cirujano o equipo médico.
herida limpia y contaminada: es la que se realiza accediendo al interior de el órgano o del cuerpo que presenta contaminación orgánica. Se realiza bajo condiciones controladas.
herida sucia: Se produce cuando la intervención quirúrgica se realiza en una zona del cuerpo u organismo con infección.
Cirugía mayor: implica intervenciones que requieren de la hospitalización del paciente por su mayor riesgo vital. Se realizan bajo anestesia general y presentan periodo posoperatorio con hospitalización cuya duración dependerá del tipo de intervención, de la recuperación del paciente y las posibles complicaciones.
Cirugía internas: requieren de la penetración en el organismo para intervenir profundamente en un órgano, aparato o sistema del mismo. En este tipo de cirugía las cicatrices no son observables desde el exterior y en ocasiones provocan complicaciones.
Cirugía reparadora: tiene como objetivo restablecer funcionalidad de órganos o tejidos, fortalecer las áreas debilitadas por procesos patológicos y corregir las deformaciones y desviaciones. También se pueden unir tejidos o áreas corporales separadas. Ejemplo de esta cirugía es la cirugía de reconstrucción mamaria tras mastectomía.
Cirugía estética o cosmética: cuyo objetivo es mejorar el aspecto de una parte del cuerpo del paciente. Su objetivo radica en mejorar la calidad de vida del mismo, logrando la mejoría psicológica del paciente. Un ejemplo de este tipo de cirugía puede ser una rinoplastia.
Cirugía de urgencia: es la que se realiza para evitar el riesgo de la vida del paciente o para recuperar alguna función vital del organismo. Es una cirugía que se realiza inmediatamente después de la valoración médica de urgencias. No existe un horario sino que depende del estado en el que llega el paciente a ser atendido.
herida limpia: cuando no se accede al interior del órgano o del cuerpo que presenta contaminación por microorganismos.
herida contaminada: se produce cuando la contaminación se da durante la intervención quirúrgica pero no hay signos de infección.