Huesos de la cabeza
¿Cráneo y cabeza, lo mismo?
Técnicamente no lo son, pues el cráneo es una porción de la cabeza. El término de cráneo hace referencia a las estructuras óseas que recubren y protegen el cerebro, formando parte de un “todo” que es la cabeza.
Funciones del cráneo
Su función es la de proteger al encéfalo y proveer un sitio de adhesión para los músculos faciales.
Huesos del neurocráneo: protección del cerebro
Un total de ocho huesos aplanados y soldados de forma natural entre ellos forman la estructura que protege el cerebro de golpes y lesiones, garantizando así que el sistema nervioso no sufra daños a lo largo de la vida de la persona.
El hueso frontal
El hueso frontal es aquel que se localiza en la frente. Empieza justo por encima de las cuencas de los ojos y termina en la parte superior de la frente, siendo así el nexo de conexión entre los huesos del cráneo y los del viscerocráneo.
Su principal función, además de dar forma a la frente, es la de proteger los lóbulos frontales del cerebro
Los dos huesos temporales
Estos dos huesos están situados en los laterales, uno a cada lado de la cabeza. Estos dos huesos protegen los lóbulos temporales, asegurando así que el lenguaje auditivo y la comprensión del habla no sean susceptibles de traumatismos.
El hueso occipital
El hueso occipital es un elemento óseo de forma marcadamente cóncava y localizado en la nuca. Su función es la de proteger, de nuevo, el tronco del encéfalo. Además, también asegura la integridad del cerebelo y los lóbulos occipitales, encargados de la coordinación muscular y de procesar las imágenes que percibimos, respectivamente.
Los dos huesos parietales
Los dos huesos parietales ocupan el área que conforma la coronilla y sus alrededores. Son dos huesos simétricos y soldados entre sí.
Su función es la de proteger la parte de la corteza cerebral que hay debajo, que es donde ocurren la percepción, la imaginación, el juicio, el pensamiento, etc.
El hueso etmoides
El hueso etmoides el único de este grupo que no dispone de una forma aplanada. De hecho, su morfología es rugosa y con cavidades.
Su función es la de ser la principal estructura de sostenimiento de la cavidad nasal, desarrollando así una misión primordial para el correcto funcionamiento del sistema olfativo, creando canales a través de los cuales pueda fluir el aire.
El hueso esfenoides
El hueso esfenoides podría considerarse como la piedra angular de la base del cráneo
Su función, por lo tanto, es la de dar apoyo a otros huesos del cráneo y también la de dar forma a la estructura interna de la cara.
Huesos del viscerocráneo: múltiples funciones
Como ya hemos mencionado anteriormente, ahora vamos a repasar cuáles son el resto de huesos que conforman la cabeza humana y sus funciones, unas funciones que, como veremos, son muy variadas y no se limitan a la mera protección de órganos sensibles.
El hueso maxilar
El hueso maxilar es un hueso de morfología irregular que ocupa la parte central de la cara
Su función principal es la de servir de apoyo para las piezas dentarias superiores, incluyendo en su interior las raíces de estos dientes.
El hueso palatino
El hueso palatino es una continuación del maxilar y es el que se adentra a mayor profundidad con respecto a la superficie de la cara. Además de dar apoyo a otros elementos óseos, también sirve como sostenimiento para tejidos internos. Tiene una forma de L y conforma el techo de la boca.
Los huesos nasales
Los dos huesos nasales son elementos óseos pequeños unidos entre ellos y que se sitúan en la parte media de la cara. Conforman el tabique nasal, protegiendo así la nariz y albergando cartílago en su parte distal.
Los huesos lagrimales
Los huesos lagrimales son pequeñas estructuras óseas situadas justo detrás del hueso maxilar. Se trata de unos huesos localizados en cada cuenca del ojo y tienen la función de participar en la función del lagrimar, es decir, proporcionar una vía para que las lágrimas del ojo sean conducidas a la cavidad nasal.
El hueso vómer
El hueso vómer es un hueso situado detrás del maxilar, justo por debajo de la nariz y que consiste en una fina lámina vertical que colabora en la formación del tabique nasal.
La concha nasal inferior
La concha nasal inferior o cornete inferior es una estructura ósea situada justo detrás de las fosas nasales. Su consistencia esponjosa le permite dar soporte a tejidos recubiertos de mucosa nasal y de vasos sanguíneos y, a la vez, permitir la entrada constante de aire a la cavidad nasal.
El hueso cigomático
El hueso cigomático tiene una forma romboidal que se sitúa en la parte inferior lateral de las cuencas oculares, conformando así los pómulos. Es un punto de inserción para varios músculos faciales responsables de la masticación y también participa en el sostenimiento de los ojos.
La mandíbula
La mandíbula es el único hueso de la cabeza dotada de movilidad. Consta de una base y de dos ramas mandibulares unidas al hueso temporal para su fijación. Además de ser la base de la dentadura inferior, la mandíbula hace posible funciones básicas de nuestro organismo como son el habla y la masticación.
Los tres huesecillos del oído
Los huesecillos del oído forman parte del viscerocráneo. Sin embargo, merecen una mención aparte pues no cumplen con las propiedades de los huesos anteriormente mencionados al no servir de apoyo a otras estructuras ni proteger de otras.