LOS SABORES DE LA FELICIDAD
En Dios la felicidad completa
San Agustín desplaza la felicidad como el objeto platónico y la sustituye por Dios.
Santo Tomas califica las virtudes para alcanzar la felicidad.
Gianozzo Manetti critica el epicureísmo y el cristianismo.
Fomenta los valores de la dignidad y excelencia.
Desprecio de pasiones, deseo, placeres y alegrías.
Dios encarnado y crucificado otorgaba dignidad por perdón de pecados.
El cristianismo esta marcado por un sentido de la cadena y el perdón.
El esquematismo cristiano
Carne cocida, pan y sangre, se convertirá en la figura de la purificación.
Clemente de Alejandría indica que el Logos nos exhorta, educa y enseña, conducente al consuelo.
La felicidad se alcanza mediante la moral cristiana.
Distingue a los que consiguen la felicidad por voluntad de Dios.
Clemente afirma que su propia sangre se embellecerá el cuerpo de Logos.
La felicidad se esencializa por exclusión.
All Gazalli indica que es imposible evitar la lujuria, la hipocresía y la ira.
En la desvalorización de las pasiones incluye la alegría.
Dios nos desciende por completo al alma del hombre
Que vivamos en un estado de miserias nos priva de la felicidad
A Boecio lo perturba el cumplimiento del mal.
La fortuna es inconstante, y no cambia súbitamente para nadie.
Boecio caracteriza la felicidad con bienes positivos.
Las riquezas no satisfacen y no excluyen la necesidad.
Tomas racionaliza la felicidad para desligarla de lo que concierne a la miseria y a la desgracia.