El fin del mundo colonial
Descolonización de África
La Conferencia de Bandung, y la posterior condena del colonialismo por la ONU (1960), impulsaron la descolonización de África. En este continente se independizaron primero las colonias del norte, como Libia (1951), Túnez (1956), Marruecos (1956) y Argelia tras una larga guerra contra Francia. Más tarde se descolonizó la mayoría del África subsahariana, en general de forma pacífica,y, por último, en 1975, lo hicieron las colonias portuguesas de Guinea, Angola y, Mozambique.
La Conferencia de Bandung (1955)
En 1955, la Conferencia de Bandung (Indonesia) reunió a 29 países asiáticos y africanos de reciente descolonización. El comunicado final de la conferencia tuvo una gran repercusión internacional. En él se condenaba el colonialismo y el racismo, y se afirmaba el derecho de las naciones a decidir su destino. También se reclamaban la coexistencia pacífica y el desarme, se rechazaba la política de bloques y se apostaba por la neutralidad. Con ello, se sentaron las bases del futuro Movimiento de Países No Alineados.
Las consecuencias de la emancipación
Tras la descolonización, los nuevos países se enfrentaron a graves problemas políticos, económicos y sociales.
En el plano político
Muchas fronteras entre países se trazaron de forma arbitraria, generando enfrentamientos y guerras civiles que sirvieron de pretexto para la imposición de dictaduras militares corruptas y violentas. En la política internacional, los nuevos países fueron relegados a una posición secundaria.
En el plano económico
Muchos siguieron dependiendo económicamente de sus antiguas metrópolis, o cayeron bajo la dependencia económica de EE.UU. o de la URSS. Este fenómeno, conocido como neocolonialismo, se manifestó en los intercambios, en los que la antigua colonia exportaba materias primas e importaba manufacturas, capitales y tecnología.
En el plano social
El fuerte crecimiento demográfico y la mala situación económica provocaron un bajo nivel de vida para la mayoría de la población. Sus principales manifestaciones fueron el hambre o la desnutrición, las carencias médicas y sanitarias, y el analfabetismo.
Los países afectados por esos problemas se denominaron globalmente " Tercer Mundo", por la semejanza de su situación con la del Tercer Estado antes de la Revolución Francesa, y por su decisión de no alinearse con el primer mundo (bloque capitalista) ni con el segundo mundo (bloque comunista).