PRIMERA CERTEZA Y CRITERIO. CRÍTICAS AL COGITO CARTESIANO

Verdad tan firme que ni las más extravagantes de las dudas escépticas podrían atentar contra ella. La duda puede alcanzar el contenido de mi pensamiento, pero no al pensamiento mismo. Puedo dudar de la existencia de lo que pienso, pero no de que lo estoy pensando y para ello, he de existir.

Señala el tipo ejemplar de proposición verdadera y prepara el camino para la radical distinción entre el cuerpo y el alma.

Es el alma, que define esencialmente al ser humano y, a su vez, el alma se define por su pensamiento.

"La esencia de la sustancia pensante". Lo único cierto es un sujeto cuyo modo de ser es pensar, que es su naturaleza, esencia o atributo.

El yo es el alma que define esencialmente al hombre. A su vez, al alma lo define como su ser pensamiento. El alma no es el principio vital del cuerpo.

El dualismo antropológico. El yo o alma no necesita de ninguna condición material (cerebro). Por ello, es independiente y distinta de cualquier sustancia material, si es que existe.

El alma es más fácil de conocer que el cuerpo, porque su conocimiento es directo e inmediato.

La inmortalidad del alma. Si el alma es pensamiento y, por tanto, independiente del cuerpo, entonces es inmortal, ya que para ser, es decir, pensar, no necesita de cuerpo.

Es una cosa que existe de tal modo que no necesita de ninguna otra cosa para existir, por lo que sólo puede existir la sustancia infinita (Dios) ya que los seres pensantes son creados y conservados por él.

El primer principio en el orden subjetivo o del conocimiento de certezas. El yo depende de Dios (primer principio en el orden del ser). La primera certeza encontrada es el yo, no Dios

El prototipo de verdad y la primera certeza, es decir, es el criterio de todo lo que hayamos de considerar como verdadero en adelante

Todo cuanto perciba con igual claridad y distinción que esta primera verdad, será verdadero y podré afirmarlo con toda certeza.