¿QUÉ HEMOS DE GESTIONAR Y CÓMO
HACERLO?

3. El equipo en el proyecto y su organización

Una de las principales causas de fracaso de un proyecto son los grupos de personas. Una
planificación poco participativa, una excesiva centralización, un énfasis en el proceso —y no en
las personas— o la falta de firmeza en momentos decisivos son algunas de las razones que
pueden hacer que un proyecto fracase. Pero estas mismas personas son también quienes
solucionan los problemas y llevan a cabo las tareas a lo largo del proyecto.

Cita Bibliográfica

Ollé, C., & Cerezuela, B. (2018). Gestión de proyectos paso a paso. Retrieved (Capítulo II)

4. ¿Qué habilidades se requieren?

4.1. La gestión del equipo

El gestor de proyecto tiene que poseer un amplio abanico de conocimientos y atributos,
gestión de los recursos humanos y otras habilidades, pero las más fundamentales son el
conocimiento y la comprensión de la propia organización del órgano del que depende, y el
conocimiento y experiencia laboral de organizaciones de otros sectores

4.2. Conocimientos, habilidades y actitudes personales

Es necesario un conocimiento y entendimiento personal de las propias fortalezas y
debilidades, así como de las fuentes de ayuda y soporte. Para ello hay que saber gestionar el estrés,
la incertidumbre, el tiempo, ser asertivo y tener herramientas y habilidades de presentación.

1. Ámbitos que hay que gestionar

1) Alcance.

Definir lo que vamos a hacer y lo que no es una tarea fundamental para garantizar
que se cumplirán los objetivos previstos

2) Tiempo.

Planificar el calendario del proyecto, la duración de las tareas previstas según los
recursos disponibles

3) Costes.

La gestión de los costes es otra de las tareas críticas y está estrechamente relacionada
con la gestión de las dos áreas de conocimiento anteriores

4) Calidad.

Es una de las prácticas que están penetrando en los últimos tiempos en el entorno
de las bibliotecas (Balagué y Saarti, 2014) que forman parte de la gestión de los proyectos.

5) Recursos humanos.

Uno de los elementos diferenciadores de un proyecto es la constitución
de un equipo de personas que trabajen de forma coordinada y orientada a alcanzar los objetivos
propuestos.

6) Comunicación.

La comunicación, ya sea interna o externa, es cada vez más un elemento
clave para el éxito de un proyecto, sobre todo en los que participan diversas instituciones

7) Riesgos.

Desde el inicio de un proyecto es necesario tener en mente y prever aquellos
elementos o factores que pueden incidir en que este sea un éxito o no.

8)Adquisiciones.

La realización de un proyecto requiere de una serie de recursos, materiales o
servicios externos que se necesitan adquirir —subcontrataciones, equipamiento, etc.

9) Interesados.

En cualquier proyecto hay actores —personas, grupos de personas u
organizaciones— que pueden afectar a su éxito, tanto positiva como negativamente, o que pueden verse afectados por el proyecto.

10)Integración.

2. Metodologías de gestión de proyectos

Cuando un gestor de proyectos se encuentra en la fase inicial del proyecto, una de las primeras
decisiones que debe tomar es la metodología que hay que seguir. Hay diversas opciones
metodológicas, que podemos clasificar en tradicionales y ágiles, y su elección ha de basarse en las
características del proyecto y, en particular, en su ciclo de vida.

2.1. El ciclo de vida de un proyecto

Cada proyecto tiene su propio ciclo de vida. Cuando hablamos de ciclo de vida nos referimos a aquellas fases en las cuales estructuramos
todo aquello que necesitamos hacer a lo largo del proyecto, pasando de la identificación al
diseño o planificación, posteriormente a su implementación y finalizando en la evaluación y
difusión de los resultados.

2.2. Metodologías tradicionales de gestión

Como hemos mencionado anteriormente, son apropiadas para gestionar proyectos en los que
es nulo o moderado el nivel de incertidumbre sobre qué y cómo vamos a hacer el proyecto.

2.3. Metodologías ágiles de gestión

tra modalidad son las metodologías ágiles, que nacieron en 2001 en el sector del desarrollo de
software, pero su uso se ha ido ampliando a otros sectores. Sus promotores consensuaron un
marco de principios que se refleja en el Manifiesto por el Desarrollo Ágil de Software