SEMIÓTICA EN EL ARTE
Introducción
La Semiótica según Peirce
Peirce tuvo como objeto de reflexión: la lógica, la naturaleza de los sentimientos y el problema de las categorías.
Los planteamientos de estudiosos del modelo peirceano, permite la comprensión de diferentes fenómenos sociales, y constituye un aporte significativo para entender la realidad artística y explicación diádica.
El modelo semiótico de Peirce es tan consistente y potente que
permite aprender la realidad artística y estética de forma lógica y sensible.
Aportes Peirceanos
El primer aporte es la originalidad en su definición de signo, y que constituye la base más importante de su sistema.
El segundo aporte es la clasificación que
hace de las variedades de signos. Tiene un sistema que perrmite explicar diferentes fenómenos reales en tanto gramáticas o complejos culturales de orden sistémico.
El tercer aporte es la distinción de ícono, índice y símbolo, tres gradaciones de la Segundidad, hace referencia al objeto. En la relación tríadica de medio-objeto-interpretante, es entendido aquí como una cosa cualquiera que puede ser designada.
El cuarto aporte es la semiosis, o proceso sígnico, el cual está determinado por la terceridad, lo que permite comprender la estructuración de la experiencia humana por medio de signos.
Estudios semióticos del arte
El caso del grupo µ, que parte para sus análisis de la hipótesis
según la cual la imagen visual es un sistema de significación con una organización interna autónoma.
El trabajo de Oliveras, atiende a un estudio teórico y práctico, ya que plantea una serie de conceptos e instrumentos que constituyen herramientas para la interpretación de la obra de arte.
El de Furió, se centra en la obra de arte pictórica. Esto permite reconocer parte de la producción artística a lo largo de la historia y la pintura como buen ejemplo del sistema semiótico, que facilita la aplicación de ciertos esquemas de análisis.
Nociones para una semiótica del arte de
corte peirceano
El signo es un indicio evidente del que se hacen inferencias con respecto a algo latente, se trata más de una función que de algo material o físico.
Considerar la obra de arte como signo no es solo determinar sus estructuras internas como sistema, sino también atender a las operaciones y funciones sígnicas.
El ícono es interpretable en cualidades de sensaciones o apariencias, razón por la cual sirve para una buena visión de conjunto respecto de un dominio de difícil comprensión como una obra de arte abstracto.
El índice tiene una relación de conexión directa, causal o de nexo. Esto hace del objeto un acontecimiento determinado, singular, individual y dependiente temporal y espacialmente.
El arte contemporáneo, libre de las ataduras que la originalidad le imponía a los artistas modernos, abre posibilidades de alcances no solo icónicos, indexicálicos y simbólicos, sino también contextuales, meramente sensitivos o experimentales y experienciales.
Los fenómenos artísticos contemporáneos son irreductibles a relaciones diádicas, y se abren a procesos que van más allá de las ideas clásicas de belleza, por cuanto se conectan con formas de producción de conocimiento.
Una de las operaciones semióticas artísticas más recurrente en el arte contemporáneo es la de la disfuncionalización, procedimiento que implica el encadenamiento de una serie de signos a partir de acciones sobre los objetos de la realidad material.
Epílogo
Los aportes de Peirce son variados. Se puede decir que el amplía el campo de la lógica a las dimensiones de la semiótica, y le da a esta fundamentación desde la filosofía fenomenológica, específicamente, desde la faneroscópica y la pragmática, de carácter icónico e indicial.
La semiótica del arte contemporáneo implica la comprensión de complejos procesos estéticos, intelectuales e nstitucionales, pues el arte ya no se entiende como una representación de la belleza, sino como una forma de pensamiento que implica una
dimensión artística y estética.
El arte activa sentidos plurales gracias a relaciones intersubjetivas, como se puede derivar de la teoría tríadica del signo. Estos sentidos impelen el pensamiento y la emoción propios del arte como primeridad, como capacidad para captar cualidades y sentimientos para luego exhibirlas y contemplarlas por medio de signos.
la semiótica del arte tiene en el pensamiento de Peirce una serie de herramientas conceptuales que permiten afrontar y sortear las dificultades que ofrecen los modelos lingüísticos.