a victor martinez 1 éve
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En 1895, el químico alemán Eugen Baumann descubrió la presencia de yodo en la glándula tiroides, con una sustancia proteínica que llamó yodotirina
Solo un siglo después se comenzó a usar el yodo (por vía oral anexo a la sal de cocina, o por vía inyectable para embarazadas), en la prevención del bocio endémico.
En 1814 el nombre yodo se lo dio Gay Lussac en una publicación iodes del griego (con reflejos violetas), debido al color de su vapor cuando se calienta