Durante 17 años, Chile vivió bajo una dictadura encabezada por Augusto Pinochet, marcada por la represión y la limitación de las libertades básicas. Este régimen autoritario, iniciado tras un golpe de Estado contra Salvador Allende, impuso medidas anticomunistas y estuvo influenciado por las tensiones de la Guerra Fría y las ideologías de las revoluciones cubana y rusa.