El modelo de funcionalidad del yo es una herramienta valiosa para evaluar el grado de funcionalidad y la vulnerabilidad emocional de una persona. Este modelo aborda cómo las personas manejan sus emociones e impulsos, distinguiendo entre el descontrol, el control excesivo y la tolerancia emocional.
La tolerancia emocional es un estado mental en que la persona experimenta de hecho emociones muy fuertes pero es capaz de tolerar la experiencia. En estos casos el individuo puede verse inundado de sentimientos que pueden parecer desbordantes, pero no conducen a la desorganización.
El descontrol, en cambio, es un estado mental en el que las defensas fallan estrepitosamente. La persona se ve desbordada por emociones o impulsos extremadamente intensos.
El control excesivo se mantiene evitando las situaciones que podrían provocar emociones, recurriendo a la distracción (por ejemplo: trabajando en exceso, manteniéndose activo, haciendo ejercicio, etc.), la intelectualización, la racionalización, la negación y la minimización (por ejemplo: "no hay para tanto", "a otros les han pasado cosas peores", "puedo manejarlo"), o el embotamiento emocional (mediante el abuso de sustancias o mecanismos de defensa como la disociación).
las personas responden emocionalmente de una de las tres formas siguientes: con el exceso de control, el descontrol o la tolerancia emocional
Evaluación de las funciones del yo
Según este modelo, las funciones del yo se encuentran en una línea continua que va desde el yo maduro, sano y adaptativo (nivel 7) hasta el yo inmaduro, no adaptativo y claramente patológico
Resistencia a la disfunción La resistencia a la disfunción implica que, incluso ante la presencia de estresores de importancia, la persona con un yo fuerte sigue funcionando y no se viene abajo emocionalmente
Funcionalidad del yo
Uno de los modelos más útiles que abordan la cuestión del grado de funcionalidad y de la vulnerabilidad emocional es el modelo de funcionalidad del yo.
Conclusión Personal: Una vez más se nos recuerda, no solo la importancia de tener en cuenta los elementos necesarios para realizar un diagnóstico correcto, sino también la importancia de hacerlo con humanidad, ya que desafortunadamente existen varios terapeutas que solo ve al px con la etiqueta de neurótico, depresiva, suicida, etc., sin comprender que más allá del diagnóstico es un ser humano, que merece ser tratado por su sintomatología y de acuerdo a las necesidades de la persona y no nada más como un caso de libro de texto, donde la empatía, la alianza terapéutica sea dejada de lado porque solo es un caso más.
Capacidad de relación interpersonal
Los clientes del nivel neurótico suelen recurrir a la terapia por sus proble mas de relación, entre los que se encuentran las dificultades para la intimidad (por ejemplo: inhibición ante la intimidad o, por el contrario, sentimientos cró nicos de soledad y deseo de obtener más de las relaciones importantes), la ambivalencia con respecto al compromiso, los sentimientos de celos o de com petitividad, los sentimientos de inadecuación en presencia de personas con una personalidad muy fuerte, o las dificultades para la comunicación clara con los demás. No obstante, y a pesar de estos problemas, la mayoría de las personas neuróticas tienen básicamente el deseo y la capacidad de amar a otros
En el extremo patológico se encuentran aquellas personas profundamente desapegadas (por ejemplo: los esquizoides graves) o que inician relaciones sólo para utilizar o herir al otro (por ejemplo: las personalidades antisociales o los narcisistas malignos).
La quinta función del yo también merece una atención especial. Conside remos de nuevo una línea continua. En el extremo sano se encuentran los indi viduos que pueden formar conexiones íntimas. Gracias a su capacidad de empatía, altruismo y compromiso, son capaces de establecer relaciones basadas en la confianza y el dar y recibir, así como de preocuparse de forma genuina por el bienestar del otro, con independencia de sus necesidades personales.
Perspectiva general de los mapas diagnósticos.
5. Características del cliente relevantes para el pronóstico, ña planificación del tratamiento y la idoneidad de la terapia breve.
4. Signos y síntomas de una posible disfunción neurobiológica
3. Estilos de personalidad.
2. Capacidad de relación interpersonal.
1. Grado de funcionalidad del cliente.
La evaluación diagnóstica es mucho más que una actividad académica o un ejercicio deshumanizador dirigido al objetivo de conseguir una etiqueta apropiada.
La evaluación de los puntos fuertes y débiles del cliente es un proceso continuado y obviamente sujeto a cambios periódicos a medida que aumenta nuestra comprensión de su dinámica y de sus rasgos caracterológicos.