Baja participación en actividades artísticas y culturales
Sensación de aislamiento
Escaso número de
socios activos
Descoordinación entre
programas y actuaciones
Fragmentación entre programas
y redes vecinales
Falta de información y
comunicación
Escasas actividades lúdicos
festivas y convivencia
Falta de conciencia
y participación social
Falta de movimiento vecinal
Muchas redes asociativas
pequeñas, aisladas y de
escasa influencia y repercusión
en el barrio
Falta de seguridad
Actividades de entidades
y asociaciones poco
atractivas
Falta de espacios
de ocio y convivencia
Falta de instalación
de nuevo mobiliario
urbano
Inadecuación
de equipamientos
e infraestructuras
Locales sociales en mal estado