Brecha Digital
Se refiere a la diferencia en el acceso y conocimientos de uso de las nuevas tecnologías.
Se suele determinar en base a diferentes criterios, estos son: económicos geográficos, de género, edad o entre diferentes grupos sociales.
Con el avance de la sociedad de la información parece que las brechas digitales se han ido reduciendo, sin embargo siguen siendo palpables. Incluso, en algunos casos se han acentuado, como en el caso de la brecha digital por sexo o por razones económicas.
Tipos de Brecha Digital
Brecha de Acceso
La brecha de acceso tiene que ver con las posibilidades de acceso a las TIC que tienen las personas.
Sus causas están relacionadas con las diferencias socioeconómicas tanto entre individuos como entre países, puesto que para unos como para otros, digitalizarse exige invertir dinero, en ocasiones grandes cantidades (especialmente en países más pobres o menos desarrollados).
Brecha de Uso
Está relacionada con la falta de competencias y habilidades para poder manejar las TIC.
Resulta habitual que la brecha de acceso y la brecha de uso estén relacionadas, cuantas más dificultades hay para acceder a una tecnología, menos conocimientos y competencias se tienen sobre su uso.
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) nos dice hay 40 países en los que más de la mitad de su población no saben cómo se adjunta un archivo a un correo electrónico.
Brecha de calidad de uso
Esto puede ocurrir que las personas tengan acceso y competencias para usar las TIC y navegar por Internet y usar sus diferentes funciones, pero que, sin embargo, carezcan de los conocimientos para hacer un buen eso de estas herramientas y sacar así un mayor provecho de la información y servicios que encontramos en Internet.
A esto se le denomina brecha de calidad de uso y podemos verlo, por ejemplo, cuando las personas no saben cómo acceder a información de calidad o cómo acotar sus búsquedas en un motor de búsqueda.
Consecuencias
Una de las consecuencias de la brecha digital en áreas rurales o remotas es la incomunicación de los habitantes. En las zonas urbanas se puede dar el efecto contrario, esto es, una excesiva dependencia de las TIC que provoque un progresivo aislamiento social.
El límite al acceso a conocimientos en el área de la informática y las telecomunicaciones también puede ser una barrera al desarrollo personal o profesional.
Genera más patentes las desigualdades sociales. El analfabetismo digital puede provocar rechazo en diferentes ámbitos, ya sea el social o el laboral.
La brecha digital es susceptible de seguir aumentando las diferencias económicas entre las regiones, toda vez que las menos educadas digitalmente no podrán formar parte del actual mercado de la información, en la que la globalización e internet son los reyes.
Conclusión
La brecha digital no es un concepto aislado, sino que está relacionado con las desigualdades económicas, sociales y culturales. El objetivo debe ser reducir esta brecha al mínimo para que todos podamos afrontar el futuro con garantías y en igualdad de oportunidades.
Incidencias de la Brecha Digital
Desigualdades económicas entre diferentes países o regiones. El alto coste de la adopción de las TIC hace muy complicado que éstas se puedan usar en los países menos desarrollados.
Por otro lado tenemos brecha digital geográfica que indica que hay zonas que, por su ubicación, tienen más difícil acceder a las infraestructuras necesarias para tener unos adecuados servicios de TIC.
Desigualdad laboral entre hombres y mujeres; el retraso en la incorporación de las mujeres al ámbito laboral también ha incidido en una diferencia en la compresión y uso de las nuevas tecnologías entre géneros.
La Edad: Es evidente que las personas más jóvenes y que han nacido en la era de las nuevas tecnologías, están más acostumbradas a utilizarlas y a considerarlas como parte de su día a día.
Sin embargo, las personas de edad más avanzada tienen muchas más dificultades a la hora de manejar aparatos o equipos que no han existido durante gran parte de su vida. Incluso hay muchos casos en los que la población de mayor edad directamente evita estas tecnologías por voluntad propia.
Cifras
La UIT elaboró un informe en el año 2019 en el que se reflejan los datos de acceso a internet en el mundo.
En el año 2005, solo un 16% de la población del planeta tenía acceso a internet, mientras que en 2019 esta cifra ha aumentado hasta el 53,6%
Sin embargo, estas cifras varían mucho en función de las regiones.
Los países subdesarrollados o en vías de desarrollo, la evolución de las personas con acceso a internet ha sido del 8% en 2006, al 47% en 2019.
los países desarrollados se ha pasado de un 51% de personas con acceso a la red de redes en 2005, hasta el 86,6% en 2019.
Aunque en ambos casos el acceso a internet ha ido creciendo, la diferencia se ha seguido manteniendo en un 40%.
¿Cómo reducirla?
Es imprescindible la colaboración desde diversos frentes. Gobiernos y administraciones públicas deben fomentar la creación de normativas o infraestructuras que favorezcan la reducción de la brecha digital.
A través del desarrollo de programas de alfabetización digital, dirigidos a las personas residentes en áreas aisladas, menos favorecidas o que, por cuestiones de género o edad no han tenido acceso a la tecnología.
Es fundamental la creación de alianzas y el desarrollo de proyectos. Algunos ejemplos de iniciativas para la alfabetización y capacitación digital son A4A1, Free Basics (impulsada por Facebook) o Starlink (promovida por Elon Musk).
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