Conjunto de símbolos, colores, sonidos e imágenes con los que el emisor trata de comunicar una serie de beneficios o atributos relacionados con la oferta.
rEl mensaje publicitario debe ser breve y, a la vez, muy expresivo. Muchas veces sabemos qué decir, pero, ¿y cómo decirlo? Está claro que se necesita mucha imaginación, mucho conocimiento de la fuerza comunicadora del lenguaje, entendido en un sentido amplio, para saber qué código emplear en cada momento. También el creativo se arriesga en ocasiones, y emplea códigos distintos a los habituales en un intento de llamar la atención y de que el mensaje sea percibido.
rLa Z, que simboliza el trayecto de la creación publicitaria, toma como punto de partida: a) Al anunciante o estratega. Éste para concretar su estrategia deberá tener muy claro quién es el público objetivo al que se quiere dirigir. b) Recogida posterior de información relevante sobre el mismo. El estudio del consumidor permitirá definir unas líneas de acción publicitaria, una estrategia materializada en un documento a entregar a la agencia de publicidad. c) La generación del mensaje se pone entonces en marcha y el protagonismo pasa a los creativos de la agencia, que pondrán en juego toda su imaginación para encontrar ese argumento de venta memorable, ese concepto acertado que dé justo en la diana del consumidor. d) El anuncio final es el módulo, el cual se transmite al mercado objetivo, al blanco, gracias a los medios de comunicación de masas
rUn documento cuyo principal objetivo es proporcionar información relevante a la agencia de publicidad para que ésta comience el trabajo creativo.Un buen briefing debe decirnos esto, ni más ni menos: contarnos lo que necesitamos saber para ponernos a trabajarNo caigamos en este vicio tan español de, al no saber qué decir, escribir tres páginas. En el briefing hay un elemento clave: lo que queremos contar a los consumidores sobre nuestro producto, el posicionamiento. Es aquí donde necesitamos ser más precisos,
1 Público Objetivo/ Target
rEl target se definirá de la manera más clara posible, principalmente mediante criterios objetivos, de tipo demográfico y socioeconómico. Además, se puede completar con otras características sobre comportamientos de consumo, estilo de vida o personalidad, entre otras.
rLa promesa, posicionamiento o eje de comunicación se refiere a la proposición de venta, a la característica del producto que se desea resaltar por su carácter diferenciador ante la competencia o, lo que es lo mismo, al argumento más sobresaliente en el que nos apoyamos para vender el producto. Es la idea clave, la base del mensaje.
rEn esta etapa hay que considerar el medio o los medios de comunicación en los que se va a insertar el mensaje, para adaptarlo a las características de cada uno. El mismo concepto da lugar, pues, a diferentes mensajes, siempre coherentes, pero específicos de cada medio elegido. De esta manera, tendremos, entre otros formatos, anuncios comerciales para el medio escrito, spots para la televisión y cuñas para la radio.
rEste tipo de estímulos se utilizan mucho en publicidad, debido a que son procesados con escaso esfuerzo por parte de la audiencia, no activan sus defensas naturales, distraen de la intención persuasiva del mensaje y son fáciles de recordar. Si se apela al miedo, hablamos de emoción negativa. En estos casos, siempre se debe explicar a las personas cómo evitar el “peligro” o la situación problemática, lógicamente, con el uso del producto o cambiando sus costumbres
rLa comparación se apoya en que el consumidor, a la hora de comprar, tiene en mente un repertorio de marcas entre las que decidir para tomar su decisión. Ante esto, habrá que identificar a los principales competidores para, posteriormente, intentar posicionar la marca de la empresa como líder o favorita. Se puede, para ello, comparar el producto con la competencia genérica, con los productos sustitutivos, o directamente con otra marca. Siempre que se pueda asegurar la veracidad de las afirmaciones, es posible efectuar una comparación directa, pues la Ley General de Publicidad así lo establece.
rEl medio impreso permite argumentar y reflexionar. La prensa diaria crea opinión, las revistas entretienen y, tanto una como otra, transmiten información. Las personas las leemos, cuando queremos y como queremos, es decir, mantenemos un papel activo, “dominamos” el medio. Entonces, ¿qué papel debe jugar la publicidad en el mismo? Intentar ser vista, leída y recordada en pocos segundos. Para esto, cada parte del anuncio cumple una misión específica.
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