EL NIÑO DE 1 A 5 AÑOS, ARNOLD GESSEL
Psicomotricidad
A los dos años
+Puede bajar y subir escaleras sin ayuda pero usando los dos pies en cada escalón
+Es capaz de acercarse a una pelota y darle un puntapié
+Le gustan los juegos bruscos y los revolcones
+Puede dar la vuelta a las hojas de un libro de una en una
+Construye torres de seis cubos y pasa el hilo en una aguja
+Si es necesario puede permanecer sentado algunos ratos
A los tres años
+Construye torres de nueve o diez cubos
+Puede modular su forma de correr y hacer variaciones de velocidad
+Sube las escaleras sin ayuda alternando los pies
+Puede pedalear en un triciclo
A los cuatro años
+Sabe renquear +Mantiene el equilibrio en un solo pie durante varios segundos
+Al lanzar una pelota, echa el brazo hacia atrás y la tira con fuerza
+Puede abotonarse la ropa y amarrarse en los zapatos
A los cinco años
+Brinca con soltura y salta
+Llega a conservar el equilibrio sobre las puntas de los pies varios segundos +Está capacitado para realizar ejercicios físicos y danza
+Usa el cepillo de dientes y el peine
+Puede dibujar la figura de una persona
El desarrollo en esta época es muy grande pues el niño aprende a
controlar impulsos y deseos en una especie de "negociación" en la que él se adapta a las normas familiares a cambio de amor y valoración.
Inteligencia
La inteligencia representativa es de tipo intuitivo desde los cuatro a los siete años.
El niño comienza a representar una acción o un objeto sin tenerlo físicamente presente y se produce una interiorización de los gestos y acciones que ha aprendido en la etapa anterior.
La imitación y el juego son dos actividades del niño en las que confluyen aspectos intelectuales y emocionales y que muestran ese carácter subjetivo que tiene la inteligencia del niño en esta etapa así como la utilización de imágenes mentales.
También la imitación es una forma de identificación con el comportamiento de personas significativas para él, es una forma de querer ser como esa persona
Lenguaje
El lenguaje es indisociable del medio familiar del niño. Pero el lenguaje es tanto expresión de las tendencias individuales como de las influencias exteriores. La conversación que se inicia de modo rudimentario entre madre e hijo tiene también una dimensión social. El niño que oye el "no, no", aprende a posponer la satisfacción inmediata de un impulso a cambio del beneficio del cariño y la aprobación de su madre.
Socializacion
Por medio del lenguaje se le transmiten las pautas propias de la cultura en que ese núcleo familiar está inmerso. El niño desarrolla su personalidad primero en la familia y luego en la sociedad. Los primeros años son de primacía familiar en su vida, pero luego, con su incorporación a la escuela, aparece la necesidad de aprender a convivir con los otros niños.