Entamoeba gingivalis

Contacto directo.

Beso

Contacto indirecto.

Uso de utensilios ya usados.

Beber líquidos entre muchas personas
en un solo recipiente.

Fagocitosis de eritrocitos, leucocitos
y bacterias, afectando:

Formación de la placa.

Ecología oral.

Contribuyendo a una
lesión gingival.

Transporte activo de bacterias a la superficie
celular o dentro de las vacuolas.

Proteína proteolítica.

Respuesta inflamatoria, degenerativa
y necrótica en encías y tejidos conectivos circundantes.

Favorece colonización microbiana en
bolsas periodontales.

Cavidad oral.

Encías.

Tejido periodontal.

Bolsas gingivales.

El trofozoíto es la única fase.

Diámetro con endoplasma granuloso y
vacuolado.

10 a 20 μm.

Interior.

Restos celulares.

Leucocitos.

Bacterias.

En ocasiones eritrocitos.

Núcleo.

Exterior

Membrana de apariencia remarcada
a expensas de finos gránulos de cromatina.

Interior.

Endosoma situado en la parte central.

Desplazamiento

Con sus seudópodos y con movimientos rápidos.

Caries.

Pulpitis.

Estomatitis ulceronecróticas.

Grangenas.

Osteomielitis maxilar.

Patologías maxilofaciales.

Síndromes pulmonares.

Endometritis.

Mejoramiento de la higiene bucal.

Evitar empleo de utensilios ajenos.

Evitar compartir líquidos al beber del
mismo vaso o recipiente.

No existe uno en específico.

Se determinará según sea la situación.

Examen directo.

Se obtiene materia bucal
entre las piezas dentales.

Se coloca una gota de solución salina
isotónica a 37°C sobre un portaobjetos.

Al depositarlo, se mezclan y se observa
a seco fuerte.

Se realiza frotis a la muestra.

Detección de antígeno y anticuerpos.

Análisis de isoenzimas de electroforesis.

Tecnología de PCR.

Pacientes con patologías dentales.

10 a 95%

Con buena higiene bucal.

10 a 32%

Niños mexicanos de 3 a 14 años.

8.7%

Pacientes con periodontitis.

85%

Pacientes con periodontitis y VIH.

77%

Su frecuencia aumenta con los hábitos de higiene
bucal y la edad.

Movilidad dental generalizada.

Aumento de volumen de lengua.

Halitosis.

Prurito a nivel gingival en jóvenes.

Lesiones nodulares en el cuello uterino.

Dificultad para mantener la boca aseada.

Sabor desagradable.

Formación de pequeña o grandes placas con
rápida regeneración.

Encías con sangre.

Ulceraciones.

Sequedad bucal.

Ardor en ojos.

Fatiga y cefaleas.