Exploración somatosensorial y sus principales alteraciones

Receptores térmicos y su excitación

El ser humano puede percibir diferentes gradaciones de frío y de calor, desde ambientes helados a fríos, frescos, indiferentes, templados, cálidos o ardientes.

Agatha Christie - And Then There Were None

Literary Work

Los receptores para el frío y para el calor están situados inmediatamente por debajo de la piel en puntos sueltos separados entre sí.

Conflict of real world

Cuando un receptor para el frío se ve sometido de repente a una caída brusca de la temperatura, al principio recibe una estimulación intensa, pero esta situación se desvanece con rapidez durante los primeros segundos y cada vez más lentamente a lo largo de los 30 min siguientes o más.

Tres tipos de estímulos excitan los receptores para el dolor

mecánicos, térmicos y químicos

Vías dobles para el dolor en la médula y en el tronco del encéfalo

neoespinotalámico

Fascículo neoespinotalámico para el dolor rápido Las fibras rápidas para el dolor de tipo Aδ transmiten básicamente esta sensación en la modalidad térmica aguda y mecánica.

paleoespinotalámico

transmite el dolor procedente de las fibras periféricas de tipo C dotado de un carácter lento crónico, aunque también transporta algunas señales correspondientes a las fibras de tipo Aδ

Sensibilidades somáticas

Tipos de dolor y sus cualidades

dolor rápido

El dolor rápido se siente en cuestión de 0,1 s después de haber aplicado el estímulo correspondiente

Este tipo de dolor se siente cuando se clava una aguja en la piel, cuando se corta con un cuchillo o cuando sufre una quemadura intensa. También se percibe cuando la piel se ve sometida a una sacudida eléctrica. El dolor rápido y agudo no se siente en los tejidos más profundos del organismo.

dolor lento

El dolor lento no empieza hasta pasado un mínimo de 1 s y a continuación crece con lentitud a lo largo de muchos segundos y en ocasiones hasta minutos

Este tipo de dolor suele ir asociado a una destrucción tisular. El dolor lento tiene la capacidad de propiciar un sufrimiento casi insoportable y prolongado. Puede darse en la piel y casi también en cualquier tejido u órgano profundo.