La posibilidad del conocimiento
El racionalismo
Doctrina fijada
No existe todavía el problema del conocimiento.
Posibilidad y realidad del contacto entre sujeto y objeto.
Este hecho de que el conocimiento no sea todavía un problema para el dogmatismo, descansa en una noción deficiente de la esencia del conocimiento.
Este hecho de que el conocimiento no sea todavía un problema para el dogmatismo, descansa en una noción deficiente de la esencia del conocimiento.
Dogmatismo ético. teórico y religioso.
Como actitud del hombre ingenuo, el dogmatismo es la posición primera y más antigua, tanto psicológica como históricamente.
Cierto que Kant creyó deber aplicar la denominación de «dogmatismo» a los sistemas metafísicos del siglo XVII .
Pero esta palabra tiene en él una significación más estrecha, como se ve por su definición del dogmatismo en la Crítica de la razón pura
No puede hablarse, por tanto, de un dogmatismo general y fundamental, sino de un dogmatismo especial.
El subjetivismo y relativismo
El subjetivismo y el relativismo no van tan lejos. El subjetivismo, como ya indica su nombre, limita la validez de la verdad al sujeto que conoce y juzga.
Para el subjetivismo general hay verdades supraindividuales pero no verdades universalmente válidas. El subjetivismo general es, según esto, idéntico al psicologismo o antropologismo.
El relativismo está emparentado con el subjetivismo. Según él, no hay tampoco ninguna verdad absoluta, ninguna verdad universalmente válida; toda verdad es relativa, tiene sólo una validez limitada.
Al igual que el escepticismo, el subjetivismo y el relativismo se encuentran ya en la Antigüedad.
Este principio del homo mensura, como se le llama abreviadamente, está formulado en el sentido de un subjetivismo individual con suma probabilidad.
Una verdad que no sea universalmente válida representa un sinsentido. Quien mantenga el concepto de la verdad y afirme, sin embargo, que no hay ninguna verdad universalmente válida, se contradice, pues, a sí mismo.
Niegan la verdad, no directamente como el escepticismo si no que indirectamente, atacando su validez universal.
Cuando el relativista sienta la tesis de que toda verdad es relativa, está convencido de que esta tesis reproduce una situación objetiva y es, por ende, válida para todos los sujetos pensantes.
El criticismo
El subjetivismo, el relativismo y el pragmatismo son, en el fondo, escepticismo.
El criticismo comparte con el dogmatismo la fundamental confianza en la razón humana. Dondequiera pregunta por los motivos y pide cuentas a la razón humana.
Brotes de criticismo existen dondequiera que aparecen reflexiones epistemológicas. El criticismo supera ambos exclusivismos.
En la cuestión de la posibilidad del conocimiento, el criticismo es la única posición justa.
Es menester distinguir entre el criticismo como método y el criticismo como sistema.
El criticismo de Kant representa, por lo tanto, una forma especial de criticismo general.
Contra la posibilidad de una teoría del conocimiento se ha objetado que esta ciencia quiere fundamentar el conocimiento al mismo tiempo que lo supone, pues ella misma es conocimiento.
Esta objeción sería certera si la teoría del conocimiento tuviese la pretensión de carecer de todo supuesto, esto es, si quisiera probar la posibilidad misma del conocimiento.
Al dar el primer paso en el conocimiento, daría por supuesta tal posibilidad.
Parte, por el contrario, del supuesto de que el conocimiento es posible.
Partiendo de esta posición entra en un examen crítico de las bases del conocimiento humano, de sus supuestos y condiciones más generales.
El escepticismo
Examinar
Los extremos se tocan
Este niega la posibilidad de un contacto entre sujeto y objeto
Mientras el dogmatismo desconoce en cierto modo el sujeto, el escepticismo no ve el objeto. Su atención se dirige íntegramente a los factores subjetivos del conocimiento humano.
Puede referirse tanto a la posibilidad del conocimiento en general como a la de un conocimiento determinado.
Finalmente, hay que distinguir entre el escepticismo metódico y el escepticismo sistemático. Las clases de escepticismo que acabamos de enumerar son sólo distintas formas de esta posición.
Se encuentra en la antigüedad
Pirrón de Ellis
El escepticismo medio o académico, cuyos principales representantes son Arcesilao y Carneades , no es tan radical como este escepticismo antiguo o pirrónico
Este escepticismo medio se distingue del antiguo justamente porque sostiene la posibilidad de llegar a una opinión probable.
También en la filosofía moderna encontramos el escepticismo. En el filósofo francés Montaigne se nos presenta, ante todo, un escepticismo ético; en David Hume, un escepticismo metafísico.
La posibilidad del conocimiento es, por ende, afirmada y puesta en duda a la vez por el escéptico.
El escepticismo radical o absoluto
Afirma que el conocimiento es imposible. Pero con esto expresa un conocimiento. En consecuencia, considera el conocimiento como posible de hecho y, sin embargo, afirma simultáneamente que es imposible. Pero también entonces expresaría un conocimiento.
El escepticismo general o absoluto
Una posición íntimamente imposible. No se puede afirmar lo mismo del escepticismo especial.
Metafísico
Niega la posibilidad del conocimiento de lo suprasensible, puede ser falso, pero no encierra ninguna íntima contradicción. Lo mismo pasa con el escepticismo ético y religioso.
Mientras éste llena a los pensadores e investigadores de una confianza tan bienaventurada como excesiva en la capacidad de la razón humana, aquél mantiene despierto el sentido de los problemas.
El pragmatismo
El escepticismo, toma un sesgo positivo en el moderno pragmatismo . Pero el pragmatismo no se detiene en esta negación, sino que remplaza el concepto abandonado por un nuevo concepto de la verdad.
Según él, el hombre no es en primer término un ser teórico o pensante, sino un ser práctico, un ser de voluntad y acción.
Su intelecto está íntegramente al servicio de su voluntad y de su acción. El intelecto es dado al hombre, no para investigar y conocer la verdad, sino para poder orientarse en la realidad.
Su verdad consiste en la congruencia de los pensamientos con los fines prácticos del hombre, en que aquéllos resulten útiles y provechosos para la conducta práctica de éste.
Como el verdadero fundador del pragmatismo se considera al filósofo norteamericano William James , del cual procede también el nombre de «pragmatismo».
El pragmatismo ha encontrado adeptos también en Alemania. También la Filosofía del como si, de Hans Vaihinger, pisa terreno pragmatista. También según él es el hombre, en primer término, un ser activo.
Georg Simmel defiende el pragmatismo en su Filosofía del dinero.
Es palmario que no es lícito identificar los conceptos de «verdadero» y de «útil». La experiencia revela también a cada paso que una verdad puede obrar nociva‐ mente.
Esta estrecha relación entre el conocimiento y la vida no debe inducirnos a pasar por alto la autonomía del primero y hacer de él una mera función de la vida.