La radicalidad del amor

La ley del talión

recogen los libros del Levítico y del Deuteronomio

La palabra talión proviene del latín, talis-tale, ‘a tal daño, tal castigo’

Históricamente, la ley del talión constituye un gran avance porque fue el primer intento por establecer una proporcionalidad entre el daño recibido y la represalia de la víctima en un crimen

La Respuesta del creyente

Así, para el creyente, perdonar supone el esfuerzo por controlar la respuesta primaria y sirve para mostrar la fe en Jesús, quien murió en una cruz perdonando a sus enemigos.

La vida de Jesús es la expresión más perfecta de amor a Dios y a los demás. Su vida de fidelidad a la voluntad al Padre y su entrega por amor a la humanidad muestran a los creyentes el camino a seguir.

Transmisión del amor

Jesús se sentía profundamente amado por el Padre, y ese mismo amor es el que manifestaba en sus relaciones con todas las personas.

Preocupación por los débiles

Jesús daba siempre la última palabra al amor, porque el amor determina cómo debemos comportarnos en cada situación. Para él, eran las personas necesitadas los verdaderos criterios para actuar en la vida, no las normas impuestas por la ley

Enseñanza a los discípulos

Jesús actuaba así por generosidad y por amor, nunca por egoísmo o por su propio interés, nunca por fama, dinero o poder.

La propuesta de Jesús

Jesús propuso superar la ley del talión y perdonar al que nos ofende. El amor a los enemigos es la regla de conducta de los seguidores de Jesús. Devolver mal por mal genera una espiral de violencia de la que es imposible salir.

El filósofo y sociólogo Jürgen Habermas ideó la ética del discurso.