LAS PRINCIPALES IDEAS POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES DEL VIRREINATO.

POLITICAS

El Rey de España: En la cúspide de la jerarquía se encontraba el rey de España, quien ostentaba el poder absoluto y era el soberano de la colonia. El rey nombraba al virrey y tenía la autoridad final sobre todas las decisiones importantes relacionadas con la colonia.

El Virrey: El virrey era el gobernante supremo del Virreinato de Nueva España. Fue el representante personal del rey en la colonia y tenía una amplia autoridad administrativa, judicial y militar. El virrey tenía el poder de promulgar leyes, recaudar impuestos, supervisar la justicia y la defensa militar, así como administrar el gobierno colonial en general.

El Real y Supremo Consejo de las Indias: Este consejo con sede en España asesoraba al rey en asuntos relacionados con las colonias americanas. Aunque estaba ubicado en España, tenía un papel importante en la toma de decisiones sobre políticas coloniales y a menudo influía en las decisiones tomadas por el virrey.

La Audiencia: La Audiencia era un tribunal de justicia que actuaba como un órgano de supervisión sobre el virrey. Estaba compuesta por jueces y tenía la autoridad para revisar las decisiones del virrey y garantizar que se cumplieran las leyes españolas en la colonia. También tenía funciones legislativas y ejecutivas limitadas.

El Cabildo: Cada ciudad importante tenía su propio cabildo, que era un cuerpo de gobierno local. El cabildo estaba compuesto por alcaldes, regidores y otros funcionarios locales elegidos o designados. Se encargaba de la administración local, la recaudación de impuestos locales y la aplicación de las leyes dentro de la ciudad.

Las Eclesiarquia: Las órdenes religiosas, como los franciscanos, dominicos y jesuitas, tenían una influencia significativa en la vida colonial y a menudo tenían sus propias instituciones educativas y de asistencia social. Los líderes religiosos también desempeñaron un papel importante en la conversión de la población indígena al cristianismo.

Nueva España o Virreinato de Nueva España: Esta era la entidad política más grande y central del virreinato, que abarcaba gran parte de lo que hoy es México, así como partes de los Estados Unidos (incluyendo California, Arizona, Nuevo México, Texas y Florida) y América Central. La capital del virreinato era la Ciudad de México.

Audiencias: El virreinato estaba subdividido en varias audiencias, que eran divisiones administrativas y judiciales. Las audiencias tenían la función de supervisar la administración de justicia y servir como contrapeso al poder del virrey. Las audiencias principales incluían la Audiencia de México (que tenía jurisdicción sobre gran parte del virreinato), la Audiencia de Guadalajara, la Audiencia de Guadalajara de Indios y otras más pequeñas.

Gobernaciones: Dentro del virreinato, había gobernaciones que eran regiones más distantes o fronterizas. Por ejemplo, la Gobernación de Nueva Galicia estaba en la región noroeste del actual México, mientras que la Gobernación de Nueva Vizcaya estaba en el norte.

Capitanías Generales: Algunas áreas del virreinato se organizaron en capitanías generales, que eran territorios fronterizos con necesidades militares especiales. La Capitanía General de Yucatán y la Capitanía General de Guatemala son ejemplos de estas divisiones.

Provincias: Las provincias eran divisiones administrativas más pequeñas dentro de las audiencias y gobernaciones. Cada provincia tenía su propio gobierno local y autoridades, que estaban subordinadas al virrey y a la audiencia respectiva.

Territorios indígenas: En muchas áreas, especialmente en el norte de Nueva España, existían territorios habitados por poblaciones indígenas que conservaban cierta autonomía bajo el control nominal de las autoridades coloniales.

SOCIALES

Españoles: En la cima de la jerarquía social estaban los españoles, es decir, aquellos nacidos en España. Eran la élite colonial y ocupaban las posiciones de poder en la administración, la Iglesia y la economía. Tenían acceso a tierras, riqueza y educación de alta calidad.

Criollos: Los criollos eran descendientes de españoles nacidos en América. A pesar de su origen español, no se les consideraba iguales a los españoles peninsulares y a menudo enfrentaban restricciones para acceder a ciertos cargos gubernamentales y eclesiásticos. Sin embargo, constituían una élite local influyente y próspera.

Mestizos: Los mestizos eran personas de ascendencia mixta, generalmente de una mezcla de ascendencia española e indígena. Formaban un grupo significativo y su posición social variaba según su grado de mestizaje y su riqueza.

Indígenas: Los indígenas eran las poblaciones nativas de América. A menudo, vivían en comunidades agrícolas y estaban sujetos a la tributación y al trabajo forzado. Su estatus social era en gran medida inferior al de los españoles y criollos.

Africanos y Afrodescendientes: Los africanos fueron traídos como esclavos a América para trabajar en plantaciones y minas. Los afrodescendientes eran sus descendientes y también enfrentaban la esclavitud y la discriminación racial.

Encomiendas: Las encomiendas eran una práctica colonial mediante la cual se otorgaba a un encomendero (generalmente un español) el derecho a exigir tributos y trabajo de un grupo de indígenas en una determinada área. Originalmente, se suponía que esta práctica serviría para proteger y evangelizar a los indígenas, pero con el tiempo se convirtió en un sistema de explotación. Los encomenderos a menudo abusaban de su autoridad y forzaban a los indígenas a trabajar en condiciones difíciles.

Obrajes: Los obrajes eran talleres o fábricas donde se realizaban diversas actividades relacionadas con la producción textil. Los obrajes eran especialmente comunes en el Virreinato de Nueva España, donde se producían tejidos de algodón y lana en gran cantidad. Los obrajes empleaban a trabajadores, incluyendo indígenas, mestizos y esclavos africanos, para tejer telas y confeccionar prendas de vestir.

ECONOMIA

Encomienda y Repartimiento: Al principio de la colonización, se implementó el sistema de encomienda, que otorgaba a los conquistadores y colonizadores españoles el derecho a exigir trabajo y tributos de los indígenas en una determinada área. Con el tiempo, este sistema evolucionó hacia el repartimiento, que establecía un sistema de trabajo forzado en el que los indígenas debían trabajar para los colonizadores en determinados proyectos durante un período específico.

Tributación Indígena: Los indígenas estaban obligados a pagar tributos en forma de bienes y trabajo. Estos tributos se recogían en especie y generalmente incluían productos agrícolas, tejidos y otros bienes producidos por las comunidades indígenas. El trabajo obligatorio, conocido como el "repartimiento", también era común, lo que significaba que los indígenas estaban obligados a trabajar en proyectos específicos para los colonizadores o en obras públicas sin recibir un salario justo.

Alcabalas y Diezmos: El sistema de alcabalas era un impuesto sobre la venta y la transferencia de bienes. Los comerciantes y productores debían pagar un porcentaje de sus ventas al gobierno colonial. Los diezmos, por otro lado, eran un impuesto eclesiástico que consistía en la décima parte de la producción agrícola, que se entregaba a la Iglesia católica.

La Real Hacienda: Era la entidad encargada de recaudar y administrar los impuestos en el virreinato. Tenía oficinas de recaudación en diferentes partes de la colonia y era responsable de enviar los ingresos fiscales a España después de deducir los costos administrativos.

El Quinto real: Era un impuesto o tributo que se aplicaba sobre la producción de metales preciosos, principalmente oro y plata, establecía que el 20% de todo el oro, la plata y otros metales preciosos extraídos en las colonias americanas debía ser entregado a la corona española como tributo.

Agricultura: Fue una parte fundamental de la economía colonial. Se cultivaron una variedad de productos, incluyendo maíz, trigo, caña de azúcar, algodón y tabaco. La producción agrícola estaba destinada tanto al consumo local como a la exportación.

Minería: La minería fue uno de los sectores económicos más importantes en el Virreinato de Nueva España. Se extrajeron metales preciosos como oro y plata de las minas, especialmente en lugares como Zacatecas y Guanajuato. Estos metales eran enviados a España y se convirtieron en una fuente crucial de ingresos para la corona española.

Comercio: El comercio colonial estaba regulado por el sistema de monopolio, lo que significaba que solo se permitía el comercio directo entre la colonia y España. El puerto de Veracruz fue crucial para el comercio entre la colonia y España, mientras que el puerto de Acapulco era importante para el comercio con Asia, a través de la ruta del Galeón de Manila.

Sistemas de Haciendas: Se establecieron grandes haciendas que se dedicaban principalmente a la producción agrícola y ganadera. Las haciendas eran a menudo propiedad de españoles o criollos (descendientes de españoles nacidos en América) y utilizaban mano de obra indígena y esclava.

REFERENCIAS