Plantas angiospermas
Contenido
Las plantas angiospermas, comúnmente conocidas como plantas con flor, son las plantas vasculares con semilla (espermatofitas) que constituyen un grupo realmente diverso y lleno de características sorprendentes en cuanto a la forma y coloración de sus flores.
Características
Habitan prácticamente en todas las regiones del mundo, sobreviviendo tanto en ecosistemas terrestres como en los acuáticos.
Podemos encontrar plantas angiospermas de diferentes tamaños y estructuras
(arbustivas o herbáceas).
Están constituidas por órganos vegetativos bien diferenciados: raíz, tallo y hojas.
Sus flores son muy vistosas. Presentan sépalos, tépalos, carpelos, y órganos reproductores femeninos , así como órganos reproductores masculinos.
Clasificación
Monocotiledóneas
Sus semillas poseen un solo cotiledón. Las venas de las hojas son paralelas, las piezas florales (pétalos y sépalos) están dispuestas en grupos de tres, su raíz es fibrosa. Algunas monocotiledóneas son: el maíz, el arroz y las orquídeas.
Dicotiledóneas
Sus semillas tienen dos cotiledones. La
venación de las hojas es ramificada, las piezas florales se disponen en grupos de cuatro o cinco, poseen una raíz principal de la cual salen raíces laterales. Algunos ejemplos son: la ceiba y el madroño.
Partes de la planta
Raíz
La raíz, es el órgano subterráneo de la planta especializado para realizar la función de
fijación al suelo, absorción del agua y minerales y almacenaje de sustancias.
Transporte vascular del agua
El agua es una sustancia de importancia para la actividad vital de las plantas.
La raíz desempeña en la planta funciones de absorción, transporte del agua y de sustancias minerales, las que son captadas por los pelos radicales presentes en la epidermis de la raíz.
Tallo
El tallo es el órgano que comunica las raíces con las hojas, su principal función es la de
Garantizar la conducción de sustancias. Además, el tallo sostiene a las hojas, las flores
y los frutos.
Igual que en la raíz, el crecimiento en longitud y en grosor, obedece a la presencia de tejidos de crecimiento conocidos como meristemáticos, su función es asegurar el crecimiento de la planta están ubicados en la parte interna del tallo y en las yemas o brotes presentes en las partes terminales del tallo.
El tallo presenta nudos, entrenudos y yemas axilares dispuestos de manera ordenada.
Los nudos son el lugar donde se originan las ramificaciones laterales, las hojas en cuya base se encuentran las yemas axilares. Los entrenudos, como indica su nombre, son las porciones de tallo que hay entre los nudos y que no tienen apéndices laterales.
Hoja
Las hojas son una de las partes más visibles y reconocibles de las plantas y, en realidad, también son una de las más importantes. Estas son las responsables de captar la luz solar y realizar la fotosíntesis que da energía a la planta, así como la respiración vegetal también se da en ellas.
Debido a la suma importancia que tienen en la mayoría de plantas, hay una enorme variedad de clases de hojas y características. Por eso, existen también muchas formas diferentes de clasificarlas.
Clasificaciones
Tipos de hojas según el pecíolo: Las hojas pecioladas cuentan con un pecíolo que conecta el limbo a la planta. Este
pecíolo puede tener tamaños muy distintos según las características concretas de cada
planta.
Las hojas sésiles o sentadas, en cambio, no tienen pecíolo. En estos casos, el limbo nace directamente del tallo o la rama.
Tipos de hojas según la división del limbo:
Las hojas simples cuentan con un limbo que, o bien no está partido en absoluto, o sí lo
está, pero sus divisiones no alcanzan el nervio principal.
Las hojas divididas o compuestas, en cambio, muestran un limbo que se divide completamente hasta el nervio principal, dando la sensación de varios limbos unidos por un solo pecíolo.
Tipos de hojas según su forma:
Hoja elíptica: como el nombre indica, son aquellas cuya forma traza una elipsis, es
decir, una circunferencia alargada o deformada.
Hoja lanceolada: son aquellas cuyo limbo muestra una forma característica de punta de lanza o punta de flecha simple, con una base más ancha y una punta estrecha y afilada.
Hoja acicular: las típicas agujas de la mayoría de coníferas, como el pino, son ejemplos fáciles de reconocer de esta morfología.
Hoja oval: son parecidas a las elípticas, pero algo más anchas en la base y con punta más aguda.
Hoja acorazonada: similares a la forma con que representamos habitualmente los corazones.
Hoja sagitada: esta forma característica recuerda a la punta de una alabarda o de una flecha dividida, con una punta central y otras dos abiertas hacia los lados.
Hoja lineal: estas hojas parecen cintas, con bordes rectos y regulares que se extienden.
Tienden a ser estrechas y largas.
Tipos de hojas según su borde:
Hoja entera: también llamadas hojas lisas, son hojas el borde de cuyo limbo se extiende en una línea ininterrumpida y de forma recta o con una curva constante.
Hoja dentada: en estas hojas, el limbo toma forma de dientes de sierra, que pueden ser de muy distinto tamaño según la forma concreta de cada especie.
Hoja lobulada o lobada: estas hojas crean irregularidades muy marcadas en su contorno, con salientes y entrantes de formas curvas pronunciadas.
Hoja ondulada: presentan curvaturas en su contorno, pero de forma más suave y menos pronunciada que en las lobuladas, sin llegar a formar “brazos”.
Tipos de hojas según su nervadura:
Hoja penninervia: son las hojas que cuentan con un nervio principal, del que parten
todos los nervios secundarios. Es la típica forma que adoptan la mayoría de hojas que se representan.
Hoja palminervia: su nombre viene de la palma de la mano por su semejanza con esta. Desde un punto central salen los distintos nervios como si fueran los dedos de la mano.
Hoja paralelinervia: sus nervios se extienden de forma cercana al paralelismo a lo largo de toda la hoja.
Las plantas
Nutrición de las plantas:
La gran mayoría de plantas son organismos autótrofos, es decir, que no necesitan alimentarse o nutrirse de otros seres vivos, sino que fabrican su propio alimento a partir de elementos inorgánicos. Mediante la fotosíntesis de las plantas, la respiración y su capacidad de absorción de nutrientes mediante las raíces, ellas reciben todo lo que necesitan.
Absorción y transporte de nutrientes hasta el xilema:
El proceso empieza cuando la planta absorbe las sales minerales y el agua desde sus raíces. La absorción se lleva a cabo por medio de unas partes especializadas de las raíces, que reciben el nombre de pelos absorbentes. Una vez absorbidos, las raíces transportan los nutrientes y el agua hasta el xilema, que es por donde se conduce la savia.
Transporte de agua y sales minerales:
La combinación de las sales minerales o micronutrientes absorbidos por las raíces y el
agua da lugar a lo que llamamos savia bruta.
A diferencia de los animales, que invierten grandes cantidades de energía en bombear la sangre por todo su organismo, las plantas son capaces de elevar la savia hasta sus hojas con un gasto de energía muy bajo. Esto lo consiguen mediante la acumulación de agua en los tejidos de la raíz, que empuja la savia hacia arriba, además de la fuerza principal, que es la creada por la succión que produce la transpiración del agua en las hojas.
Intercambio de gases:
El intercambio de gases de las plantas se da en los estomas y las lenticelas. Los primeros están situados sobre todo en el envés de las hojas las hojas, aunque pueden encontrarse en menor concentración por todo el tejido epidérmico. Los segundos, en cambio, se encuentran en la epidermis de ramas y tallos de plantas de tipo leñoso.
Gracias a ellos, la planta absorbe oxígeno y libera dióxido de carbono en su respiración, proceso que se invierte durante el día al hacer la fotosíntesis y, por tanto, entonces absorbe dióxido de carbono y libera oxígeno.
Fotosíntesis y distribución de nutrientes:
En esta fase, las hojas, gracias a la clorofila, consiguen producir glucosa a partir de
dióxido de carbono, agua y energía luminosa. Es un proceso increíblemente importante, que ha dado forma al mundo tal y como hoy lo conocemos, pues ha servido para llenarlo de vegetación de todo tipo.
Respiración de las plantas:
La respiración de las plantas se da habitualmente durante la noche. Como otros seres
vivos, las plantas utilizan el oxígeno para degradar nutrientes, como el almidón. A lo largo de este proceso, que se da en los estomas, la planta absorbe oxígeno y libera dióxido de carbono.